Este es un problema que se presenta con relativa frecuencia en las piscinas y playas durante el verano. Consiste en un trastorno de gravedad variable, producido por la falta de circulación sanguínea en el aparato digestivo.
Durante la digestión, especialmente después de una comida copiosa y abundante en grasas, la sangre se concentra en el tubo digestivo con la finalidad de acelerar y colaborar en la digestión de los alimentos.
Si durante este proceso un individuo entra de manera súbita en el agua (en el mar o en la piscina) o realiza un ejercicio físico intenso, la sangre que se encuentra en el tubo digestivo se dirige hacia otros órganos (piel y músculos) para contrarrestar el cambio de temperatura o el ejercicio.
Este desplazamiento brusco de la sangre se manifiesta por síntomas de intensidad variable. Las náuseas y los vómitos son los más frecuentes y menos graves, mientras que el descenso brusco de la presión arterial, la lipotimia y el paro cardíaco son signos menos frecuentes pero mucho más graves.
Picara... puede dar caso a un paro cardiaco, pero no es muy frecuente...
De todos modos, cuando tenga un hijo, lo hinchare a comer paella un domingo... y lo tirare de cabeza a la piscina a ver ke pasa... ( si es en invierno mejor ke mejor)