Angela 17 años, Beatriz 15 años:
"Los Latin Kings son como una secta"
Por Pierre Ausseill
MADRID (AFP)
"Los Latin Kings son como una especie de secta. Te empiezan a comer la cabeza hasta que lo logran": Angela, 17 años y su prima Beatriz, 15 años, son dos españolas de los suburbios de Madrid, hoy amenazadas de muerte y protegidas.
Camisetas ajustadas, ombligo al aire, vaqueros apretados, estas dos Lolitas pertenecieron durante alrededor un año a los Latin Kings, una banda nacida en las calles norteamericanas y que en España capta sobre todo a emigrantes latinoamericanos.
Angela y Beatriz --dos seudónimos-- se aburrían en casa, entre las labores del hogar y las telenovelas, en un barrio de casas de ladrillo rojo ocupadas por gitanos sedentarizados, donde recibieron a un periodista de la agencia de noticias AFP.
Para ellas, la escuela se acabó. "Me echaron del instituto por pegar a la directora", dice Angela. Su madre, antigua empleada de hogar y vigilante en un aparcamiento, está en paro desde hace un año. ¿El padre? no hay respuesta.
"Empecé a salir con un chico ecuatoriano del instituto, un Latin King", añade Angela. "Y luego entramos dentro de la 'Nación' (...) Nos dijeron que los Latin Kings eran para luchar contra el racismo y la hipocresía", recuerda.
Se unieron a las "Latin Queens", rama femenina de la banda. El rito de entrada: "ellas tenían que golpearte 20 bofetadas. Si te quejas te las multiplican por diez. Al principio, los chicos nos dijeron que teníamos que acostarnos con ellos, nos negamos, aunque al final nos acogieron".
Las Queens se reúnen el viernes. "Cada semana las chicas deben entregar una cuota de 1,5 euros a una jefa, los chicos tres euros".
"Era guay al principio", recuerda Beatriz. Salen vestidas de raperas a parques y salas de juegos, van a fiestas del grupo. Escuchan y bailan Reggaeton, una mezcla de reggae-rap en español nacido en Puerto Rico.
"Las chicas llevaban botas grandes para esconder las navajas de los chicos. He presenciado dos peleas contra los Ñetas", la banda rival, asegura Angela.
La banda es también una segunda escuela: "te hacían copiar su 'literatura' para pasarte de grado: Observación, Favalai, Probatoria. Para la Probatoria, te acuestas con un jefe para ser 'reina' o con tres o cuatro de ellos. Yo no lo hice", asegura Angela ante su madre.
Pero las reglas pesan, sobre todo las que se refieren a las chicas: "Las mujeres tienen que estar en casa a las doce en punto. No puedes llevar falda o fumar. Tienes que beber Coca-cola. Debes ser decente. Los chicos toman copas, fuman porros y toman a veces cocaína".
Salir con un chico de fuera del grupo está estrictamente prohibido: "Dicen que si te quedas embarazada, él no te responderá, mientras que un chico del grupo, sí te responderá".
Todo empezó a complicarse en septiembre. Angela fue vista con una amiga y sus amigos no Latin Kings. Empezaron las agresiones y las amenazas, repetidas estos últimos meses: "Putas, zorras, guarras, te vamos a matar, quemar".
La madre de Angela llevó a las dos chicas a la guardia civil. Un juez de instrucción les acordó el estatus de testigo protegido.
Siguen saliendo por las noches, los viernes y los sábados, pero se hacen acompañar de vuelta a casa por los porteros de las discotecas.
Beatriz quiere ser "peluquera". Angela: "me quiero ir de este pueblo de mierda porque está lleno de extranjeros asquerosos".