Yimijendri
Forero del todo a cien
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hablar con las tias sin esperar nada a cambio
Me quedo con esta frase. Para mí es lo más válido que se ha dicho en este topic, entre otras cosas porque yo actúo así porque soy así, nunca doy nada por sentado ni voy con prisas, y es algo que a veces notas que las descoloca por completo, hasta el punto de que si esto lo haces con las asiduas de la cuadrilla que ves frecuentemente a veces acaban sin saber de qué coño vas y en muchos de esos casos la consecuencia es que despiertas su interés, un interés que quizás no hubieras despertado ni de coña si hubieras ido en plan ataque.
Porque entre otras cosas, ellas ya están acostumbradas a que muchos tíos les entren a saco y entonces agradecen que otros las traten simplemente como tratarían a un amigo o a cualquier persona sin un interés sexual aparente desde el principio.
Que luego por culpa de eso puedes perder el tren a veces y otro te pisa el terreno, pues vale, señal de que a la tía tampoco le interesabas mucho en realidad y ya vendrá otra.
Entiendo que esto no sirve de nada para un chaval de 16 años que lo que quiere es mojar cuanto antes y se obsesiona con el tema, así que todo depende del caso de cada cual.
Los que tengan demasiadas prisas mejor que no hagan ni puto caso, pero para los que ya somos perros viejos sí lo veo una buena forma de actuar. En resumidas cuentas, yo ya a estas alturas del partido nunca voy a saco con nadie y si alguna vez tengo relaciones sexuales rápidas con alguna que acabo de conocer es porque ella me ha entrado y ha dado el paso, pero en lo que a mi iniciativa respecta yo ya me tomo las cosas más con tranquilidad y sin esperar nada a cambio de salida (que luego pasa, pos mu bien, pero a priori no llevo esa mentalidad).
Otra cosa: la línea entre tratar a las chicas del grupo que te gustan como un amigo sin darles la impresión de que quieres algo más con ellas y pasar a ser considerado el amigo semigay inocentón del grupo es muy delgada, y si la cruzas date por re jodido. Por eso siempre hay que intentar mantener una incertidumbre y un lado algo canalla que les impida identificarte con un osito de peluche diseñado para hacerles casta compañía.
Si de una cosa estoy satisfecho en esta vida es de que jamás he pasado por esa humillación de ser considerado la mascota amiguita por ninguna tía que me gustase (y que no me gustase tampoco). Se puede ser su amigo sin necesidad de ser el puto peluche, es difícil pero se puede.