Vacaciones estivales, borracheras adolescentes, tiempos alegres...

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Sonic88
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

Sonic88

Don't mess with el Baño de mi Abuela
Registro
31 Jul 2019
Mensajes
7.919
Reacciones
9.422
Chavales, viendo lo serio y la formalidad que están tomando los hilos de hoy abro este para recordar esos veranos locos que hemos tenido todos cuando éramos adolescentes o princípio de la juventud.

Recuerdo que tenía 17 años casi para 18. Un amigo mío, muy bueno, tenía un apartamente en Torrox (Málaga) en el que veraneaban con asiduidad cada verano. Ya previamente lo conocía porque me invito el año anterior y el sitio estaba bastante bien, casi a pie de playa y con su paseo marítimo practicamente al caer de la cama. Hicimos una buena charpa allí, unos de Jaén, otros de Jerez, otros de Graná, otros de Málaga obviamente y un finolis de Madrid que se parecía a Zidane de joven. Pasábamos el tiempo entre piscina, playa y fútbol playa. Uno era un adolescente sin preocupaciones, atraido por el ocio, los excesos y las ganas de tapar agujeros. El primer año estuvo bien solo un par de días pero muy intensos, lo bueno vino al segundo.

Fui otro finde pero me supo a poco y aguante unos días más por mi cuenta, le puse mucha cara pero cuando eres adolescente no piensas en las consecuencias. Entré dentro de una oficina de turismo en la cuál no había nadie, supongo que el o la responsable habría salido a fumar o estaría en otros menesteres. En lo alto de la mesa había un móvil, yo no gastaba de eso, estaba allí con lo puesto así que no lo pensé dos veces, lo cogí y salí de allí pitando. Era un Alcatel 2051 de esos que se abrían y cerraban, para un superviviente como yo te hacía sentir importante. El dueño del móvil no anuló la tarjeta hasta días despues y curiosamente al apagarlo y encenderlo (por falta de batería) tampoco pedía pin. Aquello era un chollo, móvil y llamadas gratis, todo el mundo llamando a todo Dios . Aquellos días fueron de auténtica locura. Había dos colgaos que se picaban muchísimo jugando al fútbol y casi siempre salían a hostias. Al caer la noche del tercer día saqueamos el kiosco de la piscina municipal arrasando con helados y paquetes de gusanitos. Habia un carrito de la compra y lo usamos para llenarlo, el vigilante al sentir ruido se coscó, prendió la linterna y salió corriendo y uno de los colegas en vez de soltar el carrito y correr salió corriendo empujandolo como un subnormal.

Nos colamos en un hotel de 3 estrellas a la cocina y robamos ciruelas (obviamente ebrios y fumaos) para reponer los niveles de azúcar en sangre. Tuvimos que salir desperdigados cada uno por un sitio para que no nos pillarán cuando nos advirtieron, saltando una valla de dos metros aprox, era eso o morir.

Luego estan las grandes tajas que pillábamos. Cogiendo de referencia el sitio de quedada, siguiendo por el paseo marítimo hasta las discos y pubs habría unos 15 minutos andando, pufff que recogidas mas guapas nos pegábamos. Siempre había caos. Una noche unos locos del Málaga empezaron a hacer cánticos mamaos perdios y se les fue tanto la pinza que empezaron a tirar por el paseo las sillas y mesas de una terraza de un bar que la dejo preparada para el día siguiente. Otra noche el más borracho de todos cogío un ñusco y reventó el cristal de la cabina telefónica que había, sentimos un coche acelerar en una calle colindante y al ser nenes pensamos en lo peor y acojonados corriamos por la playa, de paso pillamos a una pareja follando y uno de los nuestros se paro unos segundos a grabarlos con el móvil.

Otra de esas el ya citado compa aficionado al etílico la cogió de tal proporción que no podía apenas andar. Lo montamos en un carrito de la compra (otro puto carrito) y lo llevábamos por el paseo de un lado a otro. No se nos ocurrió otra cosa que poner el carrito en una ducha de la playa y regarlo enterito. Ni así se le pasó la papa. Yo esa noche no la pille tanto y el chaval era borracho y hablaba muy raro, tenia un parentesco con Peter Crouch pero en drogadicto pero me caía bien y me sentía responsable de su destino. Cogí y lo monte en el ascensor y lo puse justo en frente de la puerta de su piso. Al salir bromeando con otro colega me dijo que ese no podía ni abrir la puerta. Reparé en que podía ser cierto, subí y allí estaba, mirando a la puerta de tú a tú, tambaleandose graciosa y ridiculamente. Le tuve que abrir la puerta al hijo puta y meterlo dentro.

