Bueno,
como hoy hace un viento del carajo y a mi equipo ciclista no le molaba la idea de ensayar los "abanicos", me he quedado en casa y me he propuesto contestar a algunos hilos que se cerraron antes de que yo me iniciara en este foro.
He visto éste bastante interesante y tengo mi propia experiencia de lo que me pasa últimamente por la cabeza (la de arriba) cuando la ótra está trabajando. Antes, un resumen de los post expuestos, con una mención especial a una memorable aportación del gran Nome.
Mientras lo estás haciendo la mente no para.
A mi se me ocurren cosas a veces estupidas y aguafiestas como "me he dejado el coche mal aparcado", o comentarios internos como "joder, no se calla esta tia".
Pero lo más interesante son las fantasias que se monta el coco espontáneamente. Por ejemplo recuerdo una madurita que me tiraba durante una temporada que yo imaginaba que era la mujer de mi jefe, porque tenia un cierto parecido.
Y cuando no se te levanta con la fuerza necesaria? recurrir al morbo de una situación imaginaria muchas veces resuelve el problema. Alguien dijo que el principal organo sexual del ser humano es la mente...
¿Qué tipo de situaciones, escenas, o ideas pasan por tu mente mientras lo haces?
Nomegustalatele rebuznó:
Es curioso... yo también pienso en las patatas fritas. Joder! pensé que era un bicho raro, nunca me atrevería a contarlo de no ser por encontrarme con alguien parecido.
Platon rebuznó:
Yo cuando estoy a punto de correrme y quiero durar más pienso en un profesor vizco que tenía de valenciano que feo era el jodio.
Bueno, pues mi experiencia va más en la línea del clásico griego, o sea, la de pensar en alguien horrendo que me atormenta normalmente para así evitar eyaculaciones antes del minuto 15; me refiero a mi Director Regional. Es estúpido, prepotente, déspota, feo, borracho, maleducado y un lameculos de cuidado.
Pensar en él por breves segundos permite a mi sistema nervioso simpático mandar un mensaje contradictorio a los espermatozoides, que al recibir estas imágenes cuando están dispuestos en los conductos deferentes, se detienen e inician una retirada hacia los cuarteles de invierno ... hasta que la imagen de mi jefe desaparece. Pero bueno, esta retirada me permite tener unos minutos más de placer carnal.
La verdad, no se por qué odio tanto a mi Director Regional; si no es por su forma de ser, mis coitos durarían lo mismo que los de el Rey León.
Auf wiedersehen,