Libros Relato Erótico-Festivo (very very soft, vamos para todos los públicos, un coñazo ea!)

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Argail
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

Argail

"Suicida" con rególver de bolitas de anís
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9 Nov 2009
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Hace varios minutos que los dos hemos callado, forma parte de nuestro pequeño ritual. Caminamos por el pasillo dejando atrás las puertas de los vecinos agarrados por la cintura; nos conocemos lo bastante para saber nuestros gustos pero no tanto como para evitar la sensación de nervios y creciente excitación, ella esta acariciando mi espalda y yo correspondo su gesto rozando su trasero. De pronto se gira y nos besamos, besos suaves pero cargados de intención. Siento el agradable y familiar hormigueo recorriendo mi bajo vientre pero cuando intento reanudar el contacto ella coloca un dedo en mi boca y señala con la mano la cerradura de mi puerta.

Abro de mala gana e inmediatamente ella se interna en la oscuridad de mi Loft y enciende la luz. Esa única luz que usaremos para guiarnos probablemente en lo que quede de noche, luz tenue y rojiza que a veces acompaña a una vela o dos, pero hoy no. Hoy hay una urgencia en sus movimientos, en su forma de mirarme mientras se muerde el labio inferior que me enciende. Le aparto el pelo rubio y liso del cuello y lo beso, apenas rozándolo, recorriéndolo de abajo a arriba hasta llegar a la linea de su mandíbula donde me detengo un poco lo justo para continuar buscando su boca y muerdo suavemente su labio inferior lo succiono y hago lo propio con el de arriba. Ella me rodea con sus brazos y nos besamos de nuevo, esta vez, con más intensidad. Deslizo mis manos por su pelo que se escapa entre mis dedos y acaricio su nuca hacia arriba, ella se pega a mí y siento sus pechos contra el mio provocándome una sensación de fragilidad.

Andamos hacía la cama sin despegarnos mientras ella tira del cuello de mi camiseta, me la quito rápidamente y procedo a desabrochar los botones de su blusa lentamente mientras nos miramos a los ojos. Mientras la desnudo intercalo los movimientos con caricias a su pecho con el dorso de la mano y noto como sus pezones empiezan a reaccionar clavándose insistentemente en mis manos. Finalmente libero su cuerpo de la blusa y del molesto sujetador y comienzo a jugar con sus senos, son pequeños pero llenos y firmes de aureolas infantiles y rosadas. Las acerco a mi boca y la oigo suspirar mientras paso mi lengua por ellas, me entretengo un buen rato succionando sus pechos para después seguir estimulándola con mis dedos húmedos por la saliva. La beso con fuerza mientras pellizco suavemente sus pezones y la oigo gemir por primera vez en la noche... me brota una sonrisa.

Acerco la mano por debajo de su falda para cerciorarme de que todo marcha bien y ella me lo impide juntando sus piernas y negando con una sonrisa traviesa, me muerde los labios y comprueba el estado de mi erección la cual parece satisfacerla. Me besa el cuello y los hombros provocándome escalofríos y poniéndome la piel de gallina, me araña las espalda lentamente y se me escapa un suspiro. En un arrebato la cojo y la siento bruscamente en la cama. Ella se tumba perezosa y yo comienzo a desabrochar la falda con urgencia, levanta el trasero para facilitarme la tarea y en un momento la tengo prácticamente desnuda en mi cama con una mirada desafiante en su rostro.

Se incorpora ligeramente y me atrae hacia ella cogiéndome de los bolsillos del vaquero, su pelo pajizo le cae alborotado sobre la cara, empieza a desabrocharme el pantalón mientras se muerde el labio y alza una ceja gesto que me vuelve loco y mientras continua desnudándome meto un dedo entre esos labios carnosos y ella lo chupa y lo lame con la punta de la lengua. Estoy tan excitado que casi me duele, al final termino quitándome con alivio el resto de la ropa y ella clava su mirada en mi miembro, lo acaricia con suavidad arrancándome un gemido, se humedece los labios y se acerca lentamente casi con cautela.

El corazón empieza a latirme rápidamente anticipándose al momento que ella esta convirtiendo en una agonía. Le encanta hacerme sufrir, le encanta jugar. Se acerca a mi con la boca entreabierta y su mirada clavada en la mía, aprieto los puños de manera inconsciente cuando siento el calor de su boca en mi sexo, suelto un suspiro y me queda la respiración entrecortada. Noto su lengua trazando círculos alrededor del prepucio y cierro los ojos para disfrutar aún más de la sensación. Pongo mi mano sobre su cabeza para sentir mejor el movimiento pero un escalofrio me avisa que es suficiente por el momento. La aparto y la beso con fuerza, después la empujo y abro sus piernas donde solo un pequeño tanga negro la separa de mi, se lo arranco prácticamente y comienzo a besar sus suaves muslos acariciando la cara interna y acercándome cada vez mas a su mojado sexo que esta pidiendo a gritos ser comido.

