Qué pena no meter una cámara en el autobús del MovistarShore hoy.
Pues no se vosotros, pero a mí me ha parecido la etapa más divertida y atractiva de las tres grandes vueltas este año, al menos por ahora. Partiendo de un recorrido ciertamente atractivo y duro, ha habido ataques a cascoporro, inmolaciones, explosiones, hostiones (lo de López es de estudio, ya), problemas climatológicos (menuda tormenta, la hostia) y hasta un equipo dando la nota a lo bestia, prolongación de lo ya visto en el pasado Tour.
Lo mejor de todo es que todos estos petardos apenas han servido para hacer diferencias, porque si acaso se han comprimido más. Para mí el triunfador de la jornada es Roglic, que ha sabido tener la cabeza fría, mantener su ritmo óptimo pero sin quemarse a lo gonzo a sabiendas que pasado mañana tiene una contrarreloj para marcar diferencias.