Resulta que este fin de semana mientras me preparaba un navideño
pato a la estaca, he recordado otro clásico atemporal propio de estas señaladas fechas,
las ancas a la cópula de rana bermeja. Les detallo los ingredientes por si se animan;
-Un buen saco de arpillera.
-Nulos escrúpulos interrumpiendo la freza de una especie protegida.
Diríjanse a su humedal más cercano y observen en sus orillas si localizan masas gelatinosas de huevos de rana.
Agudicen su vista e instinto predatorio y localicen entre estas masas de huevos, metidos entre el limo y la berraña a los deliciosos anfibios responsables de tal curioso fenómeno. No estarán muy lejos.
Solo resta alargar la mano y hacer presa sobre ellos. El hecho de que el esfuerzo reproductivo los deje exangües y sin posibilidad de escapar incluso de la mano del más timorato y torpe de los foreros, hace de este plato una receta ideal incluso para el mas neófito de los cocineros. Si todavía albergan algún remilgo en cuanto a esas zarandajas ecológicas de apestosos hippies de la niu aje, pueden descartar a los ejemplares hembra que todavía no hayan desovado. Los reconocerán por ser las hembras de mayor tamaño, mas coloradas en este caso, y sobre todo porque notaran al tacto sus barrigas abultadas por la miríada de huevos que albergan. Pueden incluso, si lo desean, masturbarse observando como copulan felices e indiferentes a su presencia, observando como el macho monta en un cariñoso pero firme abrazo a la hembra fecundando con su esperma los huevos que esta deposita.
Aquí pueden observar unos cuantos de estos sabrosos animalitos que casualmente han optado por posar para una foto.
La forma de procesar esta delicia una vez lleguen con el saco lleno a sus guaridas tampoco esta exenta de LOL, pues se debe comenzar separando la cabeza del cuerpo de la rana con un certero golpe de tijera de pescado, pudiendo disfrutar de las cabriolas y saltos de un cuerpo inerte que aun no sabe que lo está. Tras estos últimos espasmos, pueden proceder a eviscerar y despellejar este manjar.
Recomiendo que una de la hembras de su familia las prepare rebozadas y fritas con una salsa ligera a parte en la que untar, que bien pudiera ser alioli o lo que ustedes prefieran.