CHICA
Nombre "artístico": Esther
Nacionalidad: Paraguaya
Edad aproximada: en el anuncio dice 30, pero debe tener cerca de 40
Fotos falsas o retocadas?: Reales, sin retocar
Descripción de Cara: bastante guapa
Descripción de Cuerpo: más bien gorda, pero con tono muscular, no está fofa
Descripción de Carácter: más bien tímida
Fumadora: no
CONTACTO
Teléfono: 613177336
Web/Anuncio:
https://www.pasion.com/contactos-mujeres-en-leon/esther.htm
Dirección: Calle Laureano Diez Canseco (El Crucero)
LUGAR DE ENCUENTRO
Aire Acondicionado/Calefacción: Sin aire, habitación calurosa
Discreción del lugar: Poco discreto, al lado de un bar con terraza
Valoración de las instalaciones: limpias, sencillas
SERVICIO
Fecha aproximada de la experiencia: hace unos días
Tarifa contratada: una hora
Duración real del servicio: algo más de una hora
Besos: no (no los acepta)
Mamada(con/sin protección): sin, excelente, hasta el fondo y muchas babas
Cunnilingus: si, da sensación de muy limpia
Griego: si, maravilloso
Valoración de la experiencia(0 a 10): 9
¿Repetirías?: si, sin duda
Relato del encuentro:
Antes de nada, me presento sucintamente. Leones, joven, comenzando la veintena de años, y a punto de finalizar mis estudios universitarios de Humanidades (lo notareis, pues me apasiona la Literatura).
Como no me considero especialmente agraciado y además soy mi tímido para relacionarme con las chicas, hace unos meses decidí comenzar mi aventura en este mundillo.
Un amigo me comentó que era aconsejable dejarme guiar por los expertos, para evitar caer en trampas propias de este ambiente, y me recomendó unirme a este grupo, para aprovechar la experiencia de los habituales, a los cuales agradezco su guía.
Hasta ahora, me he limitado a leer los comentarios de los compañeros, aunque he de decir que algunos, quizá demasiados, me han sorprendido negativamente, pues pensaba que, como sucede en otros foros, habría más “camaradería”, y me he encontrado con rivalidades y pugnas que a buen seguro son innecesarios, pues se supone que la finalidad es ayudarnos entre nosotros para disfrutar lo máximo posible de este siempre proceloso mundo de la prostitución.
Así que esta es mi primera experiencia, la cual comparto con vosotros, por si os es de alguna ayuda, que espero que sí.
Tras llamar por teléfono varias veces (se ve que debe tener bastante trabajo), pude concertar una cita.
Lo cierto es que, al darme la dirección, en El Crucero, sabiendo cómo se ha deteriorado ese barrio, estuve a punto de echarme atrás. Pero pudo más el deseo, y allí que me fui.
Al llegar al portal (la calle es Laureano Diez Canseco), me puse algo nervioso mientras la volvía a llamar para que me diera el piso, pues justo al lado hay un bar con terraza, que en esos momentos estaba llena, básicamente de magrebíes, contra los cuales no tengo nada en absoluto, pero algunas de sus miradas se fijaron en mí, o al menos esa sensación me dio, lo que no me hizo sentir nada cómodo.
Afortunadamente, la chica no tardó en abrir la puerta una vez pulsé el timbre, y subí raudo las escaleras, de tres en tres peldaños.
La primera imagen que vi de ella ya me compensó el esfuerzo de ir y el mal trago de la breve espera ante el portal. Tras la puerta, apareció una chica guapa de cara, maquillada sin estridencias, en ropa interior negra, con una especie de gasa vaporosa por encima, que dejaba ver un pecho exuberante, que atraía la mirada como un imán. Como iba con exceso de ganas, en aquel momento me pareció poco menos que una diosa. El atractivo fue inmediato.
