No salgo de mi pueblo. Viajar es un coñazo

Viajar me gusta pero algo que no soporto es preparar el viaje, me pone de los putos nervios.

Y pueden haber imprevistos, como que se rompa el tren en un pueblo en la quinta puñeta donde nadie habla inglés y te tengas que buscar un hotel sobre la marcha. Como me ha ocurrido hoy.

¿Está todo lo que necesito en la maleta?

Listas. Listas. Y más listas.

¿Llevo suficiente dinero?¿Dónde haré caca?... Etc.

A mi me gusta mucho en los trenes. Es parte de la experiencia. Y aparte en las estaciones no funciona tirar de la cadena, así que es como un juego.
 
Pues a mí me encanta. Me encantan los aeropuertos, me encanta el ir a ellos, me encanta darme una vuelta por el duty free mientras espero a que salga mi vuelo, ver a la gente de diferentes sitios, las caras distintas, las ropas también distintas, el ambiente en la terminal, las azafatas, el despegue, el aterrizaje, el llegar a un sitio nuevo, la nueva terminal en la que no he estado nunca, con sus anuncios diferentes, sus señalizaciones diferentes, sus caras nuevamente diferentes, entrar al baño a mear y ver modelos diferentes de urinarios de marcas raras que no conocías, la arquitectura diferente del nuevo aeropuerto. Yo lo gozo desde que salgo de mi casa, la verdad.


Lo que dice @cocreta2000 es la puta verdad. En Italia, fíjate, no he estado nunca, pero los parques temáticos de turisteo me dan por el culo.
Trabajé una temporada en el aeropuerto y la verdad es que es muy interesante. Trataba con gente de todo el mundo y me gustaba mucho. Eso sí, uno de los baños de la terminal era un punto de cruising, no-go zone a menos que quieras jaleo.
 
No, una ciudad pequeña en un país post-comunista.

¿Soria es el hazmerreír en ese asunto con los trenes?
No, como habías dicho lo de "un pueblo en la quinta puñeta donde nadie habla inglés...." En fin, intentaba hacer un chiste.

Trabajé una temporada en el aeropuerto y la verdad es que es muy interesante. Trataba con gente de todo el mundo y me gustaba mucho. Eso sí, uno de los baños de la terminal era un punto de cruising, no-go zone a menos que quieras jaleo.
Puntos de cruising hay en todos los baños públicos de donde sea, aeropuertos, cortinglés, la Fnac, la estación de Avda. de América de autobuses y lo que sea.

Los aeropuertos me encantan, me flipa sentarme a ver pasar gente de todos los colores y tipos, me flipa ver de repente un equipo deportivo, un grupo de azafatas, una familia en chilaba, unos negros con túnicas y turbantes, unas suecas buenorras, unos americanos en chanclas, es como un puto zoo humano, es fascinante.
 
Puntos de cruising hay en todos los baños públicos de donde sea, aeropuertos, cortinglés, la Fnac, la estación de Avda. de América de autobuses y lo que sea.

Captura.JPG
 
Esto que dice ilg lo pensé hoy paseando por el Tesco que hay aquí. Una ciudad de menos de 100.000 habitantes.

Es una especie de turismo también, yo diría que el mejor, ver a los especímenes locales en su hábitat y cómo viven, como visten, verlos con sus vástagos, pegando gritos mientras aparcan, etcétera. Hacer una idea de su capacidad económica y su manera de ser.

Pasear por calles normales de la gente normal, no los puntos turísticos.
 
Pues a mí me encanta. Me encantan los aeropuertos, me encanta el ir a ellos, me encanta darme una vuelta por el duty free mientras espero a que salga mi vuelo, ver a la gente de diferentes sitios, las caras distintas, las ropas también distintas, el ambiente en la terminal, las azafatas, el despegue, el aterrizaje, el llegar a un sitio nuevo, la nueva terminal en la que no he estado nunca, con sus anuncios diferentes, sus señalizaciones diferentes, sus caras nuevamente diferentes, entrar al baño a mear y ver modelos diferentes de urinarios de marcas raras que no conocías, la arquitectura diferente del nuevo aeropuerto. Yo lo gozo desde que salgo de mi casa, la verdad.


