Los que van a heredar (La saga No quiero trabajar - Parte 2)

atontawer

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18 Mar 2017
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Pues como adelanté hace más o menos un mes estoy currando. Yo soy una persona que disfruta estando en el paro, me encanta que me paguen por no trabajar. Aceptaría el sueldo mínimo de Sudán por no tener que pasarme 8 horas haciendo algo por obligación. Preferiría vivir comiendo un bocadillo de nocilla al día y lavarme el culo en el río que tener que trabajar, aunque sólo viviese 10 años más.
Hace un mes disfrutaba del placer de no aportar nada al resto del mundo. Ahora, por no dejar mal al único pariente al que antepondría a mi perro, he tenido que empezar a currar en una mierda de sitio.
Por si no fuera poco, apenas han bastado unos días para identificar a uno de esos personajillos típicos de al menos TODOS los sitios donde yo he trabajado: Los que van a heredar.

El típico subnormal que se desvive por la empresa, que llega siempre media hora antes "para tomarse un café con calma", que vuelve 10 minutos antes del bocadillo "porque hay mucho curro" y espera que hagas lo mismo.
El que delante del encargado suelta un "¡Venga, vamos!".
El que (joder, esto lo he visto) se jode el transformador de un fluorescente del comedor y compra uno de su bolsillo. "Bah, si son cuatro duros".
Pero qué puto asco me da trabajar y que subnormal es todo el mundo.
En fin, vosotros que sois todos grandes emprendedores de éxito tendréis problemas para identificarse con un simple proletario como yo pero ya me he cansado de escribir.
 
La muerte puede llegar te cuando ya no la querías.

no tengo para un esmarfon
 
Si trabajar molase, los Borbones lo harían.

Por otro lado hay que definir trabajar, puesto que hay mucha gente que dice que trabaja muy duro o que le mete muchas horas, y hay algo que no me cuadra. Molaría ver en profundidad cómo es ese trabajo, lo que gana, las horas que mete, etc.

Por último, eso de remar todos en la misma dirección para su puta madre. Hágaselo saber a los "herederos". El patrón no se casa con nadie. He conocido dos casos de trabajadores ejemplares, cada uno de ellos trabajando en dos de las empresas más grandes y tradicionales de La Rioja, y más o menos a la vez, a los dos les dieron el patadón en el culo tras 10 años trabajando. Indemnización máxima y a tomar por culo sin explicarles los motivos.
Ojo, no digo que montar tu propio negocio sea un camino de rosas porque es otra puta mierda enorme. Y tener empleados otra gran puta mierda enorme.

Moraleja: funci, paguita o muerte. The Spanish dream.
 
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Excepto los que van a heredar (yo digo "los que tienen acciones de la empresa"), el resto preferiríamos vivir Cachondo Mental Style pero sin tirar el dinero en putas.

Puesto que no es posible, que menos que trabajar en algo que te guste y no te suponga un sacrificio hacerlo. Cosa harto difícil, eso sí.

Anectodilla: hoy me ha llamado el jefe preguntándome en que fecha quiero coger las vacaciones este año.
Le he dicho que me da lo mismo y que me de la fecha que quede disponible, que de preferencia al resto de compañeros (la mayoría de los casados ya tienen planificada la fecha y si tienen algo reservado seria una putada cambiarsela. Así de poco me importa tener vacaciones). Total, haré lo de siempre: compraré todo lo necesario para no tener que salir de casa y me las pasaré viendo pelis, series, porno rv y durmiendo.

Eso sí. Yo cumplo en el curro pero sin destacar ni dar ese extra que todo el que tiene acciones en la empresa da. Esto no es Japón.


Un abrazo y espero que pronto vuelvas a cobrar el desempleo.
 