El problema es que a mi también me gusta jugar así que me acerco lo suficiente para que sienta mi aliento y después beso la cara interna de sus piernas tan cerca como puedo hasta sentir su calor en mi cara. Ella comienza a impacientarse intentando atraerme hacia ella con sus manos pero todavía no es el momento y la torturo un poco más, solo un poco hasta que, cuando menos lo espera paso mi lengua entera por todo el centro de su sexo sintiendo como su flujo resbala por mis labios brindándome cien sabores diferentes y escuchándola gemir de placer y alivio. Aunque esto es solo el principio, sin detenerme apenas continuo lamiendo los deliciosos pliegues mientras que con la yema húmeda de un dedo estimulo su clítoris. Su respiración y los gemidos entrecortados se suceden a medida que aumento la velocidad de mi lengua hasta que decido introducirsela de golpe en su interior. Entonces hago el cambio, la lengua pasa a estimular el clítoris y con cuidado introduzco primero uno y luego dos dedos en su sexo curvándolos hacia arriba buscando su punto de placer máximo.

Continuo así unos minutos hasta que sus gemidos me obligan a taparle la boca para evitar molestar a los vecinos gesto que ella aprovecha para chupar mis dedos llenos de sus propios fluidos mientras me mira con ojos vidriosos y me susurra una palabra que no llego a entender. Me acerco a su boca curioso y le pido que me repita lo que ha dicho. Ella queda callada unos segundos y finalmente me pide que la folle. Con una sonrisa traviesa me coloco sobre ella y empiezo a rozar mi pene erecto por todo su sexo, una y otra vez, veo que ella arquea la espalda impaciente y me repite de nuevo su petición anterior a la cual hago oídos sordos... finalmente es ella la que agarra mi miembro y poco a poco con cara de placer y dolor se lo introduce en su totalidad y queda quieta adaptándose al tamaño unos segundos.

Nunca te acostumbras a la sensación, al calor que casi quema y la suavidad de una vagina, es una sensación única, ya casi había olvidado lo "prieta" que era esta chica. Al principio me muevo con cuidado por temor a lastimarla pero a medida que pasan los segundos comienzo a imprimir mas velocidad y fuerza en los envites. Me invade una sensación de arropo y plenitud que entrecorta mi respiración. Miro su cara que esta cubierta por el rubor y mechones húmedos de su pelo y le pido que me mire. Lo hace y nos miramos fijamente mientras la penetro, nos miramos con creciente intensidad, le pido que pase una pierna por encima de mi hombro y así quedar de lado, continuamos así durante unos minutos. Disfruto viendo como se mueven sus pechos y su pelo al compás de mis caderas; tiene la boca entreabierta y de sus labios se escapan tenues gemidos que me excitan sobremanera.

Me enciendo y vuelvo a la posición original solo que esta vez agarro con una mano sus muñecas y las coloco por encima de su cabeza, la inmovilizo e imprimo toda la fuerza y velocidad de que soy capaz, ella gime con más fuerza lo que me anima a seguir golpeando sus muslos con mi cadera, unos minutos después ella comienza a respirar de manera espasmódica a la vez que noto una presión en mi pene seguida de unas cuantas contracciones más. Disminuyo la cadencia y la miro; tiene el pelo hecho un desastre, esta sudorosa y respira devilmente, pero sonríe. Se incorpora consiguiendo mantenerme dentro de ella y se sienta sobre mi. Estamos más cerca que nunca, la beso y sin separarnos comienza a moverse arriba y abajo de forma lenta y dulce. Mientras la beso acaricio sus pechos, su pelo, su cara ella sigue moviéndose y yo ya no necesito mucho más. El orgasmo es tan fuerte que reverbera en todo mi cuerpo y mi voz, largo, intenso...

Nos quedamos abrazados todavía unidos, un rato más, queda mucha noche por delante, la luz y el día son aún una ilusión distante

(este relato esta dedicado a una forera especial, no hetero...bueno un poco, ahora es cuando me banean)

Edito: Lo siento, no sabía que ya había un hilo abierto sobre relato erotico
Edito2: Diario de a bordo. La susodicha forera sigue sin darse por aludida creo que hoy tampoco follo
 
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