¿Mujeres interesantes? ¿En serio? ¿Cómo eran?

Es curioso, pero no he encontrado muchas chicas con las que hablar sobre economía, no sé por que será.

Y de política y religión, hay que tener cuidado con quien hablas y qué hablas, puedes tener un rojaz@/fachaz@ escondido que odiara que "blasfemes" contra su dios de izquierda/derecha, respectivamente.

Mujer u hombre, lo que yo creo que les hace interesante es que tengan inquietudes de cualquier tipo. Un tema que les apasione y en el que profundicen. Luego ya te será interesante si el tema que les gusta, te gusta a ti también.

Odio a la gente plana, que ni pincha ni corta, ni tiene una opinión formada sobre casi nada. Merecen de morir.
 
¿Conocen ustedes a muchas mujeres que se cuestionen a sí mismas de un modo más o menos coherente? No les hablo de lo puramente accesorio o podríamos decir cosmético, es cierto que una mujer es capaz de entablar un proceso casi dramático contra sí misma por tener celulitis, haber engordado, no ser lo suficientemente rubia de modo natural, tener la piel así o asá y demás tonterías.
.


Por no hablar de hombres que entablan un proceso casi dramático contra sí mismos porque su equipo de fútbol ha bajado de división, ha echado tripa de camionero o no le llega la pasta para tener un Porsche. A cada uno lo suyo, si nos ponemos a generalizar.

La gente interesante es como las películas o los libros interesantes. A algunos les parece interesante El Código Da Vinci o a otros les parece interesante En busca del tiempo perdido. Define "interesante". ¿Qué te interesa? ¿Qué no te interesa? Hay quienes no siente interés por los deportes, la política o la filosofía y sin embargo tienen sentido del humor, encanto o inteligencia ¿no son interesantes?
 
Me parece que por ahí arriba ya han dado en el clavo.

Lo que me deja con ganas de más en una tía son los dobles sentidos, los requiebros, los lugares comunes sacados de contexto, su interpretación personalísima del mundo y la agilidad para saltar de un tema a otro sin profundizar y con naturalidad.

Abajo las berreas económico-social-religiosas que no van a ninguna parte y sólo sirven para dejar en evidencia a los contertulios.
 
Ciclon Larry rebuznó:
Odio a la gente plana, que ni pincha ni corta, ni tiene una opinión formada sobre casi nada. Merecen de morir.

A mí las opiniones formadas me dan miedo.

Siempre he pensado que lo interesante de una persona está en su capacidad de hacer especiales algunas cosas que hasta ese momento habías considerado banales.
 
BernardBlack rebuznó:
Lo que me deja con ganas de más en una tía son los dobles sentidos, los requiebros, los lugares comunes sacados de contexto, su interpretación personalísima del mundo y la agilidad para saltar de un tema a otro sin profundizar y con naturalidad.
.


Esasto. Una conversación ligera que distrae, relaja y entretiene, siempre es una cosa muy de agradecer. Yo no se qué manía tiene el personal con lo de los gustos, las aficiones, los libros, los puntos de vista y la madre que lo matriculó. Tus aficiones y tus gustos son TUS aficiones y TUS gustos, y para hablar de política y de motores de cuatro tiempos están los amigos, en el supuesto, claro está, de que se tenga alguno.
Las tías no están para discutir, ni para debatir, ni para apasionarse con lo que uno hace, ni para contarles tus penas e inquietudes, ni para llevarlas al entierro de tu abuela, ni para compensar las carencias de tu vida. Y el que no lo vea así, lo tiene crudo. A las pruebas me remito.
 
Elmer Batters rebuznó:
Las tías no están para discutir, ni para debatir, ni para apasionarse con lo que uno hace, ni para contarles tus penas e inquietudes, ni para llevarlas al entierro de tu abuela, ni para compensar las carencias de tu vida. Y el que no lo vea así, lo tiene crudo. A las pruebas me remito.

Me ha puesto ustec en la grave tesitura de preguntarle que, entonces, visto lo visto, para qué están. Y no me diga simplemente para follarlas, porque ya ese tema me lo conozco y reconozco que lo empleo como primera opción.