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Pues como adelanté hace más o menos un mes estoy currando. Yo soy una persona que disfruta estando en el paro, me encanta que me paguen por no trabajar. Aceptaría el sueldo mínimo de Sudán por no tener que pasarme 8 horas haciendo algo por obligación. Preferiría vivir comiendo un bocadillo de nocilla al día y lavarme el culo en el río que tener que trabajar, aunque sólo viviese 10 años más.
Hace un mes disfrutaba del placer de no aportar nada al resto del mundo. Ahora, por no dejar mal al único pariente al que antepondría a mi perro, he tenido que empezar a currar en una mierda de sitio.
Por si no fuera poco, apenas han bastado unos días para identificar a uno de esos personajillos típicos de al menos TODOS los sitios donde yo he trabajado: Los que van a heredar.

El típico subnormal que se desvive por la empresa, que llega siempre media hora antes "para tomarse un café con calma", que vuelve 10 minutos antes del bocadillo "porque hay mucho curro" y espera que hagas lo mismo.
El que delante del encargado suelta un "¡Venga, vamos!".
El que (joder, esto lo he visto) se jode el transformador de un fluorescente del comedor y compra uno de su bolsillo. "Bah, si son cuatro duros".
Pero qué puto asco me da trabajar y que subnormal es todo el mundo.
En fin, vosotros que sois todos grandes emprendedores de éxito tendréis problemas para identificarse con un simple proletario como yo pero ya me he cansado de escribir.

Los herederos son lameculos de nacimiento.Adulaban a los maestros en el cole,en el instituto,a sus profes de universidad,luego a sus jefes y éstos los tienen mientras les sean útiles el día que les dá una tendinitis o se les corve la espalda a la mutua y en 3 meses van a la calle a buscar nuevo amo.Los tubos fluorescentes se han de cambiar por tubos led que precisamente no tienen reactancia ni ningún otro aparato sólo el tubo led.
 
Esos personajes son la escoria de la sociedad. Perros que lamen la bota que les patea. Esclavos que adulan el látigo del amo.
Un tiro en la sien es lo que se merecen. Por personas como ellos tenemos los convenios laborales de Uzbekistan.
Si trabajar fuese bueno, no té pagarían, te cobrarían por ello.

Hijos de puta.
 
Desde luego que dónde esté el ser tu propio jefe que se quiten todas las mierdas esas de vacaciones, bajas, convenios, seguridad social y demás gilipolleces que tienen los curritos de mierda.
 
Están los herederos. Luego están los amargados (casi todos) que se están quejando de todo toda la jornada.
A veces coincide, muchas veces: un heredero protestante, salvo en presencia del capo, claro.

Son esas pequeñas cosas que te alegran el día y tal.
K:lol:rma et labora.
 
Son cojonudos los herederos estos. Yo también he visto a alguno por ahí suelto, y no doy crédito. Son gente que antepone la empresa no ya a sí mismos, sino hasta a su propia familia. Lo más gracioso es que en todos los casos que he visto, en todos todos, han acabado cogiendo la puerta y la empresa no ha devuelto ni un 0'0001% de lo que ellos, más allá del deber y de su obligación, han dado por ella. A la hora de la verdad, a la hora de decidir si se quedaban o no, todos los desvelos, las compras de su propio bolsillo para material de oficina, las horas extras hurtadas a la mujer o a los hijos, las vacaciones no disfrutadas, los fines de semana trabajados sin tener por qué, la disponibilidad servil 24/7/365... toda esa mierda no les ha servido de nada, y si les tenían que despedir les despedían igual, y si no, no. Como a cualquiera.
 
Yo soy uno de esos que llamáis herederos. De pequeño me enseñaron a trabajar como a un negro, sin descanso, sin quejarme. Mi padre era el peor tirano que os podáis imaginar, trabajábamos como esclavos. No se aceptaban opiniones de ningún tipo sobre nada, no se podía decir cómo había que hacer esto o aquello, no te podías quejar, al contrario, encima tenías que estar agradecido de tener un plato de lentejas en la mesa. Todos los putos días, de sol a sol, menos el domingo por la tarde. En condiciones durísimas, en vez de botas de agua nos quitábamos los zapatos y trabajábamos descalzos, los guantes eran de maricas, para qué usar una carretilla si podías cargarlo a las costillas y arrear.

