Sir Ano de Bergerac
La becaria de Aramís Fuster.
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He pasado una semanas bastante movidas en las que no he entrado apenas al foro. Hoy he leído los hilos de la primera página por encima y me ha repugnado en su mayoría; he visto más claro que nunca el agujero negro de negatividad que es este lugar. Voy a contar la historia de lo que me ha ocurrido últimamente con la esperanza de animar a algún tímido que sospeche que esta no es toda la verdad.
Dios sabe que he sido fuerte, que he aguantado. He pasado mis crisis, he estado a punto de desesperarme, pero siempre aguanté; fui fiel a unas ideas que cambiaron mi vida hace unos cuatro años. Por aquel entonces yo terminaba una relación tormentosa que acabó con mis energías y felicidad durante mucho tiempo; es cuando hice la promesa de que si volvía a decidir juntarme a otra persona, sólo sería con alguien que de verdad valiese la pena, algo que creía un completo imposible hasta hace muy poco. Por el camino he dado tantos tumbos que por momentos olvidé cual fue el punto de partida, sin embargo, el impacto de aquella pérdida fue tan fuerte, que quedó grabado en lo más profundo de mi psique el único objetivo: ser más noble, ser más, si tiene que llegar alguien, que sea porque nos aceptamos sin que quepa la menor duda.
Miles de posts en esta casa son testigos de los pasos hacia adelante y hacia atrás que he dado. He salido, he follado, e incluso muchas veces he hecho daño, y me ha ayudado a liberar mucha basura emocional, pero siempre fueron sólo pequeños alivios.
Este año, casi sin proponérmelo, conocí a una persona de la que paulatinamente me fui dando cuenta que tenía todo aquello que quise en una mujer desde el inicio de estos mismos cuatro años de soledad y aprendizaje, de los que me siento francamente orgulloso. Puede ser muy difícil de creer en este sitio si digo que una mujer es bondadosa, hambrienta de curiosidad y cultura, generosa, inteligente y hermosa; pero es así y de esto no hay lugar a dudas. Los hechos son que fui labrando una amistad desinteresada cuando ella tenía otra pareja y poco a poco me fui dando cuenta de todo esto hasta que ya no pude más, y en un instante de valentía le conté todo lo que sentía por ella con completa desnudez. Le dije que no me importaba una mierda su novio porque sabía que aquello estaba muerto desde hace más de un año; aún no sabía que aquello se había terminado hace unas semanas y ella me lo estaba ocultando porque también sentía algo por mí, pero quería enfriarlo para ver si no era simple euforia, confusión de sentimientos o dependencia. Pero fue una conversación tan sincera y apasionada que esa misma noche terminamos durmiendo juntos. Las palabras adecuadas existen, yo ese día las tuve porque fui honesto como pocas veces.
Llevamos suficientes horas juntos como para saber que esto no es ninguna ilusión hormonal.
Ahora estoy más seguro que nunca de que todo esto de la misoginia, misantropía y demás palabras con las que se os llena la boca, no son más que engaños para hacer más soportable lo horroroso que es sentirse solo. Yo saco en claro después de varios años, que una vez perdida la fe, la poderosa fuerza de la resistencia ante la desesperanza, se nos son negadas este tipo de oportunidades. Que cada uno haga su elección.
Dios sabe que he sido fuerte, que he aguantado. He pasado mis crisis, he estado a punto de desesperarme, pero siempre aguanté; fui fiel a unas ideas que cambiaron mi vida hace unos cuatro años. Por aquel entonces yo terminaba una relación tormentosa que acabó con mis energías y felicidad durante mucho tiempo; es cuando hice la promesa de que si volvía a decidir juntarme a otra persona, sólo sería con alguien que de verdad valiese la pena, algo que creía un completo imposible hasta hace muy poco. Por el camino he dado tantos tumbos que por momentos olvidé cual fue el punto de partida, sin embargo, el impacto de aquella pérdida fue tan fuerte, que quedó grabado en lo más profundo de mi psique el único objetivo: ser más noble, ser más, si tiene que llegar alguien, que sea porque nos aceptamos sin que quepa la menor duda.
Miles de posts en esta casa son testigos de los pasos hacia adelante y hacia atrás que he dado. He salido, he follado, e incluso muchas veces he hecho daño, y me ha ayudado a liberar mucha basura emocional, pero siempre fueron sólo pequeños alivios.
Este año, casi sin proponérmelo, conocí a una persona de la que paulatinamente me fui dando cuenta que tenía todo aquello que quise en una mujer desde el inicio de estos mismos cuatro años de soledad y aprendizaje, de los que me siento francamente orgulloso. Puede ser muy difícil de creer en este sitio si digo que una mujer es bondadosa, hambrienta de curiosidad y cultura, generosa, inteligente y hermosa; pero es así y de esto no hay lugar a dudas. Los hechos son que fui labrando una amistad desinteresada cuando ella tenía otra pareja y poco a poco me fui dando cuenta de todo esto hasta que ya no pude más, y en un instante de valentía le conté todo lo que sentía por ella con completa desnudez. Le dije que no me importaba una mierda su novio porque sabía que aquello estaba muerto desde hace más de un año; aún no sabía que aquello se había terminado hace unas semanas y ella me lo estaba ocultando porque también sentía algo por mí, pero quería enfriarlo para ver si no era simple euforia, confusión de sentimientos o dependencia. Pero fue una conversación tan sincera y apasionada que esa misma noche terminamos durmiendo juntos. Las palabras adecuadas existen, yo ese día las tuve porque fui honesto como pocas veces.
Llevamos suficientes horas juntos como para saber que esto no es ninguna ilusión hormonal.
Ahora estoy más seguro que nunca de que todo esto de la misoginia, misantropía y demás palabras con las que se os llena la boca, no son más que engaños para hacer más soportable lo horroroso que es sentirse solo. Yo saco en claro después de varios años, que una vez perdida la fe, la poderosa fuerza de la resistencia ante la desesperanza, se nos son negadas este tipo de oportunidades. Que cada uno haga su elección.