Hostia que paranoia de película la del Hombre con rayos X en los ojos. :121
Tema tias en tanga, pues la verdad, lo mejor sería ir todos en bolas para evitar provocaciones. Porque yo no sé vosotros, pero cuando fui a una playa nudista, al margen de que allí tias medianamente buenorras sólo había tres o cuatro, me pasó algo curioso.
Y es que los primeros cinco minutos me dije "hostia, que pasada ¿no? todos aquí con las vergüenzas al aire". Pero a los quince minutos yo echaba de menos los tanga y mini sujetadores. Así os lo digo.
Le miraba el chochamen a alguna y me imaginaba cómo le quedaría un tanga o unas bragas blancas de algodón, y sabía que de llevar eso me pondría más cachondo que viéndola así tal cual. Seré raro pero sin dejar espacio a la imaginación, las mujeres pierden mucho.
Cuando ves playas o demás sitios nudistas que van todos en bolas, desde la abuela hasta los niños pequeños, llega un momento que te acostumbras y cuando llega alguien con ropa lo ves hasta raro.
Y si, ves una tía de veinticinco años en pelotas al lado tuya pero no te llama la atención tanto como habías pensado, a las dos horas es que ni te paras a pensar que está en pelotas. Es algo muy curioso.
En otro orden de cosas, recuerdo que de niño y adolescente, cuando nadie tenía piscina privada, pues las piscinas públicas estaban petadas de tías buenas en bañador (nada de top less) y ahí si que se ponía uno burro pero a base de bien, sería por las hormonas propias de aquella edad, no digo que no.
Luego empezaron a proliferar los chalets y piscinas privadas, y toda tía buena que se precie ya se las componía para ir sólo a piscinas privadas, ni una veías en la piscina pública. No os sabría decir exáctamente porqué, pero eso me cabreaba especialmente. No el que no fueran a la piscina pública pues yo mismo a partir de los 22 años no he vuelto a ir ni a una piscina pública ni a la playa, sino el que encontrasen hueco entre todos los que tenían su piscina privada. No consigo expresar el porqué me cabreaba tanto, pero lo cierto es que lo hacía y mucho.
Mi familia de hecho es de posibles y tiene su chalet con piscina privada y todo lo demás. Pues bien, jamás la he utilizado, y menos cuando aparecían allí todo tipo de familiares con sus novias y las amigas de sus novias y su puta madre. Asco infinito. Cuando no hay más remedio que aparecer por allí por temas familiares, voy a la hora de comer y en cuanto acabo a casa, es lo que hay.
Y para no dejar mal sabor de boca, y ya que el hilo se presta a ello, voy a contar dos anécdotas de tías en la piscina pública.
La primera, a los tiernos trece años, ahí con los amigos haciendo el cafre, me viene uno de ellos y me dice: "Tio, Darki, ¿ves aquella de allí, la de negro que se le ve casi todo? Pues me ha metido mano y si no me retiro me hace una paja y todo"
Ante las risas, porque en aquella época estabamos todos más subnormales aun que ahora, que no es poco, me pongo yo al lado y efectivamente, la tía a los dos minutos me empieza a sobar el paquete y me mete la mano bajo el bañador y me empieza a hacer una paja. :121
Visto en retrospectiva, la chavala no debía tener más de dieciocho años o así, pero claro, a mi me parecía una mujer madura super experimentada, así que allí me veis, manteniendo el tipo y mirando con una semisonrilla desencajada a los amiguetes mientras estos se partían la polla de risa.
Al final cuando ya notaba el gustete voy y me separo de la tia.
A lo que ella reaccionó con un más que justificado "Maricón".
Y nada, a las dos horas, ya en casa, paja. De hecho dio para muchas ese adontecimiento.
La otra ocasión, también en una piscina pública, que voy ahí con mis gafas de buceo y veo a una que no para de tocarse el bañador por la parte del chochete, así como si le molestara o algo.
Yo tendría por aquel entonces unos quince y la mujer pues no lo sé, pero ya mayor, unos treinta y tantos por lo menos, que por aquel entonces a mi me parecía una vieja.
Total que yo no paraba de rodearla buceando, cual pececillo caliente y curioso. Hasta que así como quien no quiere la cosa, haciendo como que buceo, le doy con la mano por la zona, a lo que veo que ella no dice nada.
Vuelvo a pasar y le vuelvo a rozar un poco, y ella tal cual, y al final veo que me abre las piernas y claro, pues al lio, me puse al lado y a meter mano por fuera del bañador, por dentro y por donde vino bien, hasta un dedillo le metí. Al rato se salió de la piscina y fue a sentarse junto a su marido, que estaba ahí tumbado como si nada mirando a otras jovencillas.
Esto no lo cuento gratis ¿eh? Quid pro quo.