Venga hombre, un tío que ha salido del Valladolid con una media de 16 goles (lo acabo de mirar) tras 3 temporadas y donde se hacía él mismo los goles cuando no culminaba pases largos Henry's style, es HAMO.
Debuta en champions y hace hat-trick y todavía se le critica? Pero esto que coño es?
De lo que más valoro en el fútbol es el 9 puro y duro, de los que cada vez hay menos, tipo Villa o VN. Y este tío como Villa, cada vez que lo he visto, vive para el gol, por el gol, cada vez que la toca huele a gol, cada vez que hay peligro ahí está. Coño, en un mes está de titular y lo tiene difícil.
Cambiando de tema. El MadriZ me aburre solemnemente. Y lleva años así, un entrenador detrás de otro y parece que los aficionados os habeis acostumbrado. Tiene una casillas-vn-dependecia acojonante. Como un equipo pequeño tiene de su estrella.
No quiere el balón y eso provoca:
1. Recibir muchísimas ocasiones en contra.
2. Tener lagunas a lo largos de los partidos escandalosas, que cuando se junta con el aprovechamiento del punto 1, acaba en derrota.
3. El poco ritmo de juego por el que pasan muchos jugadores al no tocar bola y contra los que se carga después de cada partido.
4. Técnicamente, uno a uno, estos jugadores no están hechos para ese estilo de juego y la cagan continuamente.
5. Lo más triste, la excusa del entrenador después del partido en el que se dan estas circunstancias.
De verdad que aburren. No sabe uno a qué juegan, y el único leitmotiv es, cuando van perdiendo, arrinconar al contrario colgando balones. Si en una de esas aparece VN, de puta madre, sino, una decepción más.
Y además, no sé si es sólo mi sensación, casi todos los partidos que juegan, antes ya va uno predispuesto a que no va a ser un partido fácil y no está tan claro que ganen. Luego ganan, vale, cada día por un motivo, pero no lo concibo en un club como este.
No hay muchos partidos que uno pueda decir han merecido llevarse de calle. El más podría decirse que el derby, y vuelven a aparecer los factores puntuales, un gol en segundos y otro justo sobre el pitido final, con un gol injusto anulado en medio. Pero no puede hablarse de un asedio, ni un control del partido si quitamos los primeros 30 minutos, y esto contra un rival tocado, mal plantado y apollardado.
En resumen, imagen triste con la que al fin y al cabo todo el mundo se ha acostumbrado. Todo esto se maquilla con partidos como el del domingo que viene, perfecto para un 3-0 o 4-0 con uno o dos de Raul y ya se olvida todo.