Migajas de rico VS la caridad del pobre

Tanto como eso no, pero si dice de echar un rato más para acabar el bancal y mis compañeros dicen que ya es la hora, sí que soy de los que les convence en presencia del señorito para ganar puntos. Eso sí que lo hago, me sale solo, no es algo premeditado. Me gusta demostrar al amo mi lealtad.
 
Tanto como eso no, pero si dice de echar un rato más para acabar el bancal y mis compañeros dicen que ya es la hora, sí que soy de los que les convence en presencia del señorito para ganar puntos. Eso sí que lo hago, me sale solo, no es algo premeditado. Me gusta demostrar al amo mi lealtad.

Te sale solo el ser ruin. Eso sí, no tienes TV para no perder tu 'esencia'.
 
A ver, cómo os lo explicaría. El que me da de comer es el amo, los otros son mis competidores. No sé si me explico.
Decía mi madre que se saca más de las migajas de un rico que de la caridad de un pobre.
 
Tanto como eso no, pero si dice de echar un rato más para acabar el bancal y mis compañeros dicen que ya es la hora, sí que soy de los que les convence en presencia del señorito para ganar puntos. Eso sí que lo hago, me sale solo, no es algo premeditado. Me gusta demostrar al amo mi lealtad.
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A ver, cómo os lo explicaría. El que me da de comer es el amo, los otros son mis competidores. No sé si me explico.
Decía mi madre que se saca más de las migajas de un rico que de la caridad de un pobre.
Eres envidioso, cotilla, impuntual, vago y seguramente ruidoso. La verdad es que de todos los que poblamos el foroc, eres el más español de todos si atendemos a los defectos que nos atribuyen los enemigos de este país.
Pero se te olvida algo, es más fácil que te respete el poderoso siendo más contestatario que servil. Al servil no tiene que convencerlo, se ofrece para cualquier actividad a cada cual más humillante. Es al otro al que tendría que tener en cuenta para cualquier cosa...
 
Eres envidioso, cotilla, impuntual, vago y seguramente ruidoso. La verdad es que de todos los que poblamos el foroc, eres el más español de todos si atendemos a los defectos que nos atribuyen los enemigos de este país.
Pero se te olvida algo, es más fácil que te respete el poderoso siendo más contestatario que servil. Al servil no tiene que convencerlo, se ofrece para cualquier actividad a cada cual más humillante. Es al otro al que tendría que tener en cuenta para cualquier cosa...
Tontunas, al señorito no le gusta dar explicaciones al obrero. Cuanto más servicial mejor. No quieren hablar de derechos laborales ni discutir de ética con un jornalero. Para eso están las monterías donde se juntan los señoritos, el farmacéutico, el secretario del ayuntamiento y otros amigos donde se tratan asuntos de igual a igual.
 
Decía mi madre que se saca más de las migajas de un rico que de la caridad de un pobre.
La frase es muy bonita, pero ¿a ustec tampoco le ha ido muy bien arrimándose a los ricos, o sí?

Dos. Conozco a dos personas con un patrimonio interesante, como para no tener que trabajar el resto de sus días viviendo a todo trapo poniéndose un sueldo Nescafé de 3000 si quisieran. El primero no da un palo al agua pero tampoco gasta demasiado, ni lleva ropa de marca, ni va de vacaciones a sitios a los que muchos mataríamos por pisar, pudiendo ir a dónde le saliese de la polla una vez al mes. Tampoco regala nada. No es rata, pero tampoco espléndido.

Y el otro es un puto judío, que le he visto joderle tabaco a un tío que estaba con 400 €, viviendo en el barrio de los gitanos, y escaquearse a la hora de pagar. Eso sí, zapatitos de 400 € y pistolitas para presumir delante de sus amigos menos favorecidos.

Dame las migajas del pobre, hijo de puta. Te escupo en la cara, mandingo.
 
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Es que el segundo no es rico, es solo un tipo con suerte con aprecio por su dinero y el de los demás. Yo me refiero a terratenientes que necesitan a gente en el campo, no a gente que viven de unas rentas y no dependen de la masa obrera. De los segundo ya sé que no dan ni los mocos, pero los primeros necesitan mastines fieles que espanten a los lobos del cortijo.
 
Tienes la miseria, en todas las acepciones, implantada en el cerebro. Te crees tu cuento y me preguntas que qué sé de la vida.

Sal de tu pueblo, anda.
 
Tienes la miseria, en todas las acepciones, implantada en el cerebro. Te crees tu cuento y me preguntas que qué sé de la vida.

Sal de tu pueblo, anda.


Pero es que esa es la vida de pueblo, amic. Otra realidad más, vida diferente pero no tan lejana de la de ciudad y cualquier empleo.
 
Es que el segundo no es rico, es solo un tipo con suerte con aprecio por su dinero y el de los demás. Yo me refiero a terratenientes que necesitan a gente en el campo, no a gente que viven de unas rentas y no dependen de la masa obrera. De los segundo ya sé que no dan ni los mocos, pero los primeros necesitan mastines fieles que espanten a los lobos del cortijo.
El primero es terrateniente. Buen fondo. Un poco cabrón, pero ni más ni menos que los demás mortales. Y debe de tener más aún que el segundo.

El segundo, nació del conejo adecuado. Soberbio como si fuese de coca por Ibiza acompañado de gaiteros como el alcalde de Ortigueira. Lo sabe todo, y es un jodido pedante sin ninguna valía demostrable más que su poder adquisitivo, ser de la Cofradía del puño cerrado, y ser vergonzosamente altivo.

Eran hamijos, pero supongo que a partir del octavo quinquenio, el primero reparó en que el tiempo es más escaso que el oro, puesto que no es renovable, por lo que mandó a tomar por culo al segundo.

No se hablan. Ocurrió en Logroño.
 
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El tercero en discordia, proveedor involuntario de tabaco del segundo, y pobre como las ratas, es de mis mejores amigos, y aunque le queden los últimos 20 €, se paga una ronda. Eso, dice mucho.

Así le va. Así nos va.
 
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Un rico no siente ni el más mínimo respeto, NI EL MÁS MÍNIMO, por el ser servil. Tú ponte a hacerle reverencias a uno así y a asumir que él está por encima y es más que tú y acabará pensando en que no vales más que su perro. Es más: para él valdrás menos que un perro, porque al perro aún le cogerá cariño, al servil no se le coge ninguna clase de cariño.

Sigue lamiendo las botas del poderoso, pero que sepas que si te echa un trozo de pan no es más que para ver cómo corres como el perro que le demuestras ser.
 
Un rico no siente ni el más mínimo respeto, NI EL MÁS MÍNIMO, por el ser servil. Tú ponte a hacerle reverencias a uno así y a asumir que él está por encima y es más que tú y acabará pensando en que no vales más que su perro. Es más: para él valdrás menos que un perro, porque al perro aún le cogerá cariño, al servil no se le coge ninguna clase de cariño.

Sigue lamiendo las botas del poderoso, pero que sepas que si te echa un trozo de pan no es más que para ver cómo corres como el perro que le demuestras ser.
Acostumbrado está. Bebe cervezas en tarros de alcaparras, tira la comida en un folleto del Lidl. Hay perros que comen más dignamente
 
A ver, cómo os lo explicaría. El que me da de comer es el amo, los otros son mis competidores. No sé si me explico.
Decía mi madre que se saca más de las migajas de un rico que de la caridad de un pobre.
Cuando te enteres que el señorito sin currantes se come los mocos pero que currantes sin señorito tiran perfectamente te va a dar un vuelco a la neurona.
 
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