AhoraEsEM
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- 4 Feb 2007
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Recuerdo que una vez acudí a la casa donde servía una venezolana con la que había estado chateando desde hacía días. Ingenuo de mí, creí que la foto que me había pasado por Msn era actual, cuando debía datar de poco después de su primera comunión y la tía estaba hecha un adefesio de tomar cerveza y comer cocidos con pringá. Me recibió decidida, sin tapujos, echándome halagos e invitándome a unas copas, que rechacé para tomar sólo una cerveza hasta ver el percal por dónde tomaban los tiros. Más que fea, era cilíndrica. Su cuerpo era un contenedor de hidrógeno líquido y así es difícil entusiasmarse, pero bueno, tampoco quería ser descortés y largarme echando leches, dado que (estúpido de mí) le había prometido pasar la noche con ella, pensando que iba a ser al menos como la italiana de marras...
La pareja dueña de la casa estaba fuera, porque era verano y estaban pasando el fin de semana en su chalet de la playa. El ambiente era agradable, la casa tenía una apariencia estupenda y en ese sentido me sentía a gusto, pero con ella la cosa se me estaba poniendo muy cuesta arriba. Quería que nos bañásemos juntos y le dije que no, porque me acababa de duchar y no me apetecía:D, me dijo que nos quitásemos un poco de ropa porque hacía calor y no quería tener puesto todo el tiempo el aire acondicionado siendo tan tarde y le dije que el calor que hacía en la calle era tremendo y que no corría ni una pizca de viento, así que con la camisa puesta de "protección" y aguantando el tipo.
Cenamos un par de bocadillos y una ensalada que preparó ella, y, como dos gilipollas, nos sentamos uno al lado del otro, guardando la debida distancia de seguridad, viendo no sé qué mierda de programa en la tele. Hubiera dado lo que fuera porque me hubiera mandado a tomar por culo viendo mi asco y mi apatía hacia este orco del Mordor, pero nada, se sentía tan a gusto a mi lado, pasándome un brazo por encima del hombro, que yo encogía, o poniéndome una mano en el muslo, que yo sutilmente retiraba o dejaba quieto como un muerto, así que hice de tripas corazón y seguí a su lado. A eso de las 2 de la madrugada, pensando si hacerme el valiente y dormir allí o escaparme con la excusa de que se me había muerto el canario, pensé hasta hacerme yo mismo el truco de la llamada y inventarme una excusa para desaparecer. Finalmente, mientras ella iba al baño, se me hizo la luz y encendí la bombillita mental que ese día no tenía ni pilas... y me dije: "¿Y si la pongo en un aprieto proponiéndole algo así, de golpe, que no espera, a ver si reacciona y me larga?". Dicho y hecho. Cuando regresó, derivé la conversación hacia las relaciones sexuales que habíamos mantenido y le dije que hasta ese momento ninguna tía me la había chupado nunca, que todas habían sido una estrechas frígidas que sólo sabían abrirse de piernas, y que lo que yo de verdad ansiaba era una mamada despacito y suave, hasta el final.
Ella me escuchaba tan tranquila como quien oye una nana. Cuando terminé el rollo patatero de que nunca había sido objeto de mi particular blowjob with a cum end, no sólo no estaba asustada sino que va, me levanta del sofá, me coge de una mano, se sienta en una silla, me desabrocha los pantalones mientras yo permanezco de pie delante de ella y sin mediar palabra se la mete en la boca y empieza un bombeo que denotaba años de experiencia con decenas de tíos en medio de la selva amazónica. Mis 7 cm. de gruesa, pétrea y sólida polla iban tomando cuerpo y sentían el gustito de la saliva, los labios y la lengua de esta wayamaca horrorosa, así que cerré los ojos y me dije: "Que sea lo que dios quiera..."
Pero es que cuando una tía tiene experiencia, la tiene y ya puede ser más fea que pegarle a un padre, que la cosa marchaba estupendamente a cada minuto que pasaba. Sabiendo lo que podía suceder en cualquier momento, se lo advertí, pero ella no hizo sino aumentar el ritmo, incrementar la presión, cogerme de los huevos y sorber más y mejor, así que sin poderlo resistir más, me corrí en su boca (sin mirarla) mientras sentía que ella sorbía y tragaba todo sin el más mínimo escrúpulo, para soltarme la mu japuta al final que era la primera vez que hacía eso y que si me había gustado. Sí, sí... la primera vez, pensaba yo riéndome para mis adentros, so cabrona. Yo casi no me tenía en pie. Le dije que había sido maravilloso y temiendo que se me echara encima aprovechando el período refractario y me pusiera algo peor alrededor del glande, me fui al baño, me vestí, hablé con ella unos 15 minutos más y accedí a dormir en otra habitación hasta la mañana siguiente, con el pestillo echado, para salir pitando leches y no volver nunca más. Quiso prepararme un café y el desayuno por la mañana, pero preferí irme en ayunas. No recuerdo su nombre.
