Meter amigos en casa

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Filimbi

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12 May 2008
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Hola hamijos, hace poco se ha sentado el precedente de meter foreros en casa como si se trataran de muebles sin montar del IKEA. Bueno, la mayoría de foreros tienen cosas con dichos muebles, como dije antes, están sin montar.

Hace tres años, metí a uno que consideraba amigo en mi casa de veraneo, estuvo allí durante tres semanas, aunque en teoría el hijo puta venía para un fin de semana.

El crack este vino con 2 pantalones, uno negro y otro un poco menos negro, y dos pares de calcetines. Dichos pantalones, no pudieron ser metidos en la lavadora porque llenarían de mierda la ropa, así que mi madre estuvo durante media hora lavándolos a mano en la bañera para quitarles toda la mierda, al final los pantalones eran blancos. El chaval ni los reconoció.

Huelga decir que al ser una casa de veraneo, se acostumbra a cenar alguna que otra vez un bocadillo para no estar todo el puto día metido en la cocina. Pues no, el sibarita este, sólo comía de cubierto, nada de bocadillos.

Eso sí, el chaval, a pesar de tener dos calcetines que se cambiaba cada tres días - cada par - y dos pantalones vaqueros llenos de mierda, tenía colonia de marca, ¿eh?. Es más importante aparentar que ser.

Contad vuestras vivencias metiendo gente en casa y cómo éstos demuestran la clase de escoria humana que son.
 
Meter gente en casa

En el piso compartido con otro chaval cuando subimos a trabajar a un pequeño país entre los Pirineos, el hijoputa del gacho (yo no sabía que era un hijoputa todavía) quería tener a la novia para darse mimitos (al parecer la zorra no quería polvo, y el todavía desconocido hideputa estaba a dos velas)...cuando se marcharon de casa había los canutos de 22 rollos de papel higiénico sin tirar a la basura...qué HIJOS DE PUTA, xd xd xd xd
 
A estas si que las metía en mi casa pero me temo que no son foreras:





Les dejaría hasta comerse los yogures caducados, no os digo más.
 
Tema esperpéntico, sin duda. En mi caso ocurrió con un amigo de un amigo al que solo le conocía de cara. Mi novia se había ido a un balneario y los 4 pretendíamos montar una fiesta que se podía prolongar un máximo de 50 horas.

No obstante, el invitado se creyó que estaba en un puto manicomio. Subimos aquella noche el volumen de la música al máximo y el tío materializo su emoción tirando su cubata contra la pared. Nos pusimos los 3 de muy mala leche. Pero eso no fue todo.
Al dia siguiente nos despertó a todos mi móvil en la misma habitación. Y el subnormal lo cogio y lo tiro por la ventana, que estaba abierta. Ahí yo me levante y le solté un puñetazo en la barriga. Si no fuera por los otros 2 amigos que me contuvieron le habría dado una paliza.

El subnormal acabo pagándome los desperfectos, pero juro que ese tío no vuelve a pisar mi puta casa nunca más.
 
A estas si que las metía en mi casa pero me temo que no son foreras

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Filimbi rebuznó:
El crack este vino con 2 pantalones, uno negro y otro un poco menos negro...
Creo que la palabra que buscas es gris. :lol:

Mis padres NUNCA me han dejado meter amigos in da house, y las pocas veces que he traído alguno ha sido cuando ellos no han estado presentes para avergonzarme tirándose pedos o haciendo alarde de sus raices barrieras. No obstante, me he acabado arrepintiendo de que vieran las condiciones en las que malvivo con mis progenitores hasta el punto de limitar mis cópulas a exnovias o amigas que ya esten acostumbradas a follarme en la casa de los Flodder.

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He ido yo más veces a casa de mis amigos por vacaciones que ellos a la mía y cuando lo han hecho se han portado bastante mejor que yo en la de ellos.

