Quieres escuchar que pienso que una puta me ama? Eres feliz creyendo que creo tal gilipollez?
Prosigamos.
Tengo 3 nenas de la zona aplicaciones de ligoteo que muestran interés, pero hoy quiero quemar la tarde noche en la zona de marcha principal donde me hallo porque promete.
Hay tropecientos baretos ejerciendo de baretos. Es decir, música alta, gente que grita que salta que baila, sonidos de copas sirviendose, rodillos de máquinas tragaperras rotando...
Pero hay un puto lugar, que es en el que me hallo, en donde no hay absolutamente nadie.
Es fácil de entender.
Entro. Solo hay una vieja que está más quemada que la pipa de un indio.
Lleva unos guantes cortados por los dedos. Se levanta amargada, con cara de bulldog. Como diciendo "uffff... este gilipollas qué querrá?".
No hay música, señores. Silencio de convento.
Le pido un vino blanco, me dice que allí de inglés nada de nada. Alemán. Se lo digo en alemán. Me dice que no hay copas, que hay botellines. Lucha estoicamente para que su bar siga despoblado. Le digo que acepto el botellin.
Y entonces delante de ella LO ABRO. Me anticipo a la jugada. Por qué? Porque me lo olía. El cambio señores. Y es cierto que solo tenía un billete de 50. Esto es verdad. Pero el botellin ya está abierto. Que si no tengo algo más pequeño, y la realidad es que no.
Pone una cara de "me cago en tu madre", resoplido, y vagamente coge el billete y entra en un cuartito a traerme el cambio.
Ahora mismo el silencio franciscano sigue intacto. Solo estoy yo y me temo que este lugar cerrará conmigo como único cliente.
Yo os estoy escribiendo, aprovecho para cargar el teléfono, fumo que aquí se puede en los baretos, y saboreo mi vino ansioso de cómo acabará la noche.
Me conviene relajarme que yo ya no estoy para fiestas, salgo tres veces al año y es demasiado pronto como para emocionarme. Son las siete de la tarde.
El lugar es muy 1980 como podéis observar.
Es evidente que admiro a esta vieja de mierda por algún motivo. Creo que solo yo puedo entenderla o algo así.
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