Saturno
va asociado con el arquetipo del viejo sabio, una especie de maestro celestial que se vale del dolor como mensajero para informarnos de aquellos aspectos de nosotros mismos que necesitan ser atendidos y cultivados. Al eludir esa esfera, no disminuye nuestra inquietud; más bien se incrementa.
Puede haber en este periodo
dificultades con herencias, impuestos y contratos comerciales, aunque también es verdad que no hay aspectos de tensión con este planeta, por lo que no se auguran finales demasiado malos.
La Casa 8 es del dominio de Plutón y de Escorpio.
Aquí se ven reflejadas tanto las crisis personales, como las finanzas conjuntas, nuestra capacidad de intimar con los demás, el sexo, y hasta la muerte se ve aquí, sea esta real o simbólica.
Comprenderemos entonces la importancia que tiene este tránsito de Saturno por esta parte tan delicada de nuestra Carta Natal.
¿Qué lección nos deparará la Vida con este tránsito?
Pues ni más ni menos que la que necesitemos para seguir evolucionando y creciendo en sabiduría y consciencia, que es, al fin y al cabo, el verdadero propósito de nuestra vida aquí en la Tierra: aprender y crecer.
Cuando Saturno entra en nuestra Casa 8, una de las lecciones a aprender es muy posible que sea la de
tener que vivir con nuestros propios recursos, sean estos económicos, psicológicos o emocionales.
Es muy posible que no encontremos el apoyo económico o moral al que podamos estar acostumbrados a tener.
Y ¿qué objetivo puede tener el que pasemos por esta experiencia?
Pues posiblemente que aprendamos a vivir y relacionarnos con los demás, y con nuestra pareja (lo cual fue la lección del tránsito de Saturno por nuestra Casa 7), pero sin renunciar a nuestra independencia y a la responsabilidad que tenemos hacia nosotros mismos, de cuidarnos y sostenernos.
Podríamos tener que afrontar alguna muerte durante este tiempo, posiblemente de alguien ya mayor, y esto nos obligará a cuestionarnos qué es la vida, y qué es la muerte.
Nuestra sociedad elude, normalmente, el cuestionarse estas preguntas, cuando es un hecho que todos deberemos afrontar esta situación, pues todo lo que nace, muere; por lo tanto es algo que es bueno que tengamos claro en nuestro interior: ”¿qué es la muerte?”
Ahora es el momento de estas cuestiones, y con Saturno no nos vale que nos demos la vuelta e intentemos seguir viviendo sin afrontar esto, pues los miedos y las neurosis son entonces las consecuencias posibles, y que tengamos que afrontar una gran crisis en nuestra vida.
El sexo y la intimidad son otras cuestiones que pueden ocuparnos durante este tránsito.
¿Tenemos miedo a relacionarnos íntimamente con los demás?
Pues si es así ha llegado el momento de revisar esto y poner claridad en toda esa oscuridad que no nos deja vivir ni relacionarnos sincera y verdaderamente.
Si somos honestos con nosotros mismos, podemos aprovechar las experiencias que nos vengan ahora para sanar y equilibrar estas cuestiones; pero si eludimos enfrentarnos a esto durante este tránsito, la
soledad es muy posible que sea nuestra recompensa, sea esta soledad en compañía o no.
En el fondo este tránsito es una gran oportunidad de escarbar en todos los asuntos que podamos tener pendientes en nuestra oculta Casa 8.
No necesariamente estos asuntos serán oscuros y tormentosos, también pueden ser muy profundos y enriquecedores.
No olvidemos que la Casa 8 es del dominio de Plutón, y este Planeta no esconde sólo terror, obsesiones y demonios al acecho; también guarda tesoros como una gran sabiduría y paz duradera, lo cual es producto de habernos atrevido a mirar más allá de la aparente negrura que hay dentro de nosotros.