El caso es que en los viajes del colegio y la carrera hemos sido bastante hijos de puta y estoy seguro que a algunos de vosotros, que os molesta una mosca en el culo y sois más puritanos que un crucifijo de madera clavado en una pared de adobe y siendo venerado por una monja con las gafas de Lopez Rodó, no os gustarían.

Recuerdo cómo quedó nuestra habitación de un hotel tunecino tras una fiesta a la que invitamos a todos nuestros compañeros, a turistas que andaban por allí y al botones. Recuerdo que cuando se hizo de día y se me pasó un poco el pedo comprobé la existencia de una espesa capa negra flotando por el suelo de nuestra habitación, el pasillo del hotel lleno de cristales de vasos y metales de huevo cocido porque nos había dado por hacer concursos de lanzamiento de martillo, un amigo incosciente en la galería, sentado en una silla roncando y con la cabeza como la parte de atrás de un cromo por haberse tirado encima una botella de ron miel. En medio de todo ello, la radio tunecina sonando a toda hostia toda la noche, porque el botones, con una melopea que no se tenía, se había cargado el botón del volumen y era imposible apagarla.

Estuvimos con los cojones en la garganta durante bastantes horas, pues al finalizar la estancia el guía turístico responsable de ti te mandaba rellenar un papelito que no sé para qué cojones servía, con tus datos personales. Evidentemente, no dimos nuestra dirección verdadera.

Por no hablar de que ese mismo día por la mañana nos montaron en un jeep en el puto desierto del Sahara a 45 grados en marzo, con el objetivo de hacer 30 kilómetros para ver una mierda de cascada que hay en medio de la nada. Mi buen amigo el de la botella de ron miel en la cabeza, con el pelo cuan Mario Conde, sintió una horrible nausea y sudores fríos a los pocos minutos de estar recorriendo tierras áridas y echó la pota en el coche.

Aquello olía como la barra del bar de putas más sidosas de Ucrania. El moro conductor loco se cabreó y no se le ocurrió mejor forma de putearnos que meternos por las dunas. Parece que ya que uno le había potado el coche, le daba igual tener que limpiar seis vómitos.

Yo aguanté estoicamente, pues tengo la resistencia del jodido Aldrin en los medios de transporte y el olor a vómito me recuerda a cuando era pequeño y mi padre llegaba borracho y me acunaba. Pero más de uno me salpicó el pantalón con su vómito, compuesto mitad por alcohol y mitad por nachos de la cena del día anterior.mmmmm

LA RULETA DE LA FORTUUUUUUUUNA

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-Hola comebolsas de putalocura. Bienvenidos a La Ruleta de la Fortuna. Pasemos a ver el siguiente panel. De título lleva "una cosa que no le interesa ni a su puta madre", y éstas son las letras que hay que descubrirl...

-- ---------

-Turno para el primero de nuestros concursantes. Antonio, de Almería. Di una letra...

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-La gñé

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-Creo que he entendido la té. Veamos cómo queda el panel...

-- ------T--

-Pasemos ahora a la concursante tetuta que no tiene ni puta idea, pero que ponemos aquí todos los días para que se le vean las bufas mientras tira de la ruletaaaa... Se llama Manuel y ha venido en bus desde Fuengirola.

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-Resuelvo...

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-No puedes Manuel. Recuerda que si aciertas ganas, y tiene que pasar al panel final el tercer concursante, que es el simpático retard que hace el mong cuando le toca tirar, canta en el panel COMBOTE y, por tanto, cae bien a los viejos que ven esto.

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-No, no, resuelvo. Me la sgñé.

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-Pero mujer. El elegido es el tercer concursante. Es el que tiene que ganar. Está en paro y tiene hijos y el coche le vendría muy bien, aunque cuando lo declare a Hacienda tenga que pagar la mitad de su valor y le embarguen la casa porque no puede pagarlo.

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-No puedo creer que vaya a perder. Con el dinero iba a pillar keta y a imaginarme que me follo a Carmina Ordoñez in the sky.