Recuerdo que la primera vez que salí fuera de casa a ganarme el jornal me quedé flipado del ritmo de trabajo en otros sitios. Todo iba como a cámara lenta, los amos no eran perros rabiosos malencarados, se daban las órdenes de una manera natural, no a voces. Incluso si hacías algo bien te lo reconocían, o te daban ánimos. Jamás de los jamases oí a mi padre estar satisfecho o a gusto con un trabajo realizado, siempre le parecía poco y mejorable.
He sido, y soy, el típico que tenía que hacer más que los demás, todo más, quedar el primero, que se viese que era más trabajador que los otros. Si había que apretar un poco un día, se apretaba; si había que hacer horas, se hacían; si había que salir 20 min más tarde, se salía. Todo así, nunca pido material ni nada, lo que me dan me parece bien, y si no me dan nada también. Lo compro yo y listo.

Mi madre me enseñó a no levantar la voz al señorito, a ser sumiso, a no mirar a los ojos al amo, me enseñó a ser un siervo ejemplar. A transformar todo mi sufrimiento y cansancio en silencio, a resignarse, a tragar bilis, a no jugar con las cosas de comer, a que la vida es sufrimiento, a que un plato de comida cuesta sudor y lágrimas. Mi madre me lo decía y mi padre lo llevaba a la práctica. En las familias pobres se mastica la humildad y el sometimiento.

No os voy a engañar, yo soy ese imbécil que nunca se queja, que acepta todas las ordenes, que arrea al grupo para producir más. Y sí, me han echado de muchos sitios con un hasta luego y gracias.
Mi cicatriz de la hernia es mi recuerdo de guerra, me lo hice con mi primer amo, nadie quería subir a lo alto del remolque a colocar las pacas, es lo más duro. El resto de la cuadrilla prefería quedarse abajo y entre dos tíos subir la paca, pero arriba tenía que haber unos solo para colocarlas en posiciones incomodísimas y haciendo fuerza. Cuando vi la situación me faltó tiempo para decir que me subía yo mismo, lo dije delante del jefe, para que viese que me comía el mundo, que tenía más predisposición que los otros, para ser su favorito. Aún recuerdo cómo noté que se me desgarraba el vientre, cómo noté que se me salía algo de dentro, cómo me rompía. Se lo dije al amo y me dijo que no sería nada, que cuántas pacas me quedaban para llenar el remolque que se lo tenía que llevar ya.

Tengo esa mentalidad de siervo proletario, me gusta mostrar mi sometimiento y agradecimiento a la mano que me da de comer.
 
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Pascual Duarte: la secuela.

Por cierto, ¿qué opina de que la vida puede ser mucho más fácil a tan sólo unos cientos de kilómetros cobrando paguitas de puta madre tan solo por ser un hijo del Magreb censado en un piso patera?

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Opinar es un lujo, mí hábitat no supera los 60 km a la redonda de donde nací, la verdad es que me importa una putísima mierda todo lo que esté fuera de ese radio.
 
Mis variados problemas laborales siempre derivaron de lo que se explica aquí, pero al reves. Mi incapacidad de humillarme, de ejercer el servilismo seguidista, de unirme a claques de acoso, de sujetar la polla que puede servir de trampolín mientras mea, de ser cortés, convencional, de decir que llueve mientras te miccionan encima. En un ambiente laboral en donde la figura del heredero esquirol sin dignidad es norma y no excepción, sin la excusa consuetudinaria de la pobreza de clase de la que habla el tarado de La Mancha.

Uno paga el precio que tiene que pagar, pero con el orgullo resplandeciente y sin la sensación de que se aprovechen de uno. Asume que tiene que hacer las maletas, renunciar a determinadas prebendas y golosas promociones. Pero vas a recorrer la misma distancia que los demás, a cámara lenta. Con el paso de los años estarás en el mismo lugar que los herederos, y a veces por encima. Y cuando tengas la ocasión, podrás mostrarles tu despreció de muchas formas. No son más que el felpudo en que otros se limpiaron los zapatos, y no merece la pena darles categoría humana.

