¿Son los españoles que han emigrado a Londres unos losers?

¿Son los españoles que se han ido a Londres unos loosers?

  • Sí.

    Votos: 24 47,1%
  • No.

    Votos: 5 9,8%
  • Hijo de puta.

    Votos: 22 43,1%

  • Votantes totales
    51
¿cómo que por? ¿que por qué soy pobre?¿que por qué tengo envidia a los ricos?
 
ilovegintonic rebuznó:
Curro, te saco uno o dos años y los billetes estos

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no caían en mis manos ni a tiros; los veía, pero nada más. Los billetes de cien pesetas debieron de desaparecer de la circulación en torno a 1985 o así, teniendo tú ocho años, y era un dinerín en su día. Digamos como si un abuelo a día de hoy le da cincuenta euros a su nieto de siete... altamente improbable.
He dicho algún billete, joder. Nos lo daba para las fiestas, que se estiraban en chicles, caramelos y gusanitos lo mas grande. A todos los nietos. Si, mi abuelo tenia su dinerillo.

Y con ocho o nueve años Jesús Gil me dio uno de 500 pesetas, que mi madre me quito y me dio diez duros. Aún se la tenga guardada.
 
A mi me daban 2.000 pelas, y nunca necesité más. Eso sí, con eso me tenía que dar para todo capricho que quisiera. Recuerdo apartarme una cantidad todas las semanas para comprarme en su día una Megadrive.
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Tardé más de un año, cual hormiga.

Por lo demás, toda mi cuadrilla era de barrio obrero y nos podíamos pagar tranquilamente bravas, pinchos de tortilla y similar. La cerveza era barata y en muchos garitos pillabas las jarras de medio litro 2x1. Los litros de cerveza y calimocho en vasos de plástico estaban tiraos.

Y además fumábamos en los garitos, lo que nos salía del nardo.

Los chavales de ahora no salen una mierda, y cuando lo hacen, tienen que irse a un descampao. Qué retroceso, hostias.

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Eso sí, las hembras de ahora son mucho más putas, y el que sabe folla más y mejor. En eso chapó.
 
Torquemada2.0 rebuznó:
Lo del dinero de la paga es de Filimbi. Eso es verdad.

Esto me recuerda un episodio con mi madre, que era más agarrada que una lucha grecorromana por aquel entonces, me amenazó con no darme la paga más , que era muy mayor, cosa que llevó a cabo un viernes.

Al día siguiente tuvo la feliz idea la mujer de llevarme de mulo a por la compra. Yo esperé como un depredador mi momento, y pese que lo daban ganas era mandarla a tomar por culo, la acompañé aprovechando la situación.

Cuando llegó la hora de la caja, ella mete medio supermercado en el carro y esperaba que yo me pusiera embolsar y a cargar como un buey del kilimanjaro.

Y yo me metí las manos en los bolsillos, y la dije quién iba a cargar eso. " Pues tú, quién si no, estás imbécil" A lo que contesté, que si no había más paga ya podía pagarle a uno que le llevara todo eso que yo nones.

Me miró con los ojos inyectados en sangre, volvió a increparme, yo tranquilo como un gallo y aquella situación atorando la caja y la gente esperando y murmurando.

Mi madre cedió renegando de mí hasta el final de sus días. Cuando llegamos a casa me montó la de San Quintín, que me iba a echar de casa y que iba a hablar con mi padre que eso nobera normal.

Lo más LoL cuando llegó mi padre, y la otra le cuenta la película, y el hombre dice:

Ha hecho eso el cabrón? Joder tiene huevos, ahora habló con él. Menudo pájaro

Y lo hizo, prácticamente descojonandose y me dio 3000 pesetas de la paga también


asi has salido, le hago yo eso a mi madre, y antes de darme "LA HOSTIA" me hace el pasaporte y me da un bocata, para que pueda volver a casa desde alla adonde tome tierra, y llegar cenao.
 
Para aquellos que esten desesperados, creo que todavía hay "futuro" en Londres. Pagan 1.200 euros semanales trabajando en la construcción. Yo porque no entiendo nada de ese tema, pero es una tentación ya que estando simplemente 1 mes regresaría con suficiente dinero para fundirmelo en putas:

Reino Unido busca albañiles extranjeros y paga 1.200 euros a la semana - Libre Mercado

Se nota que en ese país nadie desea trabajar de albañil, de lo contrario no harían tales ofertas. Los ingleses se han vuelto muy exquisitos...
 
Tirao rebuznó:

Tuve todas las consolas de la epoca (de Sega y Nintendo) menos la Master.

Por este orden: NES, Gameboy, Super Nintendo, Game Gear, y Mega Drive.