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-Me la sé y lo digo.

EL ANECDOTÓN


 
Filimbi rebuznó:
Eso sí, el chaval, a pesar de tener dos calcetines que se cambiaba cada tres días - cada par -


¿eh?. gente demuestran la clase de escoria humana que son.

¿Cada cuanto os los cambiás vosotros pues? Yo hay veces que me duran toda la semana. Los calzoncillos, lo mismo.:93 Verídico
 
El_Huraño rebuznó:
¿Cada cuanto os los cambiás vosotros pues? Yo hay veces que me duran toda la semana. Los calzoncillos, lo mismo.:93 Verídico

Tio eres un puto cerdo das pus, Yo los calcetines me los cambio cuando por la implacable accion del resudor se quedan acartonados a cual bota de monte, lo calzones mas de lo mismo tambien me vale que lo negro y amarillo llegén a juntarse
 
Meter a un amigo en mi casa me parece una aberración básica; algo contrario a los más elementales principios de la lógica y de la física cuántica. Si se trata de un amigo de verdad, ¿cómo coño le voy a meter en mi casa?
 
Filimbi rebuznó:
Huelga decir que al ser una casa de veraneo, se acostumbra a cenar alguna que otra vez un bocadillo para no estar todo el puto día metido en la cocina. Pues no, el sibarita este, sólo comía de cubierto, nada de bocadillos.

Ya me han contado varias personas la existencia de ese tipo de gentuza que no acepta un bocadillo como alimento. De hecho creo que en alguna excursión al campo realizada en compañía de plebe he observado que en el almuerzo sacaban sus platos, botellas y cubiertos mientras el resto comía en bocadillo. La tentación de pasar por su lado y tirar los platos al suelo fue grande, pero uno tiene un estatus y una cara de porcelana que conservar.
Les metía el puño por el culo hasta que me recitaran los primeros tres párrafos del Quijote textualmente.
 
Yo un día metí a dos amigos yonquis en casa con el fin de rehabilitarlos. Primero fue uno que se largó nada más llegar porque tenía no sé qué asunto. Y vino en avión.
El otro le tuve una semana, en realidad era amigo de mi otro amigo y se le iba la pastilla mucho y había mal rollo.
Desde que sólo abro unas rendijas de la persiana en todo el día y no tengo amigos, me va mejor.
 
Mi abuelo decía ; el huésped es como la pesca , al tercer día apesta.
Meter alguien en tu casa es una mierda, a no ser que sea rico o de tu sexo opuesto.
 
Debió ser muy duro para ti, azote de la escoria, que tu madre permitiese a un cerdo campar a sus anchas durante tres semanas. Me pregunto porqué lo haría...


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Por suerte nunca he tenido que invitar a nadie, ya que mi padre siempre ha preferido gastarse el pastizal en buenas vacaciones que en tener posesiones de veraneo.

Eso me ha permitido ser el ser inmundo que iba a la playa/montaña (según el colega) a beber/jincar/drogarme/vomitar sin tener demasiados problemas. Al fin y al cabo, siempre he sido un chico de provecho, y los padres lo valoran (funcionario, no hagais eculubraciones)
 
Una vez una amiga vino a pasar una semana a casa y terminó currando conmigo. Fue horrible tres meses compartiendo habitación, sin intimidad con mi pareja porque ella siempre venia con nosotros. El pobre estaba hasta lo huevos. Menos mal que conoció un chico y en septiembre cuando se le terminó el contrato se fue a vivir con él.


Eso si me llegó una factura de teléfono de casi doscientos euros, comprobé la factura y eran número del tarot! Que fuerte!:sad::shock:
 
Una vez una amiga vino a pasar una semana a casa y terminó currando conmigo. Fue horrible tres meses compartiendo habitación, sin intimidad con mi pareja porque ella siempre venia con nosotros. El pobre estaba hasta lo huevos. Menos mal que conoció un chico y en septiembre cuando se le terminó el contrato se fue a vivir con él.