Entre las selectas experiencias que pasaran por mis ojos en los segundos anteriores al tránsito, estará la agresion y humillación pública a la que sometí a un antiguo jefe que hubiese hecho parecer un santo anacoreta a un capataz de plantación negrera. Su rostro de estupor, de incredulidad, su miedo al darse cuenta de que ninguno de sus lameculos se atrevía ayudarlo, su incapacidad de procesar que alguien se atreviese a afrentarlo de esa manera...
 
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Dentro del asco que me daba resultaba hasta entrañable un compañero ya mayor que tuve en mi primer trabajo. Todos los viernes cerca del mediodía la misma cantinela:
-Si viene ese asqueroso (el jefe) con que hay que venir mañana (corte de mangas) ¡Que te den por el culo! le voy a decir.
Más tarde, el jefe:
-Mañana hay que venir.
-Vale.

Nunca entendí esa insistencia con hacerse el digno sabiendo que una hora después iba a humillarse irremediablemente.
Por si fuera poco, tanto él como el otro compañero, también rondando los 50, no ponían ninguna pega a llevar las furgonetas del trabajo a pasar la itv en su tiempo libre, y por la cara, como si fuesen socios de la empresa. En todos los años que llevaban allí nunca habían tenido vacaciones más allá de las fiestas marcadas en el calendario (no sé si se las pagarían). Cobraban 900€ en pleno ladrillazo. Antes hago un Bretonazo que alimentar a mis hijos vendiendo la escasa dignidad que ya de por sí tiene un currela. Por supuesto el jefe un hijo de puta en plan Recio que no agradecía el esfuerzo de ninguna forma, y que con la crisis echó a uno de ellos para meter a su hijo.
 
Mierda puta ¿a qué estamos esperando?

Preparemos los cuchillos de la cocina y vamos a salir a matar gente ¡Ahora mismo!


Bueno si eso después de comer y de la siesta, esta noche mejor, con la fresquita.
 
Yo se que me van a despedir en breve lo se. Es como un rumor que se oye en la lejanía. Nos quieren echar a todos los de ciertos departamentos para meter a gente con contratos mas precarios aún. Pero bueno, mientras me están pagando por este post. Espero que cuando esté en el paro me de tiempo a volverme a poner al día en los ranking de juegos online, porque últimamente la cosa está muy mala y solo tengo lvl trescientos sesentaypico en la última temporada del diablo 3...
 
Entre las selectas experiencias que pasaran por mis ojos en los segundos anteriores al tránsito, estará la agresion y humillación pública a la que sometí a un antiguo jefe que hubiese hecho parecer un santo anacoreta a un capataz de plantación negrera. Su rostro de estupor, de incredulidad, su miedo al darse cuenta de que ninguno de sus lameculos se atrevía ayudarlo, su incapacidad de procesar que alguien se atreviese a afrentarlo de esa manera...

Si eso ya lo cuentas otro día con más detalle, vale?
 
Pues como adelanté hace más o menos un mes estoy currando. Yo soy una persona que disfruta estando en el paro, me encanta que me paguen por no trabajar. Aceptaría el sueldo mínimo de Sudán por no tener que pasarme 8 horas haciendo algo por obligación. Preferiría vivir comiendo un bocadillo de nocilla al día y lavarme el culo en el río que tener que trabajar, aunque sólo viviese 10 años más.
Hace un mes disfrutaba del placer de no aportar nada al resto del mundo. Ahora, por no dejar mal al único pariente al que antepondría a mi perro, he tenido que empezar a currar en una mierda de sitio.

Para no gustarte currar, posees tesoros que muchos quiesieran. Yo, sin ir más lejos, hubiera dado un ojo de la cara por llevar tan bien lo de no currar, cuando no lo hacía, y ambos ojos por tener un pariente a quien poner por delante de mi perro
 
Mis variados problemas laborales siempre derivaron de lo que se explica aquí, pero al reves. Mi incapacidad de humillarme, de ejercer el servilismo seguidista, de unirme a claques de acoso, de sujetar la polla que puede servir de trampolín mientras mea, de ser cortés, convencional, de decir que llueve mientras te miccionan encima. En un ambiente laboral en donde la figura del heredero esquirol sin dignidad es norma y no excepción, sin la excusa consuetudinaria de la pobreza de clase de la que habla el tarado de La Mancha.