No le reprendo ni acuso de su tesis, porque comprendo que es así (o al menos lo parece) y que raramente se puede encontrar una hembra con la que se pueda hablar de algo en condiciones, o que pueda ofrecerte ayuda compasiva, que sepa escucharte y dialogar o que sea capaz de demostrar una actitud madura en circunstancias adversas, sino que le ofrezco la oportunidad de que me ilumine y me diga para que otra cosa podrían servir.

No quiero pensar que todos nuestros esfuerzos están únicamente encaminados a llevar a "algo" al lado que hace bonito y queda bien lucir. Sería para echarse a llorar. Tiene ustec que darme fe en esta vida...
 
Me ha puesto ustec en la grave tesitura de preguntarle que, entonces, visto lo visto, para qué están. Y no me diga simplemente para follarlas, porque ya ese tema me lo conozco y reconozco que lo empleo como primera opción.

No le reprendo ni acuso de su tesis, porque comprendo que es así (o al menos lo parece) y que raramente se puede encontrar una hembra con la que se pueda hablar de algo en condiciones, o que pueda ofrecerte ayuda compasiva, que sepa escucharte y dialogar o que sea capaz de demostrar una actitud madura en circunstancias adversas, sino que le ofrezco la oportunidad de que me ilumine y me diga para que otra cosa podrían servir.

No quiero pensar que todos nuestros esfuerzos están únicamente encaminados a llevar a "algo" al lado que hace bonito y queda bien lucir. Sería para echarse a llorar. Tiene ustec que darme fe en esta vida...
Algunas mujeres pueden servirnos también para hacer la compra, cocinar, coser botones etc. Como una madre pero a la que te follas también.
 
Me ha puesto ustec en la grave tesitura de preguntarle que, entonces, visto lo visto, para qué están. Y no me diga simplemente para follarlas, porque ya ese tema me lo conozco y reconozco que lo empleo como primera opción.

No le reprendo ni acuso de su tesis, porque comprendo que es así (o al menos lo parece) y que raramente se puede encontrar una hembra con la que se pueda hablar de algo en condiciones, o que pueda ofrecerte ayuda compasiva, que sepa escucharte y dialogar o que sea capaz de demostrar una actitud madura en circunstancias adversas, sino que le ofrezco la oportunidad de que me ilumine y me diga para que otra cosa podrían servir.

No quiero pensar que todos nuestros esfuerzos están únicamente encaminados a llevar a "algo" al lado que hace bonito y queda bien lucir. Sería para echarse a llorar. Tiene ustec que darme fe en esta vida...


Pues sinceramente, no le sabría responder. Que estoy obsesionado con ellas y soy adicto al cortejo, es un hecho. Que me dan ganas de matarlas cuando no siguen el juego, por parecerme ésto una ofensa gravísima, también. Y que una vez conquistadas, a los pocos días ya no sé qué hacer con ellas, es una realidad. He aquí mi drama personal.
Cada día creo menos en la comunión de las almas, en la paridad de intereses, en la reciprocidad de sentimientos. Creo sin embargo firmemente en la naturaleza casual del emparejamiento, y en la ley de la oferta y la demanda.
Tengo muy claro que la que hoy anda por la calle colgada de mi brazo, en cualquier otro momento o circunstancia, me habría dado un plantón o un teléfono falso, y la que mañana aceptará gozosa una cita, lo hará simplemente porque no tiene nada mejor que hacer, y que la diferencia entre un noviazgo de siete años y un desplante de siete segundos dependerá de estar en el momento y lugar adecuados o de no estarlo.
Quizás esté desbarrando, pero en todo eso es en lo que más pienso últimamente. Me ha dado por ahí.
 
Elmer Batters rebuznó:
la diferencia entre un noviazgo de siete años y un desplante de siete segundos dependerá de estar en el momento y lugar adecuados o de no estarlo.


Una de las mayores verdades que leído jamás en este subforo.
 
Elmer Batters rebuznó:
Tengo muy claro que la que hoy anda por la calle colgada de mi brazo, en cualquier otro momento o circunstancia, me habría dado un plantón o un teléfono falso, y la que mañana aceptará gozosa una cita, lo hará simplemente porque no tiene nada mejor que hacer, y que la diferencia entre un noviazgo de siete años y un desplante de siete segundos dependerá de estar en el momento y lugar adecuados o de no estarlo.
Quizás esté desbarrando, pero en todo eso es en lo que más pienso últimamente. Me ha dado por ahí.