A esa impresión tan positiva se unió su voz sensual, dulce, muy calmada, receptiva y acogedora. Vamos, que en esos primeros instantes me sentí en la gloria, pensando sin dudar que había acertado en la elección. A este respecto, he de decir que me había costado mucho decidirme; le había dado mil vueltas tras leer y releer las experiencias de los compañeros de los últimos meses. Y finalmente había optado por una madura, pensando que me ayudaría a superar exitosamente mi primera experiencia, que no quería bajo ningún concepto que fuera frustrante.
Me pasó a una habitación (bastante calurosa) más bien pequeña, con una cama individual, y al fondo un armario, una silla y una mesilla. Al final, había una ventana, pero estaba cerrada. La poca luz la aportaba una lamparilla sobre la mesilla, pero para mí, en mis condiciones de novato, era más que suficiente.
Después de efectuar el pago (el tiempo, una hora, ya lo habíamos acordado por teléfono), incluyendo el extra por griego (una fantasía que me apetecía probar y que ofrecía en su anuncio), me propuso darme una ducha, a lo que acepté encantado, pues, y a pesar de que me había bañado antes de salir de casa, entre los nervios y el calor de la calle, estaba sudando en abundancia.
El cuarto de baño estaba limpio y ordenado. La ducha, correcta, con buena mampara. Me llamó la atención que no tuviera bidé (tampoco cabía), pues lo consideraba un clásico de estos lugares.
Vuelta a la habitación, la chica se desnudó. Al quitarse la poca ropa que llevaba, me vino una ligera decepción. Era más gordita de lo que me pareció cuando me abrió la puerta. Los pechos se cayeron al desprenderse del sujetador (que ella lo intentaba disimular poniendo los brazos por debajo) con los pezones apuntando al suelo. Además, la parte superior de los pechos estaba llena de estrías. Y la tripa pugnaba por irse hacia delante, también sufriendo el rigor de la gravedad. Las piernas eran bastante gruesas.
Aun así, el efecto en su conjunto seguía siendo positivo. A lo que ayudaba un pubis completamente depilado.
Inmediatamente me propuso tumbarme en la cama, y casi sin mediar palabra, se pudo a realizarme una felación, al natural. Tal como había leído en otras experiencias, ¡¡fue magnífica!! Sin tener que pedírselo, se la introducía hasta el fondo. Daba la sensación de que lo estaba disfrutando de verdad. Y sí, era cierto que las babas fluían sin descanso, añadiendo placer, físico y visual.
Cuando ya no pude más (ella no parecía querer parar), le pedí que me pusiera un preservativo, para comenzar la sesión de penetración. Así lo hizo, con el mismo afecto y suavidad que todo lo demás.
Le dije que me gustaría que probáramos varias posiciones (ya le había aclarado mi bisoñez), a lo que no solo no puso ninguna pega, sino que se ofreció a ayudarme, lo que me consiguió relajarme.
Después de un muy breve cunnilingus para lubricar (no abría mucho las piernas, por lo que entendí que no le apetecía demasiado, y fue una pena, pues olía y sabía muy bien), comenzamos con el clásico misionero, para a continuación seguir a cuatro patas (un espectáculo ver ese culo en acción), y terminar ella encima, posición que me comentó que era su favorita. Además de que en todo momento parecía disfrutar de verdad (no entiendo nada, pero me dio la impresión de que no fingía), verla encima mío, son esas tetas botando, y aprovechando para acariciarlas, fue una verdadera delicia.
Como había pagado el extra del griego y lo quería también probar, le pedí cambiar de posición, a lo que accedió, aunque me dio la sensación de que hubiera preferido acabar ella encima. Se puso de nuevo a cuatro patas, y allí que fui. Me sorprendió la gran facilidad con la que entró (tampoco estoy especialmente dotado, algo normal), e igualmente la sentí disfrutar. Después de tanta actividad, duré muy poco, pero con un placer muy intenso.