Lo que dice @cocreta2000 es la puta verdad. En Italia, fíjate, no he estado nunca, pero los parques temáticos de turisteo me dan por el culo.
Yo en París no he estado, que es una ciudad monumental, pero me da una pereza tremenda, entre los turistas y los franceses
 
Yo en París no he estado, que es una ciudad monumental, pero me da una pereza tremenda, entre los turistas y los franceses

Peor. Los "franceses" que uno tiene en mente son como los forococheros con dos dedos de frente. Escasos.

Lo que hay son negros y moros, y negros y moros, y más negros y muchos más moros. Están los negros franceses y los negros salvajes del África que en la Torre Eiffel son hordas vendellaveros y a los pies del Sacré Coeur te intentan estafar con pulseritas y mierdas.

Parece eso, yo que sé, Barcelona.
 
Pues a mí me encanta. Me encantan los aeropuertos, me encanta el ir a ellos, me encanta darme una vuelta por el duty free mientras espero a que salga mi vuelo, ver a la gente de diferentes sitios, las caras distintas, las ropas también distintas, el ambiente en la terminal, las azafatas, el despegue, el aterrizaje, el llegar a un sitio nuevo, la nueva terminal en la que no he estado nunca, con sus anuncios diferentes, sus señalizaciones diferentes, sus caras nuevamente diferentes, entrar al baño a mear y ver modelos diferentes de urinarios de marcas raras que no conocías, la arquitectura diferente del nuevo aeropuerto. Yo lo gozo desde que salgo de mi casa, la verdad.


Lo que dice @cocreta2000 es la puta verdad. En Italia, fíjate, no he estado nunca, pero los parques temáticos de turisteo me dan por el culo.
Concuerdo en lo de Italia que puto agobio de gente ciudades hipermasificadas de turistas a los Barcelona.Recuerdo verona, uno de mis primeros viajes solo alla por el 2006 una calle llena de chicles en la pared empezaba a ser una atraccion mas de todo lo de romeo y julieta que vendian por alli nunca lo entendi, despues empece a conocer italianos y ya uni cables. Por aquel entonces llegaban autobuses llenos de alemanes a turistear por alli por lo demas en España los aeropuertos son de primera comparados con los de italia o algunos de alemania que parecen un almacen de frutas.
 
Una vez me ocurrió lo siguiente en el aeropuerto de Zurich. Era verano pero iba muy cargado, y me surgió la imperiosa y sagrada necesidad de hacer caca, por lo que allí fui al baño a plantar un buen truño con maleta de mano sin facturar y no recuerdo qué más zarrios, entre ellos el billete de avión en la mano. Total, que había como una especie de repisa detrás del retrete donde se me ocurrió dejar el billete. Estuve allí tanto tiempo descargando broza cual oscuro geyser que tras limpiarme el ojete y salir por la puerta se me olvidó coger el billete. Pasó media hora o así hasta que ya empezaron a embarcar, y yo lo hice de los últimos porque no me gusta estar de pie esperando como un subnormal, ya que al final todos vamos a entrar y yo llevaba maleta de mano. A punto de entrar ya me echo la mano al bolsillo y no encuentro el billete, y de aquellas no había las tarjetas electrónicas en el wallet del móvil. Por suerte, las cuatro neuronas conectaron y me acordé que lo dejé en el cagadero, por lo que ahí me dirigí yo como una exhalación. Me acordaba perfectamente del retrete donde había posado mis hercúleas nalgas, por lo que fui directo a abrir la puerta como un elefante; me encuentro a un tipo que no tenía echado el pestillo y que sí estaba echando un buen pestiño, por lo que me lo veo extruyendo otro mondongo en el mismo sitio donde minutos antes lo había hecho yo, ahí donde había tenido mis posaderas. Estuve cerca de decirle si podía mirar y alcanzarme mi billete, que seguramente estaba detrás en la repisa donde estaba cagando, pero me pareció un poco de mala educación, por lo que me disculpé y esperé fuera a que terminase de obrar. Todo fue un poco incómodo, pero a mí me la sudaba, yo tenía que recuperar mi puto billete, por lo que según salió antes de que se limpiase las manos ya estaba yo entrando como un puma y abalanzándome sobre la repisa. Allí estaba. Al ver el billete mi cara fue como si hubiese encontrado el puto ticket de oro de Willy Wonka. Por suerte no hubo ningún hijo puta que rasgase el billete aquel día. Muy distinto hubiese sido el mismo caso en la estación de autobuses de Mendez Álvaro, por ejemplo. No perdí el avión de milagro. Esa es mi historia de hoy. Puta caca.
 
