El padre estaba con ella porque debía hacer diabluras en la cama, no sa jodido. Y le debe de ir la marcha, además que era farlopero social de los que se meten sus rallas en fiestas y algunos fines de semana para aguantar y estar de buen rollo con la peña.
Ella trabajaba en un pub y rápido vio al palomo, él iría caliente, puesto y bebido; que más da negra que blanca, el caso es meter sin complicaciones.
-Que no me entere yo que ese culito pasa haaambre.
Imaginaos que esa negra se hubiese topado con Cenobita un día en el metro y le hubiese cazado, (cuando este trabajaba, claro). Pues le hubiese hecho un hombre, le enseñaría el arte de amar, el placer de gozar, le engancharía al vicio, al sabor de su chocho, al olor de su culo. Se abriría por todos sus agujeros para atraparle, y el pobre infeliz ahora estaría en un juicio por matar a su padre para cobrar la herencia y dársela a ella para pagar una operación de su madre en su país. Un clásico.