Situaciones inesperadas. Hoy, Lebrom, la teen y la guagua

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pai-mei rebuznó:
Lo siento pero esa ninfa no va a dejar que te la folles en la vida.

Lo dices como si un tío de 160 kilos necesitara la aprobación de nadie para follársela cuando quiera.
 
No se te ocurrió hacerle un Fassbender? Bajarte en su parada y seguirla sudoroso y jadeante?
 
ilovegintonic rebuznó:
Es como las que enseñan las tetas por webcam pero nunca la cara; te enseño las tetas pero no quedo; te enseño el chocho pero no te paso una puñetera foto. Así, gracias al anonimato, salen indemnes del juego y pueden seguir vendiendo la burra de su inocencia. Como esta lo ha hecho gracias a no darte el teléfono, que bien hiciste en no pedirlo porque ahora estarías llamando a un número falso o pensando "qué raro, no tiene whatsapp...". Date con un canto en los dientes de que te ha pasado, porque incluso si te la volvieras a encontrar dudo muy mucho que volviera a jugar a lo mismo contigo otra vez. Ya lo hizo una y ya le vale.

Existe una excepción a la regla: Niñata tetona.
 
Sea como sea, está claro que la campaña del cabildo canario para promocionar el uso del transporte público está siendo un éxito. Lebrón va a ir en guagua hasta a comprar bofio.
 
Mi único episodio sexual que yo recuerde en un transporte público sucedió con una novia. Tenía puesta mi mano en su pierna de una forma de lo más normal, el autobús iba lleno de gente, ella llevaba pantalones... Todo muy convencional.

Bajé mi mano hacia la separación de sus piernas y me fui abriendo paso hasta la zona cero. Lo que comenzó con unas suaves caricias se fue transformando progresivamente en una presión más ágil y contundente, estimulándola a más no poder. Ella, lejos de resistirse amparándose en cualquier excusa (sitio público, concurrencia, vergüenza, etc...) comenzó a acalorarse, a apretar mi mano contra ella y presionarla contra su lenteja sagrada. Como hacerlo con las yemas era un tanto incómodo y yo en aquella época no era el titánico mancuernero de vigorosos dedos en que me he convertido hoy día, viré la mano de tal manera que empecé a restregar el canto de la mano en sentidos ascendente y descendente haciendo recorridos muy cortos, ejerciendo una fuerte presión y apretando además el muslo con mi mano.

Sus jadeos, sudores y espasmódicos movimientos eran difícilmente disimulables, pero a esas alturas ancha era Castilla y ella estaba perrísima. Noté perfectamente como se corría, ese brillo en los ojos, ese instante eléctrico que precede a la calma, a la satisfacción, la culminación del placer...
 
THORNDIKE rebuznó:
No se te ocurrió hacerle un Fassbender? Bajarte en su parada y seguirla sudoroso y jadeante?

Un dia estaba esperando en Paseo Maragall, de vuelta del trabajo por la noche. Entonces llegó una chica de veintipico o treinta y, sin mediar palabra, me metió mano a la huevada.

En realidad al llegar dijo, muy simpática y en catalán: "Hola. tanto tarda el bus que hacéis esas caras?". Y claro, todos pasamos de ella. Volvió a insistir, creo que preguntó hace cuanto esperábamos (seriamos 5 o 6 personas). Un tio le respondió y ella va y le diji si queria de su helado que estaba comiendo, que él rechazó amablemente.

Durante el trayecto, cuando nos paramos en un semáforo, veo que un grupo de tios miran sorprendidos y sonrientes hacia ella. Ella tenia la cabeza girada hacia ellos pero por el asiento no veia mucho más. No sé si les habria saludado, si relamia el helado eróticamente o qué.

No me enseñó las bragas ni nada. Quizás si me hubiera abordado no habria sabido reaccionar. Pero lo cierto es que estube tentado de bajarme en su parada.