Eso si me llegó una factura de teléfono de casi doscientos euros, comprobé la factura y eran número del tarot! Que fuerte!:sad::shock:


Vuelve al foro ligue, ZORRA.
 
Una vez una amiga vino a pasar una semana a casa y terminó currando conmigo. Fue horrible tres meses compartiendo habitación, sin intimidad con mi pareja porque ella siempre venia con nosotros. El pobre estaba hasta lo huevos. Menos mal que conoció un chico y en septiembre cuando se le terminó el contrato se fue a vivir con él.


Eso si me llegó una factura de teléfono de casi doscientos euros, comprobé la factura y eran número del tarot! Que fuerte!:sad::shock:


Hola juapa, no hagas caso a esta gente que esta toda pillada, yo puedo ser tu hamijo, te apetece un churrito con chocolate??


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ROGELIONTE rebuznó:
Hola juapa, no hagas caso a esta gente que esta toda pillada, yo puedo ser tu hamijo, te apetece un churrito con chocolate??


girl-shitting.jpg


nota mental: no mirar spoiler mientras desayuno:93
 
Todo esto empezó en los 80, con las teleseries norteamericanas, del estilo de Los problemas crecen (Nick Cameron mis pajas aún se acuerdan de ti) donde lo habitual era que algun amigo gorrón compartiera desayuno, cocina y baño con la familia protagonista y acampara en el jardin de casa sin escrúpulo ninguno ni consideración por las buenas formas y la intimidad de la los Seabert y su tropa de adolescentes pulcros, bellos y ejemplares.

Como somos (sois) gilipollas, este fenómeno de imitación, (siempre cogemos los modelos más estúpidos y menos provechosos), siguió por la celebración de los cumpleaños en el macdonalds y acabó derivando en ese momumento al cretinismo y la imbecilidad más rampante que es la celebración de la fiesta de Hallowend por las calles de nuestras ciudades, donde un montón de zombis idiotizados y con tendencias homosexuales salen vestidos de payosos a demostrar que pensar de forma autónoma no es asunto suyo y prefieren que sea el balido del rebaño el que marque su camino.

En España, donde los trapos sucios se lavan en casa y por lo tanto más alla de las de las impolutas fachadas entramos en una realidad de traperos y carencias, la gente no permite el acceso a sucasa salvo a familiares y previa operación de maquillaje y restañamiento de humedades, chatarras varias e higeniación generalizada. Nadie con un poquito de amor propio metería a un amigo en las profundidades más intimas y cotidianas de su madriguera para que al salir publicara a los cuatro vientos el mundo de chaboleo y miseria en el que vivimos. Vivir como en la series de la tele es cosa de ricos y hippies sin sentido del ridículo.
 
Yo jamás he invitado a casa a un amigo. Eso sí, quedarme en sus casas, armarlas gordas y hacer que todos ellos se caguen en Dios, encantado.
Recuerdo con especial cariño aquella fiesta de cumpleaños en la que, a las 6 de la mañana, un fornido vecino con las manos protegidas por las clásicas vendas full contact, llamó a la puerta para amenazarnos de que el próximo ruido que oyera tiraba el tabique abajo de un hostión.
Huelga decir que, pese a acojonarnos en ese momento, los loles al cerrar la puerta fueron monumentales.
 
La gente miente más que habla. Nos pasamos manteniendo conversaciones y debates virtuales sobre diferentes temas de la actualidad porque nos sentimos más solos que la una y ahora resulta que todo Dios tiene amigos con los que comparte intimidades varios minutos al día. ¿nos tomáis el pelo?

En fin, yo me voy a ver las cinco horas del Tour de Francia que está la cosa emocionante. No hay nada mejor que pasarse las tardes veraniegas viendo como hombres depilados dan pedales para recorrer distancias en cinco horas que en coche se harían en media. Me he chupado todas las etapas.
 
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