Yo me metí en el mundillo de la investigación biomédica. Una de las razones de elegir este camino en la vida, más duro que el mundo laboral, fue huir de tener un jefe cabrón en una empresa que se enriqueciera a costa de mi trabajo, que me pasaran por encima los enchufados y que los pelotas de turno fueran los mejor considerados. El mundo del laboratorio pensaba que era muy distinto. Si te sacrificas trabajando bien, el fruto se lo lleva la Sociedad, pero no se enriquece nadie. Al que mejor se le da investigar, descubre más cosas y se le valora el mérito, pues consigue que al laboratorio sigan financiándole proyectos de investigación. Y el enchufismo no se debe producir en un trabajo tan particular (muy poca gente sirve para la investigación). Eso me creía yo.
La realidad es que los laboratorios están plagados de inútiles, pero no pasa nada, porque si no obtienen resultados, se los inventan. Y a menudo acuciados por su jefe, que lo sabe perfectamente, pero lo fomenta porque tiene un contrato de investigación con una empresa farmaceútica que le paga una millonada. Y es frecuente que tengan gente sin cobrar ("atrapados" por varios años por tener que acabar una tesis doctoral) mientras que ellos cobran su sueldo más el dinero de la empresa farmaceútica (ellos figuran en el contrato como los que hacen el trabajo).
Los enchufes son lo más brutal de la administración española (especialmente en las facultades de Medicina), si no eres familiar o protegido de alguien, no entras, asi de claro. Si si que estás apadrinado, pasarás unos años firmando por el morro como autor los trabajos de investigación de tus compañeros (es ilegal, claro, pero no se puede hacer nada y sucede a diario) para que cuando salga el concurso-oposición a una plaza, se la lleven.
Luego esta gente son uno inútiles que ni dominan las asignaturas de las que imparten docencia ni tienen capacidad investigadora. Pero no pasa nada: sencillamente no trabajan. Pueden venir una hora al día a impartir su clase, 4 dias por semana, y al acabar se vuelven a casa. Y nadie les puede decir nada. Algunos hasta presumen de ello: "investigar en la universidad es de tontos, yo no me complico". Otros tienen otro trabajo: jefes de servicio en hospitales, consultas médicas, una farmacia, un laboratorio de análisis (estos últimos suelen robar material e instrumental de la facultad para su negocio). En fin ... este país, mala solución tiene.