Y ahora, proseguid con el tema del hilo y no sobre los fassbenders. Y si os portáis bien os hablaré sobre la guiri borracha de las ramblas y la clave de este hilo.
 
rendder rebuznó:
Lo dices como si un tío de 160 kilos necesitara la aprobación de nadie para follársela cuando quiera.

Sabes de lo que hablas verdad, pedazo de monstruo?

Enviado desde mi patata móvil usando tapa lol
 
Yo lo más parecido que he sufrido en el transporte púbico y con desconocidas (y también se cumple por separado) fue una vez en el metro en mi primer año de universidad.

18 años. 8 de la mañana. El metro bastante lleno. Iba de pie agarrado a las barras superiores en la zona de las puertas dónde se acumula bastante gente.

Por aquella época, lo acababa de dejar con mi primera novia y estaba en plan polla loca. Influenciado por la tv y los tópicos pensaba que empezaba una nueva época de desfase y folleteo continuo gracias a la universidad. Todo resultó una estafa, pero en ese momento estaba muy motivado.

Delante mía había una tía que ya ni recuerdo como era físicamente, pero era más mayor, unos 23-25 y tenía un buen culo. Yo, en un acto de derroche hormonal, decidí arrimar mi micropene a su culo.

Al principio sutilmente, aplicando la técnica del touch&go. La tipa no parecía molestarse, quizás no le dio importancia por ir el metro tan petado.

Decido seguir con mi hazaña y cada vez el contacto dura más tiempo y el micropene va poniéndose semiduro. La zorra sigue sin imutarse y yo me empiezo a motivar más.

Llega un momento en que aparco definitivamente en su garaje y la congestión de mi soldadito es máxima. Empiezo a notar que me mira de reojo, pero no ocurre nada. Es más, noto como ejerce algo de presión sobre mí, aunque podía ser perfectamente debido a las curvas o turbulencias del metro.

Estamos así cosa de 3 paradas, yo ya con las dos manos en la barandilla superior, balanceándome levemente cual primate sobre su culo. Sinceramente yo ya no se qué más hacer.

De repente, se baja una parada antes que yo y todo termina ahí.
 
Lolitonta rebuznó:
En realidad estas cosas pasan muy a menudo... a mí misma me ocurrió, sin ir más lejos. La verdad es que me siento bastante sola en este foro, al ser la única forera que se atreve a contar las locuras que ha hecho en el terreno sexual.

Extiendase en eso, me interesa.

Duendec_verdec rebuznó:
si algo así me ocurre saco el móvil y lo grabo

No soy de esos que está todo el día con el móvil en la mano, de hecho es una moda que me fockah, estar siempre con el móvil y grabando, en vez de mirar directamente. Había un monólogo loleante de Louie C.K. que hablaba de eso, el de oh my god. Nunca he hecho ninguna foto con mi móvil, pero deben verse como minecraft, tiene más años que la tos, y no le doy mucho uso, los únicos mensajes que recibo son los de Vodafone cada 7-8 meses para que haga una recarga o me quitan el número :lol:

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pai-mei rebuznó:
Tío, si es verdad que eres un gordo enorme, lo siento pero la chavala simplemente te estaba provocando porque la situación le excitaba.
Lo siento pero esa ninfa no va a dejar que te la folles en la vida.

¿Follar? ¿Con lo cansado que es, y con este calor? Quite, quite. Como mucho una mamada, y mientras que me abanicase con la mano.

Fasor rebuznó:
El diagnostico es claro... Pero tu que? Te sientes bien no habiendo intentado una minima comunicacion?
Porque el no es atractivo, era en publico y era sexo explícito

Claro, lo disfruté como un gorrino, y no tuve que abrir la boca ni hacer nada, doblemente disfrutado. Mi plan era ir a tal sitio a hacer un papeleo aburrido, finalmente el balance del día fue mucho más estimulante. Sobre lo de no ser atractivo, mucho presupones, conozco gordos y gordas que son guapos, la gorduliez se puede presentar de forma extraña, verbigracia conozco un tío con un barrigón descomunal, de estos que les cuelga por encima del pantalón y se le sale de la camisa, y si le ves sólo la cara no sabes que es gordo.