Dentro de los garitos la música empezaba a advertir el presente negro que ahora tenemos como el reggaeton, pero todavía había variedad y el feminismo estaba lejos de instalarse. Podías magrear a algunas guarras y comerte la boca con algunas apenas habiendo intercambiando palabras.

Me volví tras una semana, durmiendo en un puto trastero de 2 metros cuadrados, meando alli fuera tal cuál animal, alimentandome de gusanitos robados y de la caridad del grupo, perdí casi 7 kilos y por perder casí pierdo el autobús de vuelta. Fue una auténtica locura, pero ese ha sido uno de los putos veranos más guapos de mi vida. Todo fue improvisado.


¿Y para vosotros cuáles han sido vuestras vacaciones más locas y que coño hicísteis?
 
Chavales, viendo lo serio y la formalidad que están tomando los hilos de hoy abro este para recordar esos veranos locos que hemos tenido todos cuando éramos adolescentes o princípio de la juventud.

Recuerdo que tenía 17 años casi para 18. Un amigo mío, muy bueno, tenía un apartamente en Torrox (Málaga) en el que veraneaban con asiduidad cada verano. Ya previamente lo conocía porque me invito el año anterior y el sitio estaba bastante bien, casi a pie de playa y con su paseo marítimo practicamente al caer de la cama. Hicimos una buena charpa allí, unos de Jaén, otros de Jerez, otros de Graná, otros de Málaga obviamente y un finolis de Madrid que se parecía a Zidane de joven. Pasábamos el tiempo entre piscina, playa y fútbol playa. Uno era un adolescente sin preocupaciones, atraido por el ocio, los excesos y las ganas de tapar agujeros. El primer año estuvo bien solo un par de días pero muy intensos, lo bueno vino al segundo.

Fui otro finde pero me supo a poco y aguante unos días más por mi cuenta, le puse mucha cara pero cuando eres adolescente no piensas en las consecuencias. Entré dentro de una oficina de turismo en la cuál no había nadie, supongo que el o la responsable habría salido a fumar o estaría en otros menesteres. En lo alto de la mesa había un móvil, yo no gastaba de eso, estaba allí con lo puesto así que no lo pensé dos veces, lo cogí y salí de allí pitando. Era un Alcatel 2051 de esos que se abrían y cerraban, para un superviviente como yo te hacía sentir importante. El dueño del móvil no anuló la tarjeta hasta días despues y curiosamente al apagarlo y encenderlo (por falta de batería) tampoco pedía pin. Aquello era un chollo, móvil y llamadas gratis, todo el mundo llamando a todo Dios . Aquellos días fueron de auténtica locura. Había dos colgaos que se picaban muchísimo jugando al fútbol y casi siempre salían a hostias. Al caer la noche del tercer día saqueamos el kiosco de la piscina municipal arrasando con helados y paquetes de gusanitos. Habia un carrito de la compra y lo usamos para llenarlo, el vigilante al sentir ruido se coscó, prendió la linterna y salió corriendo y uno de los colegas en vez de soltar el carrito y correr salió corriendo empujandolo como un subnormal.

Nos colamos en un hotel de 3 estrellas a la cocina y robamos ciruelas (obviamente ebrios y fumaos) para reponer los niveles de azúcar en sangre. Tuvimos que salir desperdigados cada uno por un sitio para que no nos pillarán cuando nos advirtieron, saltando una valla de dos metros aprox, era eso o morir.

Luego estan las grandes tajas que pillábamos. Cogiendo de referencia el sitio de quedada, siguiendo por el paseo marítimo hasta las discos y pubs habría unos 15 minutos andando, pufff que recogidas mas guapas nos pegábamos. Siempre había caos. Una noche unos locos del Málaga empezaron a hacer cánticos mamaos perdios y se les fue tanto la pinza que empezaron a tirar por el paseo las sillas y mesas de una terraza de un bar que la dejo preparada para el día siguiente. Otra noche el más borracho de todos cogío un ñusco y reventó el cristal de la cabina telefónica que había, sentimos un coche acelerar en una calle colindante y al ser nenes pensamos en lo peor y acojonados corriamos por la playa, de paso pillamos a una pareja follando y uno de los nuestros se paro unos segundos a grabarlos con el móvil.