De nuevo me fui a la ducha, pues la sudada ya era importante, entre el dinamismo desatado y el calor de la habitación. Ella me siguió, pues también había sudado lo suyo (por cierto, en todo momento olió muy bien, incluso sudando).
Como quedaba algo del tiempo acordado, ella misma me ofreció darme un masaje. Me comentó que le gustaba mucho dar masajes, por todo el cuerpo. Así que accedí encantado. Y he de decir que fue una auténtica maravilla. Ya quisieran muchos y muchas profesionales de los masajes, en los spa y en centros especializados, dar unos masajes tan buenos. Además, contrastantemente me iba preguntando si lo quería más fuerte, incluso terapéutico. Sin la menor duda, esta chica tiene un gran don en sus manos. Os lo recomiendo a todos encarecidamente. Como me excitó tanto, le pedí que terminara con un final feliz, lo cual también realizó a las mil maravillas, mientras la acariciaba la trasera y los pechos.
Como os podéis imaginar, salí de aquella casa encantado, deseando repetir la experiencia lo antes que mi pobre economía me lo permita. Ojalá fuera así con otras chicas con las que alguien día pruebe.
En cierto modo, y como casi me doblaba la edad y al explicarle que era novato en estas lides, quizá me trató de una forma muy especial. Aunque me da que debe ser así con todos los clientes.
Por resumir, entre lo más positivo destacar que es bastante guapa de cara, con unos labios carnosos y prominentes, muy sensuales. La felación es extraordinaria. No pone ningún impedimento a cualquier posición, si bien prefiere ponerse ella encima, sabiendo bombear muy bien. El griego exquisito. Finalmente, el masaje es algo para no perderse.
No es preguntona, lo que se agradece. Pero si le cuentas tu vida, parece escucharte sinceramente.
El piso es correcto sin más, se ve limpio y cuidado.
Una ventaja es que está sola en el piso, sin compañeras. Tampoco tiene proxeneta.
Su piel es muy suave y da gusto tocarla.
También tiene algunos aspectos que podríamos considerar negativos, al menos desde mi nula experiencia, y quizá por no haber colmado plenamente mis expectativas.
Además del reseñado calor de la habitación (hay que matizar que era un día anormalmente caluroso), no se puede ocultar que no es una chica precisamente delgada, por lo que seguramente no es apta para todos los gustos. Sin poder catalogarla de obesa, es cierto que es de constitución ancha y que le sobran unos kilos; en este sentido, lo bueno es que tiene mucho tono muscular, por lo que la gordura la compensa con la carencia de flacidez en nalgas, brazos y piernas. Solo reseñar lo ya comentado de unos pechos muy caídos, aunque también en este caso sigue siendo muy agradable tocarlos, por no mencionar unos pezones grandes y duros, estupendos para chupar y pellizcar.
También hay que subrayar que no le gusta nada (al menos no conmigo) dar besos, con lengua ni se los plantea (me dijo que no lo hace con nadie, por mucho dinero que le ofrezcan), lo que es una verdadera pena, pues debe ser una delicia besar y mordisquear esos labios. Tampoco permite que le metan los dedos, por ninguna cavidad.
En las piernas empieza a tener alguna rugosidad, pero nada, ni de lejos, que se pueda considerar celulitis.
Y, algo que quizá algunos echarán mucho de menos, no deja terminar en su boca, un déficit importante, pues con lo bien que hace la felación, debía ser una verdadera gozada acabar ahí dentro.
En cuanto a su personalidad, no es muy habladora (para muchos seguro que es una bendición), y es más bien tímida y algo introvertida. Si bien hay que reconocer que se anima en los momentos clave.
En definitiva, una chica más que recomendable, con la que espero repetir. Por lo que me comentó, lleva en León, ejerciendo este oficio, unos 10 años, lo que da una idea de su éxito.
Doy las gracias a los compañeros que, merced a sus comentarios, me llevaron hasta ella.
Espero haber colmado vuestras inquietudes, y gracias por leer hasta aquí.