Tirao
Veterano
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Las tías lo tienen peor con esto de ser gordas asquerosas, porque entre ellas se despedazan como buenas hienas que son, y los tíos pasamos de las tías no follables como de la mierda.
Conocí a una de estas, de unos 150 kilotones, supongo. En el trato era maja, cocinaba razonablemente bien, pero era despreciada por sus hermanas y sus "amigas" (las hienas) que pasaban de ella como de la mierda. Se obsesionó con echarse novio y tiraba de páginas de contactos del periódico de aquellos entonces, y canales televisivos procelosos. Conocí alguno de los engendros con los que se juntó. Con algunos podías salir de fiesta. Ninguno era el típico buenazo que se junta con una gorda forever y con amor.
Un día que estaba de bajón porque no la quería nadie, le dije: "Mira, lo que tienes que hacer es pasar de los tíos. Concéntrate en hacer cosas que te gusten y ser feliz".
No me hizo ni puto caso. Hace años que le perdía la pista. No sé cómo habrá acabado.
Con los tíos es otra historia. Está el gordo fanegas asqueroso, y luego está el gordo-grande-fuertote, que la mayoría de tíos respetan. Son como dos extremos en una vara de medir. Como sea, conocí a un gordo bastante fanegas pero muy juerguista. Le gustaba la buena vida; seguía la Liga y la Premier, bebía mucha cerveza y no paraba por casa. A todo el mundo le caía bien. Era el puto rey de la fiesta. Fumaba puritos.
Palmó de un infarto sin cumplir los 45 y fue llorado de la hostia. Era un gordo bastante fanegas, pero se lo pasó de fruta madre el tiempo que estuvo en este lodazal.
Conocí a una de estas, de unos 150 kilotones, supongo. En el trato era maja, cocinaba razonablemente bien, pero era despreciada por sus hermanas y sus "amigas" (las hienas) que pasaban de ella como de la mierda. Se obsesionó con echarse novio y tiraba de páginas de contactos del periódico de aquellos entonces, y canales televisivos procelosos. Conocí alguno de los engendros con los que se juntó. Con algunos podías salir de fiesta. Ninguno era el típico buenazo que se junta con una gorda forever y con amor.
Un día que estaba de bajón porque no la quería nadie, le dije: "Mira, lo que tienes que hacer es pasar de los tíos. Concéntrate en hacer cosas que te gusten y ser feliz".
No me hizo ni puto caso. Hace años que le perdía la pista. No sé cómo habrá acabado.
Con los tíos es otra historia. Está el gordo fanegas asqueroso, y luego está el gordo-grande-fuertote, que la mayoría de tíos respetan. Son como dos extremos en una vara de medir. Como sea, conocí a un gordo bastante fanegas pero muy juerguista. Le gustaba la buena vida; seguía la Liga y la Premier, bebía mucha cerveza y no paraba por casa. A todo el mundo le caía bien. Era el puto rey de la fiesta. Fumaba puritos.
Palmó de un infarto sin cumplir los 45 y fue llorado de la hostia. Era un gordo bastante fanegas, pero se lo pasó de fruta madre el tiempo que estuvo en este lodazal.