Spawner rebuznó:
Sea como sea, está claro que la campaña del cabildo canario para promocionar el uso del transporte público está siendo un éxito. Lebrón va a ir en guagua hasta a comprar bofio.

Muahaha ayer pensé coger la guagua a la misma hora, total no tenía nada que hacer, pero después de leer a ILG y alguno más, pues tienen razón, sería perder el tiempo. Ella tuvo un calentón tonto y sería mucha casualidad volverla a ver y más improbable aún que se repitiese. Alguno como Max dice que tendría que haberle dicho algo, puede pero no sé, no creo que hubiese pasado nada más ese día, tal vez lo único saber su nombre para stalkear sus fotos veraniegas por facebook o así :1 Vamos, que me quiten lo bailado y a otra cosa.

THORNDIKE rebuznó:
No se te ocurrió hacerle un Fassbender? Bajarte en su parada y seguirla sudoroso y jadeante?

LOL, pues lo pensé una parada más tarde, pero tenía que hacer cosas, y con el calor que hacía = perezón.

rendder rebuznó:
Lo dices como si un tío de 160 kilos necesitara la aprobación de nadie para follársela cuando quiera.

:lol:
 
Van Der Freak rebuznó:
Arrimando cebolleta

Hace años vi en algún lado que existían foros en que tipas decían qué línea iban a pillar, hora aprox y apariencia física para que se acercase alguien de tal o cual característica para que le diera candela suburbana.

Imagino que darían para muchos LoLes las suplantaciones de personalidad, perfiles fake y demás artes de buen forero... :lol::lol::lol:
 
Tiboroski rebuznó:
Hace años vi en algún lado que existían foros en que tipas decían qué línea iban a pillar, hora aprox y apariencia física para que se acercase alguien de tal o cual característica para que le diera candela suburbana

Pues en estos dias de verano, cuando toca rest day no sería mal plan.
 
Situaciones inesperadas que recuerde, una que me sorprendió al salir del curro dirección al metro.
Llevaba un cubata en la mano y un pedal considerable, era morena con poco más de 30 años. Al llegar a mi altura me detiene para preguntarme no sé qué cosa y enseguida se me tiró a la boca. Como no estaba mal le seguí el juego.
Nos pusimos a hablar y me empezó a dar un poco de miedo cuando me dijo que estaba casada, con un Policía además. Quería que me fuese a tomarme algo con ella, pero como no me fiaba un pelo me acabé largando y seguro que cualquier otro la recogeria para darle amor.
A los pocos segundos se lo estaba contando a los amigos y al mismo tiempo rezando para no pillar herpes por el morreo.

Enviado desde mi LG-D802 mediante Tapatalk
 
Un colega mío tuvo una experiencia similar a la que cuenta Van der Freak, pero en este caso la pava colaboraba muy mucho con el tema, hasta tal punto que él ya ni tenía que hacer presión contra el bullas de la tía en cuestión. No sólo apretaba ella, sino que encima hacía movimiento de arriba a abajo, según me contó él, hasta tal punto que mi colega acabó corriéndose y llegando al curro con un bonito manchurrón en los pantalones del traje :lol:. La tía también se bajó en la parada previa a la suya, dejándole con todo el gotelé puesto. Directo al baño a intentar arreglar el desaguisado, creo que entró :lol:.

