Los lodos del Mar Menor
Las particulares condicones climatológicas del Mar Menor, con un alto porcentaje de horas al sol al año, aguas templadas y una elevada salinidad, han proporcionado que en el extremo norte de la laguna, en la zona conocida como Las Charcas, se fueran depositando durante siglos lodos muy apropiedados para tratamientos terapéuticos. Los últimos análisis realizados por la Universidad de Murcia (estudio de 1995) revelan que estos sedimentos contienen un alto porcentaje de cationes, calcio, magnesio, potasio y flúor, así como aniones, cloruro y sulfato, muy superiores a los esperables, incluso, en aguas de esta salinidad. Además, la granulometría medida en esta zona incluye una elevada presencia de arenas finas y muy finas (limos y arcillas), que son las verdaderas artifices de las propiedades curativas atribuidas a los lodos. El PH es básico y oscila entre los valores de 7,12 y 8,45.
Las indicaciones
Los lodos basan su acción terapéutica en su gran poder de absorción, su acción mineralizante, su capacidad de neutralizar la acidez y su efecto estimulante de la cicatrización, por lo que su uso es muy recomendable en muchos tipos de patologías de la piel, como abscesos, úlceras, flemones, llagas, acné o forúnculos. Una capa de lodo aplicada sobre la piel absorbe todas las toxinas del sistema periférico del tejido conjuntivo y elimina tóxicos linfáticos de la dermis, actuando como un verdadero papel secante de la piel. Su alto poder de conductividad calórica les hace también apropiadas como antiinflamatorios en casos de reumatismo, artritis, gota y rehabilitaciones después de fracturas óseas. También son recomendables para afecciones de garganta.
La aplicación
Los baños de lodo pueden aplicarse mediante una espátula o con la propia mano. Conviene empezar con aplicaciones puntuales de pequeña extensión y de una hora como máximo de duración. Si no se presentan efectos secundarios, pueden ampliarse progresivamente la duración y grosor de la capa aplicada. Es mejor efectuar los baños al sol y en época de calor, para que la capa de arcilla seque bien y rápido. Entre tratamiento y tratamiento debe lavarse el miembro afectado con agua salada.