NoMeJoDaSeLoZoNo
Asiduo
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- 9 Oct 2005
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Soy un frívolo. No me interesa nada, excepto divertirme.
Tuve una novia a la que quise más que a nada, y sin embargo la dejé de lado por irme con un par de amigos de bares a emborracharme. A perder el control. Y no me arrepiento.
Estudiaba una carrera que me apasionaba. Y aunque no iba a clase, disfrutaba aprendiendo por mi mismo, leyendo libros e intentando entender como funcionaba todo. Y todo eso lo dejé atrás para autodestruirme, porque prefería dedicar mi tiempo libre a beber cervezas y esperar que llegara el fin de semana para ser feliz.
Lo mismo pasó con mi trabajo. Y con mi familia. Y no me arrepiento.
Llegó un momento en el que, cuando llegaba el viernes, o incluso el jueves, me sentía entusiasmado, porque sabía que iba a divertirme. Sabía que me iba a tomar media botella de Ballantines a pachas con algún amigo, para después acabar en un antro decadente donde sentirme como pez en el agua.
Me sentía dios. Bailaba con una copa en la mano y una sonrisa en la cara, mientras vacilaba a las chiquillas solo para disfrutar. Para sentirme vivo.
Pero todo eso se ha terminado. Y yo quiero seguir vivo. Llevo un mes saliendo solo un día a la semana, y eso me está matando. Necesito emborracharme y poder olvidarme de todo por unos instantes. Necesito que una cría deslengüada me vuelva loco. Necesito drogarme y sentir como mi cuerpo se adapta a las nuevas sensaciones. Pero no me dejan.
Todos tienen una novia, una fiesta en casa de un amigo de clase, un abuelo muriéndose, una cena con los compañeros del trabajo... Todos menos yo. Yo he sido olvidado por todos.
Fallas, Salamanca, Barcelona,... Ningún plan salió adelante. Ayer, jueves, se llenaba Huertas de gente dispuesta a disfrutar de la noche, gente como yo, pero no como mis amigos.
Y hoy. Hoy que me hierve la sangre, hoy que intento seguir con mi autodestrucción. Hoy que sigo con mi Proyecto Mayhem particular. Hoy me quedo en casa. Hoy viernes, tampoco he podido hacer gente para salir de fiesta.
Y llegado este momento, mientras fumo compulsivamente para intentar percibir los efectos de la nicotina en mi cuerpo. Mientras escucho música decadente a modo de banda sonora de mi vida, puedo confirmaros a todos, que cualquier época pasada fue mejor.
Tuve una novia a la que quise más que a nada, y sin embargo la dejé de lado por irme con un par de amigos de bares a emborracharme. A perder el control. Y no me arrepiento.
Estudiaba una carrera que me apasionaba. Y aunque no iba a clase, disfrutaba aprendiendo por mi mismo, leyendo libros e intentando entender como funcionaba todo. Y todo eso lo dejé atrás para autodestruirme, porque prefería dedicar mi tiempo libre a beber cervezas y esperar que llegara el fin de semana para ser feliz.
Lo mismo pasó con mi trabajo. Y con mi familia. Y no me arrepiento.
Llegó un momento en el que, cuando llegaba el viernes, o incluso el jueves, me sentía entusiasmado, porque sabía que iba a divertirme. Sabía que me iba a tomar media botella de Ballantines a pachas con algún amigo, para después acabar en un antro decadente donde sentirme como pez en el agua.
Me sentía dios. Bailaba con una copa en la mano y una sonrisa en la cara, mientras vacilaba a las chiquillas solo para disfrutar. Para sentirme vivo.
Pero todo eso se ha terminado. Y yo quiero seguir vivo. Llevo un mes saliendo solo un día a la semana, y eso me está matando. Necesito emborracharme y poder olvidarme de todo por unos instantes. Necesito que una cría deslengüada me vuelva loco. Necesito drogarme y sentir como mi cuerpo se adapta a las nuevas sensaciones. Pero no me dejan.
Todos tienen una novia, una fiesta en casa de un amigo de clase, un abuelo muriéndose, una cena con los compañeros del trabajo... Todos menos yo. Yo he sido olvidado por todos.
Fallas, Salamanca, Barcelona,... Ningún plan salió adelante. Ayer, jueves, se llenaba Huertas de gente dispuesta a disfrutar de la noche, gente como yo, pero no como mis amigos.
Y hoy. Hoy que me hierve la sangre, hoy que intento seguir con mi autodestrucción. Hoy que sigo con mi Proyecto Mayhem particular. Hoy me quedo en casa. Hoy viernes, tampoco he podido hacer gente para salir de fiesta.
Y llegado este momento, mientras fumo compulsivamente para intentar percibir los efectos de la nicotina en mi cuerpo. Mientras escucho música decadente a modo de banda sonora de mi vida, puedo confirmaros a todos, que cualquier época pasada fue mejor.