Creo que el pinche güey hijo de la gran chingada del Rajoy cambió todo para quitarnos el poder a los currantes y devolvérselo a los señoritos con un eufemismo que llamaron "flexibilidad laboral". No estoy muy seguro porque llevo años dando tumbos sin trabajo fijo y estoy un poco desconectado de lo que viene siendo el trabajo legal por cuenta ajena.
Yo, te hablo de cuando se ataban los perros con longanizas, coño, es que en aquella época por correrte dentro de una y si hacías premio te daba ZP 3.000 euros por machote. Eran otros tiempos, la octava potencia del mundo, incluso le dejaron entrar a Zapatero una vez a una reunión de del G8, aunque no le pusieron silla. España estaba a punto de ganar el europeo y años después el mundial, la venta de Wv Touareng se disparó y mindundis como zurraspas y compañía tenían al alcance de sus manos su propia casa para formar una familia junto a la Jeny del Día%.
Lo que hice fue decir a mi jefe que me iba, que me despidiera para cobrar el paro y que no quería cobrar indemnización. Me lo negó, craso error. Mal rollo, impuntualidad, pasotismo, pasé a modo pasivo agresivo. De tapadillo, empecé a ir al médico fingiendo una depresión. Antes me leí un libro que se llama "Ante la depresión" del padre de Colate, el que se follaba a Paulina Rubio.
Fui con la lección aprendida y a cada pregunta del señor doctor yo ya tenía la respuesta estudiada, soy un tunante. Mi cara de tonto ayudó a que no se descubriese la farsa.
Luego, una vez con la baja por depresión(del médico de cabecera), sólo podía faltar unos días, dos o tres, no me acuerdo. El caso es que aparecía por el curro un día sí otro no. Sin explicaciones, o me iba a media mañana alegando que tenía que ir al medico, y como estaba con la depresión no me podían decir nada. Una vez dije que iba al médico porque me dolían los testículos, no es broma.
Tenía bien estudiado el laudo de mi gremio y sólo faltaba los días necesarios, cuidado con esto porque por ahí te pueden despedir. Me tomé mi despido como una partida de ajedrez; estudiando bien cada jugada, anticipándome a los ataques de mi oponente, haciendo un desgaste psicológico del rival, consultando jugadas maestras por la internet.
Hacía todo lo menos posible, era un estorbo, ya había puesto el jefe un anuncio en infojobs para mi puesto. Todo muy raro, un vacío total por parte de algunos compañeros de trabajo, ratas inmundas que pasaron del jiji jaja a negarme el saludo. Por fin me despidió y fui a CCOO a ver cómo defenderme. Me asesoraron y estuve dos meses entre el despido y la reconciliación laboral. Al final me pagó la indemnización, más los dos meses que estuve sin ir pero que seguía mandando la baja por correo certificado. Y luego el paro.