Cuando me saqué el carnet me compré un coche de segunda mano (los que con el carnet recién sacado se compran uno nuevo son unos hijos de puta). Tenía 4 años, pero se veía bastante cuidado y tal, con lo que una buena mañana fui a buscarlo al concesionario. Yo con toda mi ilusión que fui por él como si me hubiera comprado un Ferrari, pero joder, era mi primer coche.
La cosa es que llegué a casa y en aquel barrio donde vivía no había un puto aparcamiento ni de casualidad. Al final después de dar mil vueltas encontré un sitio en batería. Meto el coche y como era novato perdido se me caló y en ese pequeño salto que pega al calarse tuve la mala suerte de pegar justo en una esquina de un balcón de estos a pie de calle. Me bajé del coche echando hostias para ver si le había hecho algo y claro que se lo había hecho. Justo se había abollado la parte del capó donde estaba el cierre, con lo que ya no cerraba bien. Primer día y primera visita al taller para arreglar algo. Encima el pedazo de inútil del mecánico me hizo una chapuza y no quedo en condiciones, pero bueno, esa es otra historia.
Al cabo de exactamente 1 mes, con el coche ya arreglado, fui a ponerle una radio, altavoces y toda esa mierda para escuchar a Julio Iglesias a toda leche. Pues bueno, al ir al sitio donde me iban a poner toda la historia, vi que aún no habían abierto, con lo que me fui a hacer tiempo. Iba por una carreterucha y de repente se me cruzó un conejo, di volantazo para esquivarlo, me fui al otro carril y allí que me di la hostia contra un pobre árbol que tuvo la mala suerte de estar en mi camino. Ahí si que quedo el pobre hecho mierda. Todo el frontal machacado, el radiador roto, la bomba del aire acondicionado rota y ni se que más. Un desastre. Segunda visita al taller (esta vez a otro dado el éxito de la primera vez) y una factura de puta madre. En 1 mes con ese coche llevaba gastado como para haberme comprado un BMW casi vaya.
Luego ya por suerte no volví a tener ninguna historia con ese coche. Con el último que tuve si que hubo una historia y fue que algún negro/moro/rumano/gitano/fan de Camela me lo robó. Por suerte el coche apareció al cabo de casi 10 días y sorprendentemente en buen estado. Me habían echado gasolina, ya que cuando me lo robaron estaba en reserva, así que fueron amables. A cambio de echarme gasolina, me llegó un multazo de 500 euros, ya que los muy mierdas iban a 150 en una zona de 80, pero vaya, que pude recurrir la multa y me la anularon. Al menos no lo destrozaron después de utilizarlo. Por eso a partir de ahí si el coche tiene que estar en la calle recomiendo poner el típico hierro de toda la vida. Parecerá cosa de abuelos, pero si ven que tiene hierro ya les digo yo que se van a por otro.
Luego he tenido los típicos arañazos que cuando el coche es nuevo te duelen un huevo, pero cuando ya tiene años pues es uno más.