Está claro que no quiere una relación 'normal'. No sé por qué la gente insiste en hablar de "amor" y de relaciones de convivencia diaria y de pareja cuando él no quiere.
A mí lo que hagas con las tías me la pela, no me importa ni me parece interesante, pero leía el hilo por la vertiente psicológica, más que interesante y con pronóstico de libro, en tu caso.
El análisis más acertado es el de
@Denny Crane pero creo que al final se equivoca. El proceder de
@THORNDIKE no hay que confundirlo con su finalidad.
Esto es lo que hace. Pero no lo hace para eso.
Se boicotea a sí mismo. Ha asumido que nadie le puede dar amor porque sí, por lo que es, por sus cualidades como persona. No acepta que alguien se pueda enamorar de él de forma sana. Tiene que mediar una transacción. Yo te doy mi cuerpo trabajado, mi apariencia y mis billetes, incluso mi atención y tu me das... amor no, tu cuerpo. El amor ni entra en esta ecuación, le da pavor.
Por tanto, el motivo de quedar con arrastradas de la vida no es ayudarlas. Ni tan siquiera sentirse bien al ayudarlas. Necesita haber "pagado" antes. Por eso no para de decir "yo doy mucho". Es cierto. Y sin ese pago, se moriría de pavor. Pensar que una mujer se puede fijar en él sin haber visto antes sus músculos, su coche, su ropa o sus billetes es la peor de sus pesadillas. Sería que alguien se estaría fijando realmente en él.
Te doy un techo, un sofá, unas lentejas, un lugar donde te puedas colocar y tú dejame tu cuerpo un rato para desfogarme por mis inseguridades. Y luego te vas. Y efectivamente, las mayores cerdadas sofocan más nuestros miedos. Y cuanto más cerda sea, más lejos quedará su mayor temor, el amor. Ayudarlas o sentirse bien al ayudarlas no es su propósito. Es el peaje para alquilar su cuerpo unas horas, el peaje que le da tranquilidad. Una mujer a la que estoy ayudando supongo que mientras utilice su cuerpo mantendrá la boca cerrada, no?
A la sueca la quiere lejos. Si fuera algo mas fea, algo más pobre, algo más inculta y con peor trabajo, le gustaría más. Sería una mujer más indefensa. Más necesitada. Y la necesidad, ya se sabe, acerca el disfrute físico y aleja el amor.
Que la sueca se enamore de él y le pida una relación normal sería el detonante para que él no quisiera verla jamás. Y lo que busca con ella es imposible. Una relación a distancia con sexo, sin amor, con una mujer bella y culta solo puede ser temporal.
Con la sueca quiere una relación de sexo, sin más. Pero al final tampoco le satisfaría: no es lo demasiado cerda para calmarle y el temor a que le pida una relación formal está demasiado cerca. Pero por eso le gusta tanto la distancia, el avión: cree que es el cortafuegos perfecto para mantener la llama justa, sin avivarla demasiado pero tampoco perderla. El avión no es más que otro elemento de boicot que se coloca él mismo. Le viene de cine. Y si fuera un viaje con escala, todavía mejor.
El motivo de por qué cree que no merece ser amado da para mucho, pero él que es psicólogo debería saberlo, casi siempre es el mismo. Que lo diga él.
Por cierto, la sueca, por muy perfecta que nos la quiera pintar el compañero debe tener un saco de traumas encima bastante majo.