No salgo de mi pueblo. Viajar es un coñazo

Hacer un trasbordo de 6 o 7 horas en atomarporculistán rodeado de los mismos subnormales durante ese tiempo y que ninguna esté buena. Y que la que está buena, nos hable del novio. Ir a fumar y que el fumadero tenga el mismo aspecto que un puticlub de Chernobyl.

En un aeropuerto, de cuyo nombre no quiero acordarme, los fumetas teníamos reservado una especie de invernadero en el puto centro del pasillo de la terminal, un cubículo de 3x3 metros a lo sumo, en el que nos agolpábamos no menos de 30 personas cada vez. Vamos, que la suerte era no darle la calada al piti del fulano de al lado por error, todos hombro con hombro ante el escarnio del 99% de habitantes de la terminal que nos miraban como se mira a los peces globo en el acuario.

Los aeropuertos molan, sí.
Yo hacia eso en cada aeropuerto y os ponia el tabaco a 50 euros
 
Yo me voy con gusto a cualquier sitio donde se cumplan unos requisitos mínimos: no necesitar escolta, silencio para dormir, higiene y colchón de viscolastica. Pero estoy más a gusto en mi casa. Y prefiero casi cualquier sitio de la geografía española que el extranjero.
 
Presumir de viajar es algo muy arcaico, desde hace años volar es barato, antiguamente el percal era distinto. El español medio no podía pagar fácilmente billetes de avión como ahora.

La verdad es que hago pocas fotos, soy perro para eso, pero si que guardo recuerdos imborrables. Las putas fotitos del Instagram se han terminado de cargar el ir de viaje. Hay que aislarse de la puta gente, si no estás jodido.
 
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