O sea, resumiendo: son seres volubles, imprevisibles, cambiantes, irracionales, que no actúan jamás llevadas por la lógica y que si a eso le sumamos las casualidades azarosas que nos depara la vida día a día, el hecho de que estemos o no estemos con una mujer, de que tengamos o no tengamos pareja, se debe más a circunstancias ligadas a la suerte que a nuestras propias capacidades personales, valores o aptitudes.

Pero sigue usted sin responder a mi pregunta. Si son volubles, imprevisibles, cambiantes e irracionales, ¿qué podemos esperar entonces de ellas, aparte de satisfacción sexual o de tener al lado un bonito "florero" con el que adornar nuestro brazo cuando paseamos?

Mi insistencia en obtener una respuesta viene dada porque me duele y me cuesta mucho aceptar que la respuesta a esa pregunta sea NADA.
 
Elmer Batters rebuznó:
Que estoy obsesionado con ellas y soy adicto al cortejo, es un hecho. Que me dan ganas de matarlas cuando no siguen el juego, por parecerme ésto una ofensa gravísima, también. Y que una vez conquistadas, a los pocos días ya no sé qué hacer con ellas, es una realidad. He aquí mi drama personal.
Ciertamente, es un drama. Está usted metido en una espiral que, por muchas veces que se repita con mil mujeres distintas, acaba conduciendo al hartazgo y al sentimiento de soledad. Quizá el problema está en que ha perdido la capacidad de disfrutar de algo más profundo y auténtico. Además, se está usted perdiendo una de las experiencias más hermosas que puede vivir un ser humano: el amor.

Sé que me ha quedado asaz repipi, pero no veo otra forma de contraponerme al pragmatismo descarnado de Elmer Batters.
 
Es que convertir el cortejo y todo lo que le rodea en un fin en sí mismo es el error.

El cortejo es solo un medio para acceder a la otra persona, de poder conocerla a fondo, ya sea como persona humana de la pradera o solamente en el sentido bíblico de la palabra.

Si la persona merece la pena, es necesario ahondar en la relación, pero para eso primero cada uno tiene que saber bien lo que quiere.
 
Misógino Empedernido rebuznó:
Niandra dijo:
y no os fijais en la chica normal que no llama tanto la atención y que va leyendo un libro tranquilamente en el metro


Y te fijas, para descubir que, oh maldición, ¡¡¡es un libro de Coelho!!!


(...)

Bueno, consuélese, a la vista del percal de las que suelen tener un libro en la mano haciéndose las interesantes lo que a uno le ha de maravillar es que no lo sostengan del revés.
 
Elmer Batters rebuznó:
la diferencia entre un noviazgo de siete años y un desplante de siete segundos dependerá de estar en el momento y lugar adecuados o de no estarlo.

Exacto, por eso y por las cualidades naturales en la mujer de las que siempre hablamos (candidez, impredecibilidad, credulidad) es tan recomendable dar un empujoncito al don de la oportunidad con elementos pergeñados por nosotros que fomenten la aparición de situaciones dadas al “estar en el momento adecuado”.

Y el cortejo no es un simple medio para obtener algo como es el pasillo del cine un simple medio para llegar a la butaca desde donde visionar la película. Es un proceso que pone a prueba nuestra madurez, que nos muestra los resquicios del sistema defensivo femenino, que nos ayuda a desterrar fantasmas y adiestrar la autoestima y en el que, quizás, o tal vez sea mi caso, se disfruta tanto más cuanto más kilómetros se han recorrido.

Una vez asumido subconscientemente como un reflejo interiorizado, en el que se dominan las fases, se analizan en tiempo real las reacciones del sujeto abordado para encauzarlas a nuestros intereses y su puesta en marcha se produce de forma totalmente espontánea, el cortejo puede proporcionar tanto deleite como los acontecimientos venideros. Acaso, ¿a nadie le ha dejado en alguna ocasión mejor sabor de boca un exitoso cortejo que la primera cita?
 
Ojete Moreno rebuznó:
Una vez asumido subconscientemente como un reflejo interiorizado, en el que se dominan las fases, se analizan en tiempo real las reacciones del sujeto abordado para encauzarlas a nuestros intereses y su puesta en marcha se produce de forma totalmente espontánea, el cortejo puede proporcionar tanto deleite como los acontecimientos venideros. Acaso, ¿a nadie le ha dejado en alguna ocasión mejor sabor de boca un exitoso cortejo que la primera cita?