Otro fulano que conozco hace unos meses entabló relación con una pava en el Metro; este es, o era, un pichaloca, le echaba más horas al tema del ligoteo que la hostia, uno de los tíos más tenaces que he conocido al respecto. Le tiraba a todo, a todas horas, sin criterio, por todos los medios, estuviera donde estuviera, tacase o no, lo valiese o no, se fuera a ganar dos hostias o no. Pues bien, se sentó en el Metro por la mañana al lado de una que estaba jugando a no sé qué pollas en el móvil y con esa excusa le preguntó que qué puntuación se hacía, que en qué nivel estaba y que le echaba una competición a ver quién sacaba más puntos. Seis meses después, ojo, seis meses, SE HAN CASADO. Y tres meses después de la boda el tío ya está quejándose de que si mi mujer me tiene hasta los huevos o que si no le quita el ojo de encima. El perfil de forero lo tiene, así que Hugo, hijo puta, si estás por aquí mándame un mp :lol:.

Y yo ya he contado la vez que ligué en el Metro un lunes a las ocho de la mañana. Aún hoy cuando lo recuerdo me deshuevo y no doy crédito :lol::lol::lol:.
 
ilovegintonic rebuznó:
Y yo ya he contado la vez que ligué en el Metro un lunes a las ocho de la mañana. Aún hoy cuando lo recuerdo me deshuevo y no doy crédito :lol::lol::lol:.

¿Serías tan amable de pasar el enlace en el que cuentas esa historia?
 
¿Sanferlo es PabloPL? Me voy a subir al bus, no digo más.
 
Spawner rebuznó:
¿Sanferlo es PabloPL? Me voy a subir al bus, no digo más.

No, querido amigo forero, no soy PabloPL. Soy una persona al que le encantan estas historias porque nunca me suceden. Si exceptuamos alguna psicóloga tarada de manual no se me arrejunta nadie; sólo poseo la pena por lo que LoL me ha dado.
 
Hace un siglo iba en el bus leyendo un libro y haciéndome el interesante, cuando de repente cae un papel sobre el libro. Giro la cabeza y veo algo asín, pero con unos 50 años menos:

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En la nota había una rima que no recuerdo y acababa diciendo "ñeee....me gustaría encontrarme de nuevo contigo" o algo así.

Me quedé quieto pensando si parar el bus o si rompía la ventanilla de emergencia para saltar en marcha. Pero no hice nada. Me quedé quietor. Ella se bajó antes que yo. Nos cruzamos varias veces después de aquello. Hacía como que no la veía y ella miraba al suelo.

Si me lo hace hoy me la afollo.
 
Yes we jarl rebuznó:
Hace un siglo iba en el bus leyendo un libro y haciéndome el interesante, cuando de repente cae un papel sobre el libro. Giro la cabeza y veo algo asín, pero con unos 50 años menos:
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En la nota había una rima que no recuerdo y acababa diciendo "ñeee....me gustaría encontrarme de nuevo contigo" o algo así. Me quedé quieto pensando si parar el bus o si rompía la ventanilla de emergencia para saltar en marcha. Pero no hice nada. Me quedé quietor. Ella se bajó antes que yo. Nos cruzamos varias veces después de aquello. Hacía como que no la veía y ella miraba al suelo. Si me lo hace hoy me la afollo.

A un hamigo le pasó algo parecido. Pero la mujer no tenía 50 años menos que la de la foto, sino los mismos, aproximadamente. El mensaje se lo pasó escrito en un cartón de bingo y era muy poco sutil. Nosotros tendríamos 20 añitos y estábamos de incursión binguera en horas de universidad.

Es lo más cercano que he visto a la historia de Lebrom. Qué vida más triste tenemos los de provincias...
 
