cuellopavo
Frikazo
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Confiésenlo: ¿Cuántos de Uds. han sucumbido al conjunto de moda, al estilazo triunfante de este verano? Vamos, digan la verdad: ¿habéis exhibido vuestras canillas peludas bajo esa especie de pantalón interrupto, vuestros pinrelillos descarados al airecillo chiringuitero por todas partes, con el placentero golpetear de la chancleta de goma contra la planta del pie?
clack, clack, clack, qué fresquito.
Es como una duda entre pantalón y bermuda, un amago de pescador de chirlas con inspiración deportista, un desnudo que se resbaló hacia abajo implicando a los pies. Y qué decir de la chancla. Sobre todo la que tenía la banderita brasileña. Ese calzado que apenas así puede llamarse, en otro tiempo limitado a la piscina y otras zonas de baño, por fin se lanzó a la conquista del resto del universo. Mundo cuatro duros, descaro de andar por casa rascándome lo de abajo libremente, evocación bartolera de veranongo panzarriba, ¡oh Gran Maromo!
Buenos días: te presento mis pinreles. Mira qué pose me marco: soy el rey de la playa. Lo mismo voy a la pisci que al museo. Eh, ¿qué pasa?
Ahora, la combinación más abyecta, la que destroza la última esperanza de buen gusto que aún colgaba del pobre arbolito moribundo, es la de pantalón pirata y esas especie de zapatillas de deporte pero que no son en realidad zapatillas de deporte sino chanclas. Yo las he bautizado zapachanclas. Si además te pones un pirata tipo sport, una camisa sin mangas y llevas el móvil colgado del pecho, entonces, tío, you are the Top One!!!
Ha sido una plaga. Estaban por todas partes. Dios mío, al fin pasó el verano.
clack, clack, clack, qué fresquito.
Es como una duda entre pantalón y bermuda, un amago de pescador de chirlas con inspiración deportista, un desnudo que se resbaló hacia abajo implicando a los pies. Y qué decir de la chancla. Sobre todo la que tenía la banderita brasileña. Ese calzado que apenas así puede llamarse, en otro tiempo limitado a la piscina y otras zonas de baño, por fin se lanzó a la conquista del resto del universo. Mundo cuatro duros, descaro de andar por casa rascándome lo de abajo libremente, evocación bartolera de veranongo panzarriba, ¡oh Gran Maromo!
Buenos días: te presento mis pinreles. Mira qué pose me marco: soy el rey de la playa. Lo mismo voy a la pisci que al museo. Eh, ¿qué pasa?
Ahora, la combinación más abyecta, la que destroza la última esperanza de buen gusto que aún colgaba del pobre arbolito moribundo, es la de pantalón pirata y esas especie de zapatillas de deporte pero que no son en realidad zapatillas de deporte sino chanclas. Yo las he bautizado zapachanclas. Si además te pones un pirata tipo sport, una camisa sin mangas y llevas el móvil colgado del pecho, entonces, tío, you are the Top One!!!
Ha sido una plaga. Estaban por todas partes. Dios mío, al fin pasó el verano.