Uno paga el precio que tiene que pagar, pero con el orgullo resplandeciente y sin la sensación de que se aprovechen de uno. Asume que tiene que hacer las maletas, renunciar a determinadas prebendas y golosas promociones. Pero vas a recorrer la misma distancia que los demás, a cámara lenta. Con el paso de los años estarás en el mismo lugar que los herederos, y a veces por encima.

Adoleciendo de parecidas taras, nunca me sorprendió ser superado -por estos herrederos- en los concursos de méritos para subir de escala (hablo de la administración, universidades a más señas), aún cuando por tiempo en el puesto o experiencia en similares desempeños, tuviera yo -u otro tarado- mayor puntuación. Pero los síseñores por minuto, o el número de horas extra trabajadas y no cobradas, valían doble contra sencillo.
Lo que no entiendo es lo que comentas de recorrer la misma distancia que los herr, y acabar en el mismo lugar que ellos, o incluso por encima ¿Te refieres al cementerio? Y en tal caso, ¿crees que te canonizarán por ser un tarado irresponsable?
 
Yo se que me van a despedir en breve lo se. Es como un rumor que se oye en la lejanía. Nos quieren echar a todos los de ciertos departamentos para meter a gente con contratos mas precarios aún.

Es muy raro eso, porque lo suyo hoy en día es meter robots en lugar de personas. Pero bueno, sabemos que España no es Japón.
 
Adoleciendo de parecidas taras, nunca me sorprendió ser superado -por estos herrederos- en los concursos de méritos para subir de escala (hablo de la administración, universidades a más señas), aún cuando por tiempo en el puesto o experiencia en similares desempeños, tuviera yo -u otro tarado- mayor puntuación. Pero los síseñores por minuto, o el número de horas extra trabajadas y no cobradas, valían doble contra sencillo.
Lo que no entiendo es lo que comentas de recorrer la misma distancia que los herr, y acabar en el mismo lugar que ellos, o incluso por encima ¿Te refieres al cementerio? Y en tal caso, ¿crees que te canonizarán por ser un tarado irresponsable?



No hace falta llegar al cementerio para encontrar tu lugar bajo el sol. Alcanzar una plaza en propiedad en la sanidad pública en una bonita ciudad en la que estoy encantado de vivir me costo más que a muchos herederos: años viviendo en lugares poco apetecibles y lejos de familia y amigos. Pero a fin de cuentas aquí estoy ahora, y dicen que la mejor venganza es una vida bien vivida. No deber favores y tener el virgo de la dignidad intacto influyen mucho en nuestro autorespeto. De vez en cuando, si me aburro, charlo con alguno de ellos y les recuerdo todas las pollas a presión que tuvieron que meterse por el culo para estar donde estoy yo sin tragar. Divertidísimo ver cómo se sulfuran. Todavía recuerdo la furia impotente de alguno cuando tome posesión de mi plaza actual. Para un lameculos no hay nada peor que lo adelanten por la izquierda pero jugando limpio.
 
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No hace falta llegar al cementerio para encontrar tu lugar bajo el sol. Alcanzar una plaza en propiedad en la sanidad pública en una bonita ciudad en la que estoy encantado de vivir me costo más que a muchos herederos: años viviendo en lugares poco apetecibles y lejos de familia y amigos. Pero a fin de cuentas aquí estoy ahora, y dicen que la mejor venganza es una vida bien vivida. No deber favores y tener el virgo de la dignidad intacto influyen mucho en nuestro autorespeto. De vez en cuando, si me aburro, charlo con alguno de ellos y les recuerdo todas las pollas a presión que tuvieron que meterse por el culo para estar donde estoy yo sin tragar. Divertidísimo ver cómo se sulfuran. Todavía recuerdo la furia impotente de alguno cuando tome posesión de mi plaza actual. Para un lameculos no hay nada peor que lo adelanten por la izquierda pero jugando limpio.

Osea que en vez de comer una polla real, comiste una polla metafísica.
No se muy bien cual es la diferencia.
 
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