Mi sueño húmedo y nunca alcanzado fue la NEO GEO. A partir de 1994, se me pasó totalmente el vicio de las consolas y no volví a tocar NI UNA. Pero NI UNA SOLA.
 
Me dicen por el pinganillo que en Inglaterra buscar albañiles por 1.200 € al mes, pero como no encuentro fuentes no me hagáis mucho caso.
 
carapito rebuznó:
Me dicen por el pinganillo que en Inglaterra buscar albañiles por 1.200 € al mes, pero como no encuentro fuentes no me hagáis mucho caso.

Bono bonito barato mojame.
 
carapito rebuznó:
Me dicen por el pinganillo que en Inglaterra buscar albañiles por 1.200 € al mes, pero como no encuentro fuentes no me hagáis mucho caso.
Es la panacea, el que no se va allí a ganar un dineral es tonto.
 
Cachondo Mental rebuznó:
Para aquellos que esten desesperados, creo que todavía hay "futuro" en Londres. Pagan 1.200 euros semanales trabajando en la construcción. Yo porque no entiendo nada de ese tema, pero es una tentación ya que estando simplemente 1 mes regresaría con suficiente dinero.

Claro hombre, como si para hacer mezcla fuera necesario un master
 
curro jimenez rebuznó:
Claro hombre, como si para hacer mezcla fuera necesario un master

No hace falta un master, pero hace falta cualidades, vocación y aspiraciones de grandeza. Recuerdo estremecido mi bautismo arquitectónico. Mis manos de juglar haciendo prestidigitaciones con auténticos ladrillos, ladrillos terráqueos, telúricos, como óvulos milagrosos de la mismísima Gea. Ladrillos que mi voluntad y musculatura iban convirtiendo en una obra real, tangible, una obra ponderable que perduraría épocas y edades como un Muro de Adriano redivivo. Era una obra de atlantes, proteica, descomunal, que iba adueñándose del terreno, conquistándolo como una invasión de gigantes trabajando con cien brazos. Me sentía como Apolodoro de Damasco, como Antemio de Tralles, como Isidoro de Miletos, legando al mundo y a la Historia algo excepcional. Desde el mismísimo Partenon, los mismo efluvios que lo engendraron se apoderaban de cada acto, de cada decisión que tomaba.

Hasta ese momento mi esfuerzo no era otra cosa que una acción abstracta, memorística, pura banalidad intelectual. Recordar y recordar signos arbitrarios y repetirlos con la cadencia y orden establecido. Todos mis esfuerzos, todas mis potencias se habían quedado recluidas en un espacio etéreo de neuronas burbujeantes. Todo a lo que había entregado mi vida se reducía a cifras sobre legajos, a códigos de barras y expedientes con una utilidad críptica e inestable. En la irrealidad de las ideas, el sacrificio de mis mejores años flotaba inestable en constante peligro. No había nada que ofrecer en el templo, nada sobre mis manos para exclamar "¡Esto es mío!", ni el germen realizado de un acción concreta y veraz.

Con las semanas el muro fue creciendo, se convirtió en un parapeto prodigioso, capaz de detener huracanes, tornados y la embestidas de los ejércitos bárbaros. Los siglos pasarían sobre mi muro sin hacerle mella, nímbadolo con la pátina de la grandeza. Trabajaba bajo la tormentas erizada de relámpagos, construía sobre la escarcha a la luz de la "aurora de rosados dedos", la canícula terebrante hostigaba mis músculos agotados retando a mi voluntad. Pero yo estaba poseído por el espíritu de la creación. Era como un hijo macerando en el útero de mi obstinación genésica. Era mi obra, mi responsabilidad, mi determinación, mi justificación material en esta vida. Había escapado del limbo, de la inconcreción e incertidumbre. Mi vida y mis actos eran reales. Un muro como los "altos muros de Ilión" justificaba mi paso por la tierra, heredaría mi nombre y daría fe de mi talento.

Después vino mi padre, me dijo no se que hostias de la plomada, el nivel y hacer las cosas derechas. Que si mucha rebaba, que si el cemento se había picado. Cuatro metros de largo y uno de alto, se convirtieron en ilustres ruinas. Después en escombros y finalmente en un anaranjado fracaso. Y hoy mi obra es esta, signos, signos, signos que tu entiendes, amigo forero, 6.500 millones de personas en el mundo no.

