Oxido
Clásico
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- 6 Feb 2007
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Yo aun recuendo con si fuese ayer la primera vez que me owneo un tano. Deberia tener unos 10 o 11 años cuando a mitad de curso los profesores no indicaron que tendriamos un compañero nuevo, era un gitano, alto, gordo y moreno como se se hubiese caido en una marmita de nocilla. Yo confiado me preste a ser su amigo y sin importarme su raza o aspecto, hasta que en clase de gimnasia me propuso jugar a un juego. El juego consistia en que uno debia pegar un golpe lo mas flojo posible en el brazo del otro, el que diese el golpe mas debil ganaba. Empeze yo y logicamente apenas roze su hombro, luego le toco su turno... y bueno, creo que aun me tiembla el brazo de la ostia que medio el muy hijo de la gran puta, pero lo peor es que el muy cabron esbozando una sonrisa me dijo: perdi. Gracias a ese experiencia y a otras me he convertido en la persona racista que soy ahora. En fin