La verdad es que parecéis medio gilipollas casi todos. Os dejáis llevar por la leyenda urbana de que en Londres se come mal y venga, como borregos, a repetir el mantra.
Yo he escuchado eso toda mi puta vida, junto a otros mitazos de Inglaterra, y nada más lejos de la realidad. A las dos semanas de llegar yo ya me iba dando cuenta: "coño, aquí no se come tan mal". Y ahora mismo, 6 meses depués de mi llegada, sólo puedo decir que en Londres se come DE PUTA MADRE y no precisamente por 40 eypos.
Para empezar tienes mercados como el Borough Market en Bermondsey o el Farmer´s Market de Islington donde encuentras productos que son difíciles de encontrar en España: setas recién recolectadas, carne cazada esa misma semana, verduras de pequeñas granjas de los alrededores, pescado fresco, LECHE FRESCA, mantequilla casera hecha con esta misma leche... eso si te quieres cocinar tú.
Obviamente estos mercados son menos accesibles por horario o precio, así que siempre te queda recurrir a los supermercados: qué os hace pensar que tienen peor producto que nosotros? Tienen la pasta para comprar el mejor producto que se produzca en España, así que ni ser productores nos salva. Sumarle que ellos de por sí tienen productos de primera calidad. Sólo creo que flojean en algo: el queso. No me gusta el queso inglés.
Esto obviamente afecta a lo que comes no sólo en tu casa sino en el pub de debajo de tu casa. Por 10 libras (que no 40 como ha dicho algún bocazas) comes cojonudo en prácticamente cualquier pub y si le añades 4 libras más pues una cerveza de calidad que no encuentras por España. La comida inglesa en sí no es nada mala. Es sólo antigua. No ha evolucionado. La sopa de cebolla más deliciosa que he tomado en mi vida ha sido en el Maggie Jone´s en Kensington: 6 libras. Pero una sopa densa que no necesitas prácticamente cenar otra cosa. Una maravilla.
Si quieres irte a algo caro pues lógicamente no tienes límite, pero no tienes por qué vaya. Ahora, que si queréis limitaros adelante. He aprendido a no discutir con gente que le pone puertas al campo a fuerza de relacionarme con vascos nacionalistas cerriles, y no merece la pena. Revolcaros en vuestra mierda y no salgáis de vuestro huevo frito con patatas.