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Una vez me ocurrió lo siguiente en el aeropuerto de Zurich. Era verano pero iba muy cargado, y me surgió la imperiosa y sagrada necesidad de hacer caca, por lo que allí fui al baño a plantar un buen truño con maleta de mano sin facturar y no recuerdo qué más zarrios, entre ellos el billete de avión en la mano. Total, que había como una especie de repisa detrás del retrete donde se me ocurrió dejar el billete. Estuve allí tanto tiempo descargando broza cual oscuro geyser que tras limpiarme el ojete y salir por la puerta se me olvidó coger el billete. Pasó media hora o así hasta que ya empezaron a embarcar, y yo lo hice de los últimos porque no me gusta estar de pie esperando como un subnormal, ya que al final todos vamos a entrar y yo llevaba maleta de mano. A punto de entrar ya me echo la mano al bolsillo y no encuentro el billete, y de aquellas no había las tarjetas electrónicas en el wallet del móvil. Por suerte, las cuatro neuronas conectaron y me acordé que lo dejé en el cagadero, por lo que ahí me dirigí yo como una exhalación. Me acordaba perfectamente del retrete donde había posado mis hercúleas nalgas, por lo que fui directo a abrir la puerta como un elefante; me encuentro a un tipo que no tenía echado el pestillo y que sí estaba echando un buen pestiño, por lo que me lo veo extruyendo otro mondongo en el mismo sitio donde minutos antes lo había hecho yo, ahí donde había tenido mis posaderas. Estuve cerca de decirle si podía mirar y alcanzarme mi billete, que seguramente estaba detrás en la repisa donde estaba cagando, pero me pareció un poco de mala educación, por lo que me disculpé y esperé fuera a que terminase de obrar. Todo fue un poco incómodo, pero a mí me la sudaba, yo tenía que recuperar mi puto billete, por lo que según salió antes de que se limpiase las manos ya estaba yo entrando como un puma y abalanzándome sobre la repisa. Allí estaba. Al ver el billete mi cara fue como si hubiese encontrado el puto ticket de oro de Willy Wonka. Por suerte no hubo ningún hijo puta que rasgase el billete aquel día. Muy distinto hubiese sido el mismo caso en la estación de autobuses de Mendez Álvaro, por ejemplo. No perdí el avión de milagro. Esa es mi historia de hoy. Puta caca.

¿¿¿Tanto te cuesta usar párrafos o qué??? Hijo de puta.
 
Japón como @Cimmerio el Efímero y Australia. Pero hablo de viajes largos, de un par de meses el primero, y algo más si pudiese el segundo. Se necesita dinero.
Los que taché que llevaba desde mi adolescencia queriendo ir fueron Islandia donde hice la Ring Road completa conduciendo un 4x4 y metiéndome por todos los sitios por los que podía y Argentina, que me tiré un mes y pico de sur a norte, desde Ushuaia a la provincia de Salta, volando a Buenos Aires, Iguazú y tal. Alquilé algunos coches y estuve por Bolivia, Paraguay, Uruguay y Brasil.
Pero mira que te gusta el tercer mundo, cabrón.
Hace 14 años taché de mi bucket list el ir a Nihon, la maravillosa Cipango.
Sólo he puesto fotos de ese viaje unas 40 veces en el foro, si queréis las vuelvo a poner para que veáis lo amo que soy.
Hehehe.
 
¿¿¿Tanto te cuesta usar párrafos o qué??? Hijo de puta.
Lo mal que escribe el hijo de puta.
Es lo que tiene que tu profesor de lengua se llame Walter Suárez y en vez de en sillas tengas que sentarte en restos de árboles en la selva.
 