Grande Ojete, como siempre. A la pregunta que hace, desde luego le tengo que responder que sí, que en muchas ocasiones.

Y cuántas veces habremos comprobado ustec y yo que lo que rige en éstos asuntos no es más que la ley de oferta y demanda, y que por ejemplo, la soledad, la carencia de amistades o el simple hecho de que una torda no tenga donde ir un sábado por la noche, tiene unos efectos afrodisiacos mil veces superiores a los que puedan desencadenar la más magnética de las personalidades o la cartera más repleta. Pero así de claro.
Ahora bien, tratemos de venderle el pescao a una que ya está servida, que ya tiene con quien entretenerse, una a la que suelen llamar, citar, adular y pagarle las fantas y que tiene 300 amigos en el facebook: He aquí un coño inaccesible, una mujer que se hace valer, que no le da el teléfono a un desconocido, que tiene las ideas muy claras. Es decir, una hija de puta común y corriente.
Por eso digo que la diferencia entre una chavala maja que se tira al rollo y una perra sifilítica a la que dan ganas de ahorcar, es una diferencia simplemente circunstancial, producto de un estado de cosas que puede cambiar de la noche a la mañana.
 
Elmer Batters rebuznó:
Y cuántas veces habremos comprobado ustec y yo que lo que rige en éstos asuntos no es más que la ley de oferta y demanda, y que por ejemplo, la soledad, la carencia de amistades o el simple hecho de que una torda no tenga donde ir un sábado por la noche, tiene unos efectos afrodisiacos mil veces superiores a los que puedan desencadenar la más magnética de las personalidades o la cartera más repleta.

Lamentablemente, es así en demasiadas ocasiones.

Casualmente, una chavala con la que estoy quedando de forma peligrosamente frecuente en las últimas semanas pudiera ajustarse a esta circunstancia que señala. Tras los típicos encuentros "casuales" en los que había sonrisas e intercambio de comentarios estandarizados, decidí que había llegado el momento de entrar a matar y le pedí el teléfono junto a una propuesta de cita. Naturalmente ella no le daría importancia, pero la frase que utilizó parece bastante esclarecedora: "Bueno, como no conozco a nadie por aquí, ¿por qué no?"

Es una de las jamelgas más hermosas con las que he salido y que no estuviera masivamente solicitada sólo lo explicaba el hecho de que fuera nueva en la ciudad. Realmente lo pasa bien conmigo, se muestra desinhibida, sin que ninguno de sus gestos parezca forzado, y saca a relucir una natural dulzura que atrapa. Ahora comienzan sus clases y las amistades apareceran con la facilidad a la que les aparecen a las chicas guapas, las fiestas, los gallitos de su edad, etc. Yo no voy a alterar mi comportamiento, ni elevaré el pagafanteo porque la decisión de mantenerme en su agenda cuando se vea repleta es sólo cuestión suya. Si me da la patada porque estaba conmigo sólo por falta de opciones, asumiré la derrota que, al fin y al cabo, yo también hice lo mismo con ellas en el pasado.
 
Elmer Batters rebuznó:
Ahora bien, tratemos de venderle el pescao a una que ya está servida, que ya tiene con quien entretenerse, una a la que suelen llamar, citar, adular y pagarle las fantas y que tiene 300 amigos en el facebook: He aquí un coño inaccesible, una mujer que se hace valer, que no le da el teléfono a un desconocido, que tiene las ideas muy claras. Es decir, una hija de puta común y corriente.
También pudiera ser que la señorita valga más que esas presas indefensas, aburridas y solas (por algún motivo) que ustedes gustan de cosechar. Quizá quien es difícil de conseguir es porque lo valga y quien deambula sola por el mundo es porque no suscita interés.

Cada cuál que ponga su listón, pero que no nos lo venda como la panacea.
 
Ojete Moreno rebuznó:
Lamentablemente, es así en demasiadas ocasiones.

