Tortura, si, pero la que sufre el ser humano, con sus empleos y vidas de mierda, en el mejor de los casos, atados a un horario y a un gobierno incapaz y avaricioso, sometido, endeudado, en permanente servidumbre e insatisfacción. Tortura es tener hipoteca y ganar 1000 euros y vivir rodeado de otros seres humanos llenos de miseria y rencor. Esa es la tortura cotidiana del animal occidental, porque en África ni siquiera pueden aspirar a convertirse en algo así. Hay más animales torturados en los rascacielos en las plazas.
Yo quiero ser toro y espantar las moscas con el rabo, pasarme la vida con los huevos colgando haciendo de mi vida mi capricho y morir en cuarto de hora en lugar de agonizar durante meses encenagado de morfina mientras el cáncer me devora a su ritmo. Y claro que quiero mis quince minutos de lidia, con mis tres pares de banderillas, mis dos puyazos y el estoque. Para mi todos. Pensando 600 kilos, con la piel dura como una piedra y un cerebro que no me permite comprender ni sufrir, sería casi un paseo, algo doloroso, porque para algo tengo sistema nervioso, pero no iría más allá de una pelea donde al final un mal navajazo me parte el pecho.
Dame la vida y la muerte de un toro, que es algo, que ni los más afortunados entre los hombres, podrán tener jamas. En realidad, ni los más afortunados entre los animales, pueden soñar con algo así.
p.d. ¿Es necesario explicar, cuando a estas alturas de la vida todos sabemos que las películas de Disney NO SON VERDAD que un toro no es, ni piensa ni siente como una persona?