Pero mira que te gusta el tercer mundo, cabrón.
Hace 14 años taché de mi bucket list el ir a Nihon, la maravillosa Cipango.
Sólo he puesto fotos de ese viaje unas 40 veces en el foro, si queréis las vuelvo a poner para que veáis lo amo que soy.
Hehehe.
un día contaré mi experiencia cuando me perdí por todas esas repúblicas exyugoslavas tras la guerra, ¡qué tías más buenas, joder!
Croacia era un queso gruyere por aquel entonces, igual que Bosnia. Serbia estaba mejor en cuanto a eso. Montenegro, Eslovenia... ahí iba yo en un bus o en un fiat uno alquilado, metiéndolo en ferrys para ir por las islas croatas. Cuánta gente en bolas, joder. Mucha rubia. En cambio Dubrovnic y Split en seguida se apuntaron al turisteo de ricachones. ¿Sabes que las pelis de Mamma Mia las rodaban en Croacia y no en Grecia que es donde se supone que pasan las cosas? Siendo un chavalín me fui a Polonia, estaba cayendo el muro de Berlín en aquel entonces. No sé cómo me dejaron ir mis padres. Casi descubrí la Europa cutre antes que la civilizada.
 
Lo mal que escribe el hijo de puta.
Es lo que tiene que tu profesor de lengua se llame Walter Suárez y en vez de en sillas tengas que sentarte en restos de árboles en la selva.

Lo mío es trola de running gag, pero te recuerdo que vives en una región donde ya habéis creado la academia de lengua asturiana, tremendos subnormales entre los que te rodeas.
 
Lo mío es trola de running gag, pero te recuerdo que vives en una región donde ya habéis creado la academia de lengua asturiana, tremendos subnormales entre los que te rodeas.
Donde ya HAN creado, no "habéis" creado, y con los que estoy en profundo desacuerdo, que viva en la misma comunidad autónoma que ellos es algo aleatorio y no afecta a mi buen juicio.
En todas las comunidades autónomas hay tontos, en la tuya, sea cual sea, también, lo único que cuentas con la ventaja estratégica de que yo he dicho que soy de Asturias pero tú no has revelado nunca tu procedencia, pero de hacerlo yo también podría burlarme de tu tierra.
 
un día contaré mi experiencia cuando me perdí por todas esas repúblicas exyugoslavas tras la guerra, ¡qué tías más buenas, joder!
Croacia era un queso gruyere por aquel entonces, igual que Bosnia. Serbia estaba mejor en cuanto a eso. Montenegro, Eslovenia... ahí iba yo en un bus o en un fiat uno alquilado, metiéndolo en ferrys para ir por las islas croatas. Cuánta gente en bolas, joder. Mucha rubia. En cambio Dubrovnic y Split en seguida se apuntaron al turisteo de ricachones. ¿Sabes que las pelis de Mamma Mia las rodaban en Croacia y no en Grecia que es donde se supone que pasan las cosas? Siendo un chavalín me fui a Polonia, estaba cayendo el muro de Berlín en aquel entonces. No sé cómo me dejaron ir mis padres. Casi descubrí la Europa cutre antes que la civilizada.
Jajajaaj k dices tío, salu2, xd.
 
no afecta a mi buen juicio.

El mismo buen juicio que cuando decidiste enchufarte la primera rayita de coca, o cuando decidiste tener a las putarrangas de tus hijas. A mí no me vendas historias, que con lo que ladras aquí en el foro algo podrías haber hecho allí.

Y tampoco te pongas tan serio, hombre, que te me sales del personaje.
 
y
El mismo buen juicio que cuando decidiste enchufarte la primera rayita de coca, o cuando decidiste tener a las putarrangas de tus hijas. A mí no me vendas historias, que con lo que ladras aquí en el foro algo podrías haber hecho allí.

