Haminjos, ayer revisé un rato El Guardaespaldas aprovechando que iba a la cocina a comer un yugur y echar un cigar, y qué desazón. La pillé justo cuando Kevin está en una cabaña presuntamente idílica en medio de la nada, pero hete aquí que le acompañaba Güitni, otra negrácula y un webster. O sea, no uno ni 2, sino 3 NEGROS. Vale, si, había un blanco también, pero era un viejo de meirda presumiblemente guein y no cuenta. El caso es que hacía frío y me imaginé lo mal que tenía que oler dentro, con tanto negro y sin poder abrir ventanas. Y encima una le dice de foshar a Kevin, que es como tener una mandarina podrida ofreciéndose a quitarse la cáscara a si misma, con lo que ello supondría en términos de hedor.La escena donde casi rompo a llorar fue aquella en la que el negro jr pilla la barca y Kevin ha de salvarle porque trabaja por cuenta ajena para las negras. Creía que se tiraba a ahogarle, que sería lo correcto, y no, es fruto de la alienación laboral. Grité mendooooooooza (oza oza) de rabia.La tristeza infinita. Un diez.