Victor I
Freak
- Registro
- 24 Ene 2006
- Mensajes
- 6.885
- Reacciones
- 44
El sexo, como elemento lúdico y piedra angular de la sacrosanta felicidad, está sobrevalorado. No es la piedra filosofal que nos están vendiendo. Y esto os lo dice un sexonoimano como una casa, un libidinoso enfermizo. Pero aún asi, en mis ratos de lucidez, cuando mis niveles de testosterona se mueven en niveles humanos y no simiescos y permiten a mi cerebro funcionar con eficacia, me doy cuenta de la sociedad tan hipersexual en la que nos movemos. La cantidad de estímulos sexuales que recibimos a lo largo del dia es algo inédito en la Historia. Jamás el ser humano ha tenido tanto sexo a su disposición...al menos jamas le han hecho creer que lo tiene.
Haceros a la idea de que la inmensa mayoría de los hombres que han habitado el planeta Tierra apenas tenian ocasión de ver a una mujer desnuda y mucho menos refolgar con ella, salvo que fuera su mujer. Existian los prostíbulos, las meretrices de mala reputación, las cortesanas inalcanzables para la mayoria de los mortales, pero aquellos que se movían en un medio rural(la mayoria) apenas podían disfrutar de otro coño que el de su santa y decrépita esposa.
El ser humano no esta diseñado para follar, sino para dejar su simiente, y por lo tanto sus genes en cuanto la ocasión se lo permitía. Lo cual no quiere decir, que el no meterla le enloquezca, esto el totalmente falso. Cuando la abstinencia se prolonga durante un tiempo más o menos largo, se entra en una fase de letargo y astenia sexual que en cierta manera puede llegarse a considerar como una liberación.
Si lo pensamos friamente el sexo no deja de ser una esclavitud biológica a la que nuestro organismo está sometido, y por lo tanto nunca puede ser plenamente disfrutado, porque aquello que necesitamos no nos permite elegir. Y sin elección no hay placer. El entorno actual, con un porno accesible y unas relaciones sexuales no ligadas al matrimonio ni a la moral, es un reto para nuestro cerebro y nuestras gónadas. No están preparados para este nivel de dependencia e hipersexualidad. La falta de sexo no es una carencia biológica que nos atormente, es un condicionamiento social que provoca más un strees psicológico que sexual. En el mundo de hoy, el follar es más una necesidad social que física.
Haceros a la idea de que la inmensa mayoría de los hombres que han habitado el planeta Tierra apenas tenian ocasión de ver a una mujer desnuda y mucho menos refolgar con ella, salvo que fuera su mujer. Existian los prostíbulos, las meretrices de mala reputación, las cortesanas inalcanzables para la mayoria de los mortales, pero aquellos que se movían en un medio rural(la mayoria) apenas podían disfrutar de otro coño que el de su santa y decrépita esposa.
El ser humano no esta diseñado para follar, sino para dejar su simiente, y por lo tanto sus genes en cuanto la ocasión se lo permitía. Lo cual no quiere decir, que el no meterla le enloquezca, esto el totalmente falso. Cuando la abstinencia se prolonga durante un tiempo más o menos largo, se entra en una fase de letargo y astenia sexual que en cierta manera puede llegarse a considerar como una liberación.
Si lo pensamos friamente el sexo no deja de ser una esclavitud biológica a la que nuestro organismo está sometido, y por lo tanto nunca puede ser plenamente disfrutado, porque aquello que necesitamos no nos permite elegir. Y sin elección no hay placer. El entorno actual, con un porno accesible y unas relaciones sexuales no ligadas al matrimonio ni a la moral, es un reto para nuestro cerebro y nuestras gónadas. No están preparados para este nivel de dependencia e hipersexualidad. La falta de sexo no es una carencia biológica que nos atormente, es un condicionamiento social que provoca más un strees psicológico que sexual. En el mundo de hoy, el follar es más una necesidad social que física.