Casualmente, una chavala con la que estoy quedando de forma peligrosamente frecuente en las últimas semanas pudiera ajustarse a esta circunstancia que señala. Tras los típicos encuentros "casuales" en los que había sonrisas e intercambio de comentarios estandarizados, decidí que había llegado el momento de entrar a matar y le pedí el teléfono junto a una propuesta de cita. Naturalmente ella no le daría importancia, pero la frase que utilizó parece bastante esclarecedora: "Bueno, como no conozco a nadie por aquí, ¿por qué no?"

Es una de las jamelgas más hermosas con las que he salido y que no estuviera masivamente solicitada sólo lo explicaba el hecho de que fuera nueva en la ciudad. Realmente lo pasa bien conmigo, se muestra desinhibida, sin que ninguno de sus gestos parezca forzado, y saca a relucir una natural dulzura que atrapa. Ahora comienzan sus clases y las amistades apareceran con la facilidad a la que les aparecen a las chicas guapas, las fiestas, los gallitos de su edad, etc. Yo no voy a alterar mi comportamiento, ni elevaré el pagafanteo porque la decisión de mantenerme en su agenda cuando se vea repleta es sólo cuestión suya. Si me da la patada porque estaba conmigo sólo por falta de opciones, asumiré la derrota que, al fin y al cabo, yo también hice lo mismo con ellas en el pasado.


Yo de usted entraria a matar en un corto plazo, antes que la chavala empieze a conocer gente y le aumente la competencia. Las mayoria de mujeres son seres con muy poca iniciativa, si espera que sea ella la que mueva ficha es muy probable que otro se lleve el gato al agua
 
Me limitaré por ahora a exponer tres críticas a la idea central del autor del hilo. Más tarde añadiré mi opinión, que sin embargo es bastante parecida a la suya.

1ª crítica:

"Pero son sólo disparates de lo que hablamos, dijo él, pensé, da igual qué digamos, son disparates y toda nuestra vida es un único disparate. Esto lo entendí bastante pronto, apenas empecé a pensar y ya lo entendí, hablamos sólo disparates, todo lo que decimos son disparates, pero también todo lo que se nos dice son disparates, como absolutamente todo lo que se dice, en este mundo sólo se han dicho disparates hasta ahora y, decía él, de hecho y naturalmente, sólo se han escrito disparates, todo lo que poseemos en escrito son sólo disparates, porque sólo pueden ser disparates, como la historia demuestra, decía él, pensé." (Thomas Bernhard, Der Untergeher/El Malogrado, traducción mía).

Aunque a Thomas Bernhard y a sus enfermizos personajes no hay que tomarlos muy en serio -no debemos tomarlos muy en serio, Wertheimer en El Malogrado tenía bastante razón en esto que decía. El principio de la sabiduría es saber que todo lo que hemos hablado, hablamos y hablaremos son disparates, sinsentidos, banalidades sin más trasdendencia que un intercambio de señales eléctricas entre dos bacterias.

2ª crítica:

Quien busca en una mujer conversación, conversaciones profundas sobre política, religión o qué sé yo, no se ha enterado de qué va esto. Yo he vivido en mi vida un par de romances de estos que hacen que se te erice el vello del cuerpo y se te electrice el estómago; en ellos, ahora que lo pienso, sólo hablamos de tonterías. Sin embargo, la comprensión entre los dos era absoluta, era una mezcla de deseo y comprensión, cada beso era literalmente un intento frustrado de absorber al otro. Quien haya vivido esto así me entenderá.

3ª crítica:

El 98% de todas las conversaciones sobre política, historia, religión, filosofía, que tienen lugar en este país y en todos sólo puede ser calificado de puro diletantismo, de intentos imposibles de llegar a una verdad que, de existir, ni siquiera los conversantes están preparados para entender, con toda su ignorancia y su diletantismo. La cantidad de conocimientos que hay que mover en una conversación de religión o de política para que ésta no sea más que cotorreo de café para élites antiintelectuales, pura impostación, un teatro risible para cualquiera que sepa sólo un poco más que los conversantes, un seguido de estupideces, de disparates, de opiniones infundadas y desestructuradas, de ideas confusas y asistemáticas, la cantidad de conocimientos que hay que mover es ingente e inabarcable. El fin de cualquier conversación "profunda" es el mismo que el de una conversación sobre las ofertas del Bershka, de fútbol o de que el novio de la Yoli se la folló en la moto en marcha: darnos compañía, no estar solos.
 
Arriba Pie