Yo tuve a una novia de Graná, y cada vez que iba con la parienta, la madre de la susodicha (que vivia sola) no dejaba de contarnos lo agobiada que se encontraba porque los del piso de arriba follaban (utilizaba un eufemismo, la mujer) a todas horas. Por supuesto, la primera vez lo tomé a broma, pensando que la buena señora exageraba. Pero no, en absoluto: la pareja de arriba (ejpañoles de pura cepa, al parecer) no dejaban de follar y -ella- de gritar como si la matasen a todas horas. Mi "suegra" decía que estaban en el paro, "los pobres" (momento de conmiseración por su parte).
Era una cosa increíble, sub o superhumana, no sé qué decir. A todas horas, del día o de la noche, y eso se repetía en todas las visitas que hice, cada día y madrugada varias veces, más de cuatro veces de media (sin contar las veces en que yo no me encontraba en el piso y sí disfrutando de Graná). Aún lo recuerdo con una mezcla de admiración y de escalofríos. Vamos, pa llamar a Íker Jiménez.
La buena señora tenía, en su piso, puerta con puerta, a un guardia civil jubilado, al que acudía periódicamente dando la plasta en busca de ayuda y consolación, porque ya no podía dormir sin pastillas. El presidente de la comunidad, por supuesto, se lavó las manos (¿qué podía hacer ese Juan Cuesta?), y mi "suegra" descartaba por completo la denuncia... Se estaba convirtiendo en un problema de convivencia vecinal, pero el resto del vecindario al parecer pasaba del tema (¿serían conflictivos, además?). No sé si lo correcto habría sido llamar a un técnico certificado en medición de decibelios (previa comprobación de que el aparato estaba en correcto funcionamiento, ojo), más un Notario que levantara acta, y eso durante al menos dos días, claro, y a tu costa. Pero si esa pareja se comportaba como los infraseres de "La máquina del Tiempo", los morlocks follando, ya os podéis imaginar cómo reaccionarían ante una denuncia de ese tipo (que estaban en paro, además, señoría).
En fin, que al cabo del tiempo y de varias visitas, lo dejé con mi chica, y no supe más del tema. Pero verdaderamente acojonante.