Y tampoco te pongas tan serio, hombre, que te me sales del personaje.
Xddcxdmcmlxxxd.
Así se reían en imternet en la antigua Roma.
 
un día contaré mi experiencia cuando me perdí por todas esas repúblicas exyugoslavas tras la guerra, ¡qué tías más buenas, joder!
Croacia era un queso gruyere por aquel entonces, igual que Bosnia. Serbia estaba mejor en cuanto a eso. Montenegro, Eslovenia... ahí iba yo en un bus o en un fiat uno alquilado, metiéndolo en ferrys para ir por las islas croatas. Cuánta gente en bolas, joder. Mucha rubia. En cambio Dubrovnic y Split en seguida se apuntaron al turisteo de ricachones. ¿Sabes que las pelis de Mamma Mia las rodaban en Croacia y no en Grecia que es donde se supone que pasan las cosas? Siendo un chavalín me fui a Polonia, estaba cayendo el muro de Berlín en aquel entonces. No sé cómo me dejaron ir mis padres. Casi descubrí la Europa cutre antes que la civilizada.
Yo apenas conozco Europa más allá de Italia y porque estuve viviendo allí un tiempo.

Viajar por Europa en low cost es de pobres; ir a Belfast a ver los murales de subnormales profundos.
 
Una vez me ocurrió lo siguiente en el aeropuerto de Zurich. Era verano pero iba muy cargado, y me surgió la imperiosa y sagrada necesidad de hacer caca, por lo que allí fui al baño a plantar un buen truño con maleta de mano sin facturar y no recuerdo qué más zarrios, entre ellos el billete de avión en la mano. Total, que había como una especie de repisa detrás del retrete donde se me ocurrió dejar el billete. Estuve allí tanto tiempo descargando broza cual oscuro geyser que tras limpiarme el ojete y salir por la puerta se me olvidó coger el billete. Pasó media hora o así hasta que ya empezaron a embarcar, y yo lo hice de los últimos porque no me gusta estar de pie esperando como un subnormal, ya que al final todos vamos a entrar y yo llevaba maleta de mano. A punto de entrar ya me echo la mano al bolsillo y no encuentro el billete, y de aquellas no había las tarjetas electrónicas en el wallet del móvil. Por suerte, las cuatro neuronas conectaron y me acordé que lo dejé en el cagadero, por lo que ahí me dirigí yo como una exhalación. Me acordaba perfectamente del retrete donde había posado mis hercúleas nalgas, por lo que fui directo a abrir la puerta como un elefante; me encuentro a un tipo que no tenía echado el pestillo y que sí estaba echando un buen pestiño, por lo que me lo veo extruyendo otro mondongo en el mismo sitio donde minutos antes lo había hecho yo, ahí donde había tenido mis posaderas. Estuve cerca de decirle si podía mirar y alcanzarme mi billete, que seguramente estaba detrás en la repisa donde estaba cagando, pero me pareció un poco de mala educación, por lo que me disculpé y esperé fuera a que terminase de obrar. Todo fue un poco incómodo, pero a mí me la sudaba, yo tenía que recuperar mi puto billete, por lo que según salió antes de que se limpiase las manos ya estaba yo entrando como un puma y abalanzándome sobre la repisa. Allí estaba. Al ver el billete mi cara fue como si hubiese encontrado el puto ticket de oro de Willy Wonka. Por suerte no hubo ningún hijo puta que rasgase el billete aquel día. Muy distinto hubiese sido el mismo caso en la estación de autobuses de Mendez Álvaro, por ejemplo. No perdí el avión de milagro. Esa es mi historia de hoy. Puta caca.

Me pasó parecido pero sin la parte de cagar. Me deje el billete y pasaporte y ni me di cuenta hasta que dicen mi nombre por megafonia. Por suerte era un aeropuerto pequeño como un supermercado grande y me lo llevaron a la puerta de embarque. Putos vuelos a primera hora, voy de cuerpo presente y mente ausente. En otra ocasión nos dormimos esperando en la escala y perdimos el segundo vuelo...

En fin, odio con todo mi alma los aeropuertos
 
Viajar por Europa en low cost es de pobres; ir a Belfast a ver los murales de subnormales profundos.
Ir Belfast a ver los murales es algo que sólo hacen los filoetarras de tu pueblo. Fuera de eso, nadie va a Belfast a ver murales, eso sólo tiene interés para quien tiene afinidad política con ellos. Así pues, no sólo es de subnormales profundos, es de profundos hijos de la grandísima puta.
 
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