Ha sido Cupido, ha sido el Destino, han sido las runas nórdicas o el Tarot de Rappel. ¿Acaso importa? Atravesaste, no lo puedo ignorar, bosques de falos para llegar hasta mi. Atravesé, sin disgusto, enmarañadas jaurías de coños para encontrarte. Y las cosas parecen funcionar, los días y su espuma no excitan mi melancolía. Hay más sol y menos transcendencia. Nena, nena, nena, olvídate de los mapas. No son lo tuyo. Tu talento es besarme, hacerme feliz, provocarme, porque el amor así, un ligero desasosiego. Es bueno y le sienta bien a mi alma preocuparme por una mujer como tu. En cambio a ti no te sienta bien azorarte en busca de una dirección. Coge mi mano y déjate llevar, como si aún estuviéramos en la cama.