Que buena idea. Ojalá lo hubiese leído dos meses antes. Que buen motivador.
Hijo de puta.
WARNING: Abuelo cebolleta incoming.
Una de las cosas que aprendí en mi periplo por lo más granado del mundo laboral, es que unos son felices en unos tipos de trabajo, y otros en otro.
En mi caso, era una multinacional alemana. 7.45 horas al día, los últimos 15 minutos para limpiar el puesto. A turnos, incluido nocturno de vez en cuando. 15 pagas (2 extras y una de beneficios). Y había unas "horas incentivadas" en las que currabas con más brío y te pagaban más. Al final, en conjunto, era un pastizal y la gente se mataba y vendía el himen porque le hicieran fijo.
Hice de todo allí. Por razones largas de contar me cambiaban constantemente de puesto, y así pude comprobar que todos, para mi, eran una puta mierda. Tareas que debería hacer una máquina, pero que por razones tecnológicas, o porque tener un mondrolo era más barato que un robot, las hacía un subser humano. Ahí descubrí que multitud de mierdas cotidianas que pensabas lo hacían robocs, hay un gilipollas perdiendo su vida cada día en hacerlas. Eso sí es horror cósmico y no Cthulhu.
En una ocasión caí en algo tolerable. Montaba módulos grandes y complejos. Requería el uso de distintas herramientas y distintos procesos. Así que me molaba bastante. El anormal con el que trabajaba se había taladrado no hacía mucho la mano por ir deprisa para cumplir un horario de esos "incentivados".
El caso es que trabajábamos con un material que soltaba unas microfibras que se te adherian a la piel, al mono, al pelo y a su puta madre, y que al final de la jornada nos quitábamos con una pistola de aire comprimido, porque de otra forma solo lograbas que se te clavasen a fondo en la piel. Se suponía que debíamos trabajar con mascarilla, pero eso era cosa de maricones y cosas así de macho hispanita.
Lo que vengo a decir es que cuando encontré un puesto que me gustaba, descubrí enseguida que sería mortal, o me causaría alguna enfermedad chunga, a medio plazo. Y lo tuve que incluir en mi lista de "tareas de mierda". De todas formas, al poco me volvieron a cambiar. Era como el comodín del público.
En resumen, lo que para otros era ansiado objeto de deseo laboral, para mi era el séptimo círculo del infierno, y salí de allí tan pronto como pude. Entre tanto, y sobre todo a causa de la desesperación que me causaba currar allí, tuve un accidente de tráfico en una autovía en obras volviendo de trabajar. Arreglar el coche me costó una mensualidad completa. Los caminos de LOL son inexcrutables.
"Los sellos son el futuro" :_)
Me cago vivo. Me pasé ese juego en el CPC que he mencionado antes, y solo usé la Micromanía para el laberinto, no sin antes haberlo intentado infructuosamente a las bravas. Creo que sin la guía era imposible.
Como lo disfruté. Como gozaba con aquellos juegos, y con los que vinieron después.
Cuando se pusieron de moda con las consolas, yo ya estaba harto de ellos. La gente lo flipaba infinito con el FIFA y a mi me parecían anormales. Diría que fui un Hipster de los vidriojuegos, y que cuando se volvieron mainstream pasé de ellos. Pero en realidad fue algo fluido y natural, no planeado. Así que me absuelvo.