Otra de esas el ya citado compa aficionado al etílico la cogió de tal proporción que no podía apenas andar. Lo montamos en un carrito de la compra (otro puto carrito) y lo llevábamos por el paseo de un lado a otro. No se nos ocurrió otra cosa que poner el carrito en una ducha de la playa y regarlo enterito. Ni así se le pasó la papa. Yo esa noche no la pille tanto y el chaval era borracho y hablaba muy raro, tenia un parentesco con Peter Crouch pero en drogadicto pero me caía bien y me sentía responsable de su destino. Cogí y lo monte en el ascensor y lo puse justo en frente de la puerta de su piso. Al salir bromeando con otro colega me dijo que ese no podía ni abrir la puerta. Reparé en que podía ser cierto, subí y allí estaba, mirando a la puerta de tú a tú, tambaleandose graciosa y ridiculamente. Le tuve que abrir la puerta al hijo puta y meterlo dentro.

Dentro de los garitos la música empezaba a advertir el presente negro que ahora tenemos como el reggaeton, pero todavía había variedad y el feminismo estaba lejos de instalarse. Podías magrear a algunas guarras y comerte la boca con algunas apenas habiendo intercambiando palabras.

Me volví tras una semana, durmiendo en un puto trastero de 2 metros cuadrados, meando alli fuera tal cuál animal, alimentandome de gusanitos robados y de la caridad del grupo, perdí casi 7 kilos y por perder casí pierdo el autobús de vuelta. Fue una auténtica locura, pero ese ha sido uno de los putos veranos más guapos de mi vida. Todo fue improvisado.


¿Y para vosotros cuáles han sido vuestras vacaciones más locas y que coño hicísteis?

Uff tuvo que ser emocionante, eh? las tipicas gilipolleces que hacen los niñatos a esas edades. Debes de haber salido hace poco de esa etapa, si no no me explico este desproposito
 
Al caer la noche del tercer día saqueamos el kiosco de la piscina municipal arrasando con helados y paquetes de gusanitos. Habia un carrito de la compra y lo usamos para llenarlo, el vigilante al sentir ruido se coscó, prendió la linterna y salió corriendo y uno de los colegas en vez de soltar el carrito y correr salió corriendo empujandolo como un subnormal.
Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.
 
Yo el único verano memorable que me viene a la cabeza lo pasé con compañeras de carrera en Los Alcázares, Murcia. Lo recuerdo bien porque a la salida de una discoteca de allí, en el descampado donde aparcaban los coches pisé con chanclas un
excremento humano.

Otro momento fue cuando les vendí que bañarse en el Mar menor era el paraíso y que no se dejasen llevar por habladurías.

Nos metimos en aquel lago fangoso y en apenas dos ratos a remojo salíamos sin ganas de vivir y con el aspecto deprimente de la senectud.
Por eso hay tantos viejos allí. Toda esa gente tenía 30 años un cuarto de hora antes. Son los lodos de las riadas.

Ya no he vuelto a llevarme a nadie de vacaciones.
 
Ah, o sea que fue Kevin Bacon quien desvirgó analmente a verruga.
 
Pero claro, por otra parte no puede ser, porque verruga tiene poco de Brad Pitt.
 
Mi mejor Verano fue el de 1997, ya que el año anterior por septiembre, había descubierto las pajas.

En la casa del pueblo le daba con furia a la sardina, mientras mis colegas mas apuestos salían a pasear con las mozas por las calles principales del pueblo. Hice papilla las Interviu, Tiempo, catálogos de ropa, etc.
 
Yo el único verano memorable que me viene a la cabeza lo pasé con compañeras de carrera en Los Alcázares, Murcia. Lo recuerdo bien porque a la salida de una discoteca de allí, en el descampado donde aparcaban los coches pisé con chanclas un
excremento humano.

Otro momento fue cuando les vendí que bañarse en el Mar menor era el paraíso y que no se dejasen llevar por habladurías.

Nos metimos en aquel lago fangoso y en apenas dos ratos a remojo salíamos sin ganas de vivir y con el aspecto deprimente de la senectud.
Por eso hay tantos viejos allí. Toda esa gente tenía 30 años un cuarto de hora antes. Son los lodos de las riadas.

Ya no he vuelto a llevarme a nadie de vacaciones.

Señorita Gross, ¿es ustec de Murcia? En breve me pasaré por allí y no conozco a nadie. ¿ Me invitaría a dar una vuelta por la ciudac y tomar unas birras? Prometo no presionarla para que me coma el rabo ni nada, sólo unas birras entre foreros. Si hay algún otro hermano forero por allí, que se una o que me saque él a tomar esas birras, s'il vous plait.