La pareja dueña de la casa estaba fuera, porque era verano y estaban pasando el fin de semana en su chalet de la playa. El ambiente era agradable, la casa tenía una apariencia estupenda y en ese sentido me sentía a gusto, pero con ella la cosa se me estaba poniendo muy cuesta arriba. Quería que nos bañásemos juntos y le dije que no, porque me acababa de duchar y no me apetecía:D, me dijo que nos quitásemos un poco de ropa porque hacía calor y no quería tener puesto todo el tiempo el aire acondicionado siendo tan tarde y le dije que el calor que hacía en la calle era tremendo y que no corría ni una pizca de viento, así que con la camisa puesta de "protección" y aguantando el tipo.
Cenamos un par de bocadillos y una ensalada que preparó ella, y, como dos gilipollas, nos sentamos uno al lado del otro, guardando la debida distancia de seguridad, viendo no sé qué mierda de programa en la tele. Hubiera dado lo que fuera porque me hubiera mandado a tomar por culo viendo mi asco y mi apatía hacia este orco del Mordor, pero nada, se sentía tan a gusto a mi lado, pasándome un brazo por encima del hombro, que yo encogía, o poniéndome una mano en el muslo, que yo sutilmente retiraba o dejaba quieto como un muerto, así que hice de tripas corazón y seguí a su lado. A eso de las 2 de la madrugada, pensando si hacerme el valiente y dormir allí o escaparme con la excusa de que se me había muerto el canario, pensé hasta hacerme yo mismo el truco de la llamada y inventarme una excusa para desaparecer. Finalmente, mientras ella iba al baño, se me hizo la luz y encendí la bombillita mental que ese día no tenía ni pilas... y me dije: "¿Y si la pongo en un aprieto proponiéndole algo así, de golpe, que no espera, a ver si reacciona y me larga?". Dicho y hecho. Cuando regresó, derivé la conversación hacia las relaciones sexuales que habíamos mantenido y le dije que hasta ese momento ninguna tía me la había chupado nunca, que todas habían sido una estrechas frígidas que sólo sabían abrirse de piernas, y que lo que yo de verdad ansiaba era una mamada despacito y suave, hasta el final.
Ella me escuchaba tan tranquila como quien oye una nana. Cuando terminé el rollo patatero de que nunca había sido objeto de mi particular blowjob with a cum end, no sólo no estaba asustada sino que va, me levanta del sofá, me coge de una mano, se sienta en una silla, me desabrocha los pantalones mientras yo permanezco de pie delante de ella y sin mediar palabra se la mete en la boca y empieza un bombeo que denotaba años de experiencia con decenas de tíos en medio de la selva amazónica. Mis 7 cm. de gruesa, pétrea y sólida polla iban tomando cuerpo y sentían el gustito de la saliva, los labios y la lengua de esta wayamaca horrorosa, así que cerré los ojos y me dije: "Que sea lo que dios quiera..."
Pero es que cuando una tía tiene experiencia, la tiene y ya puede ser más fea que pegarle a un padre, que la cosa marchaba estupendamente a cada minuto que pasaba. Sabiendo lo que podía suceder en cualquier momento, se lo advertí, pero ella no hizo sino aumentar el ritmo, incrementar la presión, cogerme de los huevos y sorber más y mejor, así que sin poderlo resistir más, me corrí en su boca (sin mirarla) mientras sentía que ella sorbía y tragaba todo sin el más mínimo escrúpulo, para soltarme la mu japuta al final que era la primera vez que hacía eso y que si me había gustado. Sí, sí... la primera vez, pensaba yo riéndome para mis adentros, so cabrona. Yo casi no me tenía en pie. Le dije que había sido maravilloso y temiendo que se me echara encima aprovechando el período refractario y me pusiera algo peor alrededor del glande, me fui al baño, me vestí, hablé con ella unos 15 minutos más y accedí a dormir en otra habitación hasta la mañana siguiente, con el pestillo echado, para salir pitando leches y no volver nunca más. Quiso prepararme un café y el desayuno por la mañana, pero preferí irme en ayunas. No recuerdo su nombre.