p.d. Bueno, en realidad para entender hay que leérselo y a ver quien es el guapo
 
La última palabra rebuznó:
No hace falta un master, pero hace falta cualidades, vocación y aspiraciones de grandeza. Recuerdo estremecido mi bautismo arquitectónico. Mis manos de juglar haciendo prestidigitaciones con auténticos ladrillos, ladrillos terráqueos, telúricos, como óvulos milagrosos de la mismísima Gea. Ladrillos que mi voluntad y musculatura iban convirtiendo en una obra real, tangible, una obra ponderable que perduraría épocas y edades como un Muro de Adriano redivivo. Era una obra de atlantes, proteica, descomunal, que iba adueñándose del terreno, conquistándolo como una invasión de gigantes trabajando con cien brazos. Me sentía como Apolodoro de Damasco, como Antemio de Tralles, como Isidoro de Miletos, legando al mundo y a la Historia algo excepcional. Desde el mismísimo Partenon, los mismo efluvios que lo engendraron se apoderaban que de cada acto, de cada decisión que tomaba.

Hasta ese momento mi esfuerzo no era otra cosa que una acción abstracta, memorística, pura banalidad intelectual. Recordad y recordad signos arbitrarios y repetirlos con la cadencia y orden establecido. Todos mis esfuerzos, todas mis potencias se habían quedado recluidas en un espacio etéreo de neuronas burbujeantes. Todo a lo que había entregado mi vida se reducía a cifras sobre legajos, a códigos de barras y expedientes con una utilidad críptica e inestable. En la irrealidad de las ideas, el sacrificio de mis mejores años flotable inestable en constante peligro. No había nada que ofrecer en el templo, nada sobre mis manos para exclamar "¡Esto es mío!", ni el germen realizado de un acción concreta y veraz.

Con las semanas el muro fue creciendo, se convirtió en un parapeto prodigioso, capaz de detener huracanes, tornados y la embestidas de los ejércitos bárbaros. Los siglos pasarían sobre mi muro sin hacerle mella, nímbadolo con la pátina de la grandeza. Trabajaba bajo la tormentas erizada de relámpagos, construía sobre la escarcha a la luz de la "aurora de rosados dedos", la canícula terebrante hostigaba mis músculos agotados retando a mi voluntad. Pero yo estaba poseído por el espíritu de la creación. Era como un hijo macerando en el útero de mi obstinación genésica. Era mi obra, mi responsabilidad, mi determinación, mi justificación material en esta vida. Había escapado del limbo, de la inconcreción e incertidumbre. Mi vida y mis actos eran reales. Un muro como los "altos muros de Ilión" justificaba mi paso por la tierra, heredaría mi nombre y daría fe de mi talento.

Después vino mi padre, me dijo no se que hostias de la plomada, el nivel y hacer las cosas derechas. Que si mucha rebaba, que si el cemento se había picado. Cuatro metros de largo y uno de alto, se convirtieron en ilustres ruinas. Después en escombros y finalmente en un anaranjado fracaso. Y hoy mi obra es esta, signos, signos, signos que tu entiendes, amigo forero, 6.500 millones de personas en el mundo no.

p.d. Bueno, en realidad para entender hay que leérselo y a ver quien es el guapo
Resumiendo. Que levantaste el tabique torcido por que no pusiste los regles con la lienza, y el nivel no sabes ni que existía y mucho menos como utilizarlo
 
Gracias por coger una obra maestra y embrutecerla con el fango de la cotidianidad, curro, amigo.
 
curro jimenez rebuznó:
Resumiendo. Que levantaste el tabique torcido por que no pusiste los regles con la lienza, y el nivel no sabes ni que existía y mucho menos como utilizarlo

No, espera, ya te lo resumo yo: un tío levanta un muro torcido y cuando lo cuenta se hace acreedor a tres premios nobeles y llega uno de un pueblo de Córdoba que vive en una cueva y se queda con lo de que el tabique estaba torcido y no con lo de los tres premios nobeles.
 
Lo que Curro quería decir es que el lo hubiera levantado mejor porque sabe más de albañilería que tu.
 
A pesar del tono paródico de su propia hazaña me siento inspirado, las ganas de levantar algo con mis propias manos burbujean en mis tripas. Querría tener a Laúl a mi lado todo el día y que convirtiera cada hecho cotidiano en una gesta épica. Como un día le vea por Fuencarral le doy un palo en el bolo y contrato sus servicios.
 
La Odisea leída por curro va sobre un pavo que se retrasa mucho para volver a casa.
 
Pues yo no me lo he leído y por el resumen de Curro no parece tan gracioso, no sé, será que por aquí sois de risa floja.
 
No es de risa floja, es más bien rollo pensar "Ha ha ha, hilarante, una vez más Víctor brilla con luz propia" mientras te tomas el té que te ha preparado Bautista antes de que le mandes limpiar las caballerizas. Tú no lo entiendes porque eres pobre y sin clase.
 
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