Joder, la adolescencia, madre mia! Podría contar cientos de trastadas y fiestones épicos, con y sin erótico resultado. Conciertazos, huídas de los Topbox por patas, tráfico callejero de estupefacientes, situaciones surrealistas, etc. Y todas ellas en ver-ano (que es lo que exije el hilo). No me decido ahora mismo, pero tengo tres en la cabeza, el primer forero que elija, esa contaré. No busco attentionwhorismo porque yo no soy asín, no me voy a quedar esperando a tener 15 o 20 respuestas para tocarme el nurzo comprobando lo mucho que se me quiere y elogia como hace mucha gente, no, es sólo que no me decido. Las anédotas son:

1- El día en que fui una rata miresable y despreciable, mamoneando con la novia de un colega en un concierto estando él presente, y ella, provocándome y calientándome.

2- Cuando, robando bebidas en un almacén, llegó la madera y, huyendo de ellos, nos metimos debajo de un coche para que no nos engancharan.

3- La primera vez que acabé en un derribo rodeado de yonkis picándose la vena entre mierdas secas, ladrillos rotos y papeles de plata.

El primero que elija, esa cuento. Si aún con lo que he aclarado arriba opinan ustedecs que lo que busco es que me laman el nurzo, me tiran un piedro a la cabeza y me callo el boquino.
 
Señorita Gross, ¿es ustec de Murcia? En breve me pasaré por allí y no conozco a nadie. ¿ Me invitaría a dar una vuelta por la ciudac y tomar unas birras? Prometo no presionarla para que me coma el rabo ni nada, sólo unas birras entre foreros. Si hay algún otro hermano forero por allí, que se una o que me saque él a tomar esas birras, s'il vous plait.

Joder, la adolescencia, madre mia! Podría contar cientos de trastadas y fiestones épicos, con y sin erótico resultado. Conciertazos, huídas de los Topbox por patas, tráfico callejero de estupefacientes, situaciones surrealistas, etc. Y todas ellas en ver-ano (que es lo que exije el hilo). No me decido ahora mismo, pero tengo tres en la cabeza, el primer forero que elija, esa contaré. No busco attentionwhorismo porque yo no soy asín, no me voy a quedar esperando a tener 15 o 20 respuestas para tocarme el nurzo comprobando lo mucho que se me quiere y elogia como hace mucha gente, no, es sólo que no me decido. Las anédotas son:

1- El día en que fui una rata miresable y despreciable, mamoneando con la novia de un colega en un concierto estando él presente, y ella, provocándome y calientándome.

2- Cuando, robando bebidas en un almacén, llegó la madera y, huyendo de ellos, nos metimos debajo de un coche para que no nos engancharan.

3- La primera vez que acabé en un derribo rodeado de yonkis picándose la vena entre mierdas secas, ladrillos rotos y papeles de plata.

El primero que elija, esa cuento. Si aún con lo que he aclarado arriba opinan ustedecs que lo que busco es que me laman el nurzo, me tiran un piedro a la cabeza y me callo el boquino.

La 3.
 
El mejor verano de mi vida fue por el 99. Un amigo nos dijo de ir a la casa de playa que tenía su familia y allí que fuimos. Al principio ibamos a ser 6 o 7 pero luego se fue acoplando gente y terminamos siendo dieciséis tíos en un apartamentucho de 50m2 como mucho.

Habían 4 camas nomas. Una grande y tres pequeñas. Con lo que terminamos siendo dos por cama pequeña y en la grande tres. Luego el resto dormía o en el sofá o incluso en el suelo de la cocina habían varios durmiendo en sacos. No cabía ni un alfiler a la hora de dormir. El wc era directamente un agujero hediondo que obviamente estaba tapado cada dos por tres ya que siempre había alguno cagando. La sensación de mugre, caos y desorden agobiaría a cualquiera pero con esas edades a uno le suda la polla todo. Nos divertíamos amén de que íbamos borrachos todo el tiempo.

Una de las mejores secuencias que recuerdo fue una noche que estábamos en el pub, bareto local de la zona y luego de meterme como 4 o 5 shots de tequila seguidos me entrararon ganas de potar. Cualquier persona normal hubiera potado en el baño o en la calle. Pues no. Antiguamente cuando estaba muy mamado se me activaba una especie de piloto automático y me volvía solo a casa. Muchas veces sin avisar a nadie. Pues en esta ocasión se me ocurre ir a potar al piso, que estaba a la vuelta. Entro al piso y ya no aguantaba más, pateé la puerta del baño y ahí mismo solté todo. Cuando terminé de vomitar, abro los ojos y veo que había vomitado sobre un amigo que estaba sentado en el wc haciéndose una paja.

