Sencillamente, estás siendo su medidor de ego. Realmente ahora eres tú quien tiene la sarten por el mango; le has hecho la pillada, y tú decides si corres un estúpido velo y sigues adelante, si echas un polvo que te haga más dulce el momento antes de mandarla a tomar por culo, o si directamente omites el primer paso.
En tu situación creo que actuaría rápido, por la mera humillación que me supondría ver como mientras tú te veíais comiendo paella con su familia cada domingo, su prioridad era airearse la entrepierna. Tampoco voy a caer en el error de culpar a la chica, quizá sus miras al futuro eran diferentes a las tuyas. Mientras tu tanteabas una posible relación, quizá ella viese en tí un gran amigo con posibles vistas a polvo, y deje de contar.
Pero bueno, como el que pide consejo eres tú y no la chica, te diría que cerrases capítulo. Podrían pasar dos cosas; que siguieras adelante y comenzases una relación, y de ser así, este affaire con tu amigo pesará ahora y siempre en la relación, siendo motivo de uno y mil reproches (quizá no la primera semana, ni el primer mes, ni la primera discusión... pero saldrá seguro a relucir su zorrería en cualquier momento). Si finiquitas la historia creo que te vas a ahorrar numerosas comeduras de tarro. Sencillamente, el pre-noviazgo es algo excitante y quizá la época más especial de una relación, ese tira y afloja mutuo, lleno de vergüenzas y miedos pero que se sabe cual es el final. Vuestro "pre-noviazgo", si se puede llamar así, no ha existido, mientras a ti te comían las mariposillas teeneager cada noche, ella estaba zumbando con otro. ¿Todas putas? No. Pero no has sabido ver en sus gestos que no eras más que un sparring para su tiempo libre.