Vale, reitero; la realidad de la identidad, española o no, de los habitantes del País Vasco, es decisión suya, y de nadie más.
En un tiempo, la visión ganadora en 1936 afirmaba a todos los pueblos de la Península como una unidad de destino en lo universal. -Una idea que creo muy noble, aún lo que diga el típico izquierdista que se pasa los sentimientos patrióticos por los cojones-.
Pero de forma paralela, nacieron y perviven sentimientos en regiones peninsulares que nada tienen que ver con el español, a no ser como un accidente histórico en lo que a ellos les atañe. Y desde el momento en que una mayoría importante de pobladores dentro de los límites reconocidos de esas comunidades deciden abrazar esta creencia, nadie debería intentar impedirlo. A muchos les parecerá egoísta, a otros muchos, racista,...
Y el fruto PIB de una región es fruto del trabajo en esa región concreta, nada tiene que ver con el resto; ellos mismos serán conscientes de que un dia, sin la ayuda de Madrid, el cuadro cambiará. Ellos mismos.