Me sacó a patadas de ahí y del pedo que tenía ya no recuerdo más... hasta despertarme con una resaca de campeonato, durmiendo en el suelo de la cocina donde al parecer también había sido vomitando. Todos los platos y trastos del fregadero completamente cubiertos de mi vomito.

En esa misma semana conocimos a un grupo de tías. Por supuesto todos super salidos pagando fantas y demás cosas que se hacen para mojar el churro y más a esas edades. Del grupo solamente dos follamos. Uno que era el guaperas y que parecía mayor que el resto y yo, de rebote con la menos agraciada del grupo. Pero al menos follé. Aún me acuerdo del nombre de la tía: Lourdes.

También lo mejor fue en los últimos días que estabamos ya con apenas dinero para comer lo que hacíamos para emborracharnos y seguir de fiesta era llenar botellas de agua mineral con agua del grifo, zumos Tang (los que vienen en polvo) y un poco de alcohol del botiquín. No nos quemamos el hígado de puta casualidad.

Ahhh qué recuerdos... Eramos taaaaaaaaan jóvenes...

Edito porque me quedó algo muy lol por contar y para no hacerla larga diré que nos hicimos medio colegas de los topbox de la zona y del comisario. La cosa es que le caíamos en gracia y nos terminó invitando a un asado que hacía la policía en el patio trasero de la comisaría. Y ahí estuvimos, departiendo con los policías polis que cuando andaban ya pasados de vino pegaban tiros al aire como expresión de jubilo.
 
Última edición:
Historia número tres.

Tendríamos unos trece años. Yo y un colega, nos hallábamos sentados en un banco de una de las zonas más selectas del Parque Amate, ingiríamos ávidos unos flash de limón de estos que eran un mazacote de hielo y que costaban cinco duros. Pensamos que sería buena idea ir a pillas tres libras de grifa (para los milenials, tres libras eran trescientas pesetas, 1.80 euros), fumárnoslas y meternos otro flash embrutecido de aquellos.

Fuímos a una casa donde vendían goma y las pillamos. En el principio de aquella segunda mitad de los ochenta, los chavales se solían esconder para fumar petardos, y nosotros nos dirigimos a una casa abandonada, en aquella época todavía quedaban muchas en las ciudades.
Llegamos y nos sentamos en un montón de escombros a rularnos los canutos, que aún nos salían patateros. Cinco minutos después llegó un yonki dando tumbos.

- Niño, irse daquí, anda.

- Tú quehtá hablando, ío! Le dijo mi colega.

- Que te vaya daquí te dicho, niñooo!!

Mi amigo cogió una piedra y amenazó al yonki con chocarlo allí mismo si no se callaba. Él toxicómano le contestó a regañadientes que vale, que no pasaba nada, pero que él se iba a preparar un pico.

- Me suda la polla, dijo mi acompañante.

No pasaron ni diez segundos cuando el enganchao ya se había dispuesto, en una tabla sujetada con dos piedas a modo de mesita, todos los bártulos necesario para atravesarse la vena. Yo, que siempre he tenido miedo a la abujas, sentí un escalofrío en el pesho que todavía recuerdo con nitidez.
Mientras manipulaba la chuta, el limón, la cuchara y el mechero aparecieron tres más que increparon al primero por permitir que estuviéramos allí.

Siempre he opinado que los yonkis tienen una humanidad fuera de lo común. La mayoría son gente de ley con un alto sentido de la ética. Siempre les he visto intentar evitar que los niños vieran esas escenas tan dantecas. ¿Y en este caso por qué no lo hicieron? Porque mi colega, que tenía mucha mala hostia, les amenazó a los cuatro con lapidarles vivos si no nos dejaban fumarnos nuestro porro en paz. Entre la amenaza y el monazo que traían cual Paco en Carabanchel, se pasaron la ética por el ano y sacaron los utensilios.

Era como si estuviésemos sentados en primera fila viendo una obra de teatro. Los dos acomodados encima de una pila de escombros, y a dos metros de nosotros, cuatro tíos bombeando sangre padentro y pafuera de la chuta, y poniendo caretos como si les estuvieran haciendo una deep throat de veinte segundos. Uno se la dejó colgando del brazo mientras intentaba levantarse sin éxito, otro se la quitó del brazo dejando caer un fino hilo de sangre que terminó goteando desde el codo, otro se recostó en postura imposible mientras decía no sé qué de su hija, y del cuarto no me acuerdo, pero su foto sería muy parecida también.

Nos terminamos el canuto y nos fuimos a por el flash que nos prometimos. Mi colega, que era bástante más echao palante que yo en ese momento, se lo zampó con ansia porrera, pero yo me quedé to pillao pensando en aquellos cuatro mