Desde que leí tu masuno ayer, en algún momento me ha venido la idea de que yo sé de este tema.
Pensaba agradecer a mi yo pasado los múltiples reseteos cerebrales a los que me sometió... o a mi memoria selectiva... pero al final mientras pensaba qué escribir en este mensaje me he acordado de esas tetas peludas.
Una chiquilla de Jaca con tetas como cabezas de bebé y pelos en la areola. Tal descubrimiento me obligó a no prestar tanta atención como quería a esos cántaros, aunque no puedo jurar que no me los metiera en la boca, seguramente lo hice.
Me la follé una noche en un banco de un parque del centro a escasos 20 metros de la casa de sus padres mientras la gente pasaba a nuestro lado y el siguiente finde planeamos pasarlo encamados.
La historia fue tal que así: echamos un polvo en el hotel a media tarde y cada uno se fue a hacer unos recados antes de encerrarnos (yo comprar porros y spiz y a ella me la encontré en el súper comprando condones, yo me había corrido dentro las dos veces anteriores).
Mientras conseguía el peor hachís y la peor farlopa que he visto en mi vida me iba dando cuenta lo horrible que era haberle dicho a mi novia que tenía que currar y que no iba a poder ir a verla el fin de semana.
Al final fui al kebab a la hora acordada, cené mientras le decía a la joven que me acababan de llamar para ir a hacer una guardia y no iba a poder seguir con el plan, perdí el dinero del hotel como buen subnormal que soy y pasé los dos siguientes días metido en la cama fumado porros y drogándome completamente atormentado.
El lunes nos fuimos de maniobras a San Gregorio a disparar y jugar a las guerras en los ejercicios más psicodélicos que he vivido, en el bus iba poniéndome rayas, nos juntamos en la tienda de campaña 3 que llevábamos de todo y el resto del pelotón tenía todo tipo de medicinas divertidas y las compartió con nosotros sin problema a pesar de saber perfectamente cómo íbamos.
La siguiente vez que vi a la muchacha fue en un desfile dentro del cuartel, un compañero de promoción la había invitado y nos la presentó como el amor de su vida. Un par de meses después volvieron de Afganistán un montón de soldados hasta entonces desconocidos y por los que pude saber que todo Cristo se había follado a la novia del otro.
Mientras tanto el nazi retrasado de mi compañero seguía mirando con ojos de enamorado a la pecho lobo, hablando de amor verdadero y dando discursos sobre mujeres castas y razas puras... completamente ajeno a todo el trajín de pollas que la otra llevaba a sus espaldas.
A mi novia cuando se lo conté me preguntó que si seguía queriendo estar con ella y no le dió
mayor importancia. De hecho hace un par de meses nos llamamos (ahora somos amiguis) y se estuvo riendo de mí y de lo mucho que sufrí con eso de ser una puta rata traicionera.
Y así es como aprendí que hay mujeres del primer mundo que se presentan a una cita (y a varias) con pelo en los pezones y que no estoy hecho para las infidelidades.