Uncle Meat
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- 10 Sep 2005
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¿Qué tal, piltrafillas?
En plena efervescencia cartomántica foril, os presento un juego veraniego que hará las delicias de los más retras de cada casa. Voy al grano:
LA MESA:
La mesa de juego será esta pocilga donde nos encontramos. Constará de un interventor -su presidente- a quien habrá que dirigir los privados con la jugada escogida en cada momento. El interventor será absolutamente imparcial; no obstante, podrá ser recusado y acusado, en su caso. Quien se preste a ello deberá limpiar de mierda su bandeja de mps.
LOS JUGADORES:
Los jugadores deberán inscribirse en este hilo y jugarán según un turno preestablecido -por defecto, se respetará el orden de precedencia-. En principio, el número ideal de contendientes será 2.
EL JUEGO:
Cada jugador saldrá con todas las cartas. Estas cartas hay que mirarlas como oro en paño porque sólo podrán usarse una sóla vez cada una. Cada carta tiene una serie de atributos que la hace única e intransferible. Cada jugador apostará por un atributo en particular y atacará con el mismo. Obviamente, hay cartas relativamente más fuertes y otras que son relativamente basura; la cuestión está en saber administrarlas.
La puntuación por cada baza será el resultado de la confrontación de los atributos de cada carta. En caso de que ambos jugadores saquen la misma carta, ganará siempre el que no salga de mano. En caso de empate en atributos se confrontarán los siguientes atributos. Las puntuaciones -repito, para dos jugadores- serán 1 ó 0.
Las bazas son a ciegas. El jugador mano enviará un privado al interventor de la mesa y especificará el atributo por el que apuesta. Los restantes jugadores se plegarán a la decisión del mano y jugarán con el atributo escogido por este.
Cada vez que se gana una baza, el ganador pasa a ser el nuevo mano.
Ganará la partida quien obtenga más puntos -para entendernos-.
LAS CARTAS:
Por ahora, he conseguido estas. Si alguien se anima a enriquecer la baraja será bienvenido.
Apréciese que algunas tienen unos poderes especiales. Esos poderes especiales se utilizarán en el caso concreto que plantean y tendrán prevalencia absoluta.
LOS PREMIOS:
Los premios para los vencedores dependerán de la complicidad de la administración. No obstante, y en caso de silencio administrativo, habrá sacos de mierda, insultos y demás chucherías para todos.
CONCLUSIÓN:
muahaha
En plena efervescencia cartomántica foril, os presento un juego veraniego que hará las delicias de los más retras de cada casa. Voy al grano:
LA MESA:
La mesa de juego será esta pocilga donde nos encontramos. Constará de un interventor -su presidente- a quien habrá que dirigir los privados con la jugada escogida en cada momento. El interventor será absolutamente imparcial; no obstante, podrá ser recusado y acusado, en su caso. Quien se preste a ello deberá limpiar de mierda su bandeja de mps.
LOS JUGADORES:
Los jugadores deberán inscribirse en este hilo y jugarán según un turno preestablecido -por defecto, se respetará el orden de precedencia-. En principio, el número ideal de contendientes será 2.
EL JUEGO:
Cada jugador saldrá con todas las cartas. Estas cartas hay que mirarlas como oro en paño porque sólo podrán usarse una sóla vez cada una. Cada carta tiene una serie de atributos que la hace única e intransferible. Cada jugador apostará por un atributo en particular y atacará con el mismo. Obviamente, hay cartas relativamente más fuertes y otras que son relativamente basura; la cuestión está en saber administrarlas.
La puntuación por cada baza será el resultado de la confrontación de los atributos de cada carta. En caso de que ambos jugadores saquen la misma carta, ganará siempre el que no salga de mano. En caso de empate en atributos se confrontarán los siguientes atributos. Las puntuaciones -repito, para dos jugadores- serán 1 ó 0.
Las bazas son a ciegas. El jugador mano enviará un privado al interventor de la mesa y especificará el atributo por el que apuesta. Los restantes jugadores se plegarán a la decisión del mano y jugarán con el atributo escogido por este.
Cada vez que se gana una baza, el ganador pasa a ser el nuevo mano.
Ganará la partida quien obtenga más puntos -para entendernos-.
LAS CARTAS:
Por ahora, he conseguido estas. Si alguien se anima a enriquecer la baraja será bienvenido.
Apréciese que algunas tienen unos poderes especiales. Esos poderes especiales se utilizarán en el caso concreto que plantean y tendrán prevalencia absoluta.
LOS PREMIOS:
Los premios para los vencedores dependerán de la complicidad de la administración. No obstante, y en caso de silencio administrativo, habrá sacos de mierda, insultos y demás chucherías para todos.
CONCLUSIÓN:
muahaha