Pues resulta que era un lunes que yo me iba a la oficina en metro. Lo cogía en Goya, hasta Sol. Total, seis paradas; tiempo entre paradas, unos dos o tres minutos. Según me meto en el vagón, que era el primero del convoy, me agarro a una de las barras -los asientos estaban ocupados y los hijos de puta no se levantaron a cedérmelo a mí, que soy una persona ya mayor- y en ese momento me suena el móvil en el bolsillo. Intento coger la llamada, igual era la felicidad, que llamaba no a mi puerta sino a mi teléfono, quién sabe, pero, claro, las puertas del vagón se cierran y echa a andar, a resultas de lo cual me quedé sin saber quién era quien llamaba. Me lo meto de nuevo en el bolsillo y me dice una tía que estaba sentada "pues hasta que no salgas no vas a tener cobertura". "Ya, ya lo sé, INTELECTUAL, pensé yo". "Sí, ya lo sé", dije haciendo un amago de sonrisa, todo lo que puedo yo sonreír un lunes a las nueve de la mañana. Y seguí a mi rollo, que no era otro que el de rezar muy fuerte para que se levantara alguien y me pudiera sentar, que estoy mayor. Total, que me percato que la tía se me queda mirando a los ojos, como con cara de "voy a mirar a ese chico que me gusta a ver si me dice algo", pero en lugar de ser las dos de la mañana de un sábado y ser un garito eran las nueve de un lunes y era el metro. Imaginaciones mías, pensé. Pero no, me miraba. Y cuando nuestras miradas se cruzaban, me la mantenía. Con dos cojones, pensé, ahí la tienes, mirándome con ojos de mujer fatal a estas horas. Esquivé su mirada para darme cuenta, al volver a pasarla en el barrido panorámico que todos hacemos en el metro, de que aún la tenía clavada en mí. No me jodas, pensé, que esta quiere tema.

Sonrío. Me sonríe.

A la altura de Retiro, se levanta alguien por fin. La persona que estaba a su lado, justamente. Me siento. Me mira. La miro. Sonreímos ambos. Qué pocas ganas de ir a trabajar, ¿eh?, le digo. Sí, ya ves, jiji, ¿en qué trabajas tú? En tal, ¿y tú? En cual. Ah pues muy bien. ¿Dónde te bajas? En San Bernardo, me dice ella. Yo en Sol, digo. Y así, con esta conversación inane y fútil llego a mi parada. Bueno, hasta luego. Hasta luego. Salgo al andén. Miro por la ventanilla. La veo girada, mirándome. Le hago un gesto con la mano, un gesto claro, inequívoco: SAL Y VEN AQUÍ. Me contesta con un gesto que yo interpreto como "me estoy haciendo la picha un lío, no sé qué hacer". Repito mi gesto, más ostensiblemente. Se levanta, y se queda con medio cuerpo fuera del vagón y otro medio dentro. Sal, coño, y coge el siguiente, le digo. Que llego tarde, que llego tarde, apunta mi número. Y me lo da. Al ser el primer vagón y por tanto ver el conductor su cuerpo claramente medio fuera por el espejo que usan para ver si ya está dentro todo el mundo o se ha quedado alguien enganchado en una puerta, no cerró las puertas no fuera a decapitarla, y le dio tiempo a darme el número entero.

Según salgo del metro y recupero la cobertura, le mando un mensaje diciendo "Anda que ya te vale ponerte a ligar en el metro a estas horas de la mañana y un lunes" "Tú lo has dicho, jaja", responde ella. A estas alturas, mis colegas de la oficina ya estaban todos al cabo de la calle de lo acontecido, y el cruce de mensajes se convirtió en el tema estrella de la mañana. El casero del edificio, con el que desayunaba todos los días, un fulano de putísima madre de sesenta años estaba que no daba crédito: "estas cosas me superan", decía mientras me miraba whatsapearla. "Me cago en Dios quién tuviera veinte años hoy, que me las iba a follar a todas estas guarras", decía, sin cortarse un pelo, delante de su hijo. En un momento dado ella dijo algo así como que menudo locurón de historia, y yo le dije "hagámosla loca del todo: vente a mi casa esta noche, directamente". Aceptó. Vino. Llamó al timbre, abrí, allí estaba, la besé tras decir hola, follamos, se quedó a dormir, se fue.

No la he vuelto a ver jamás.
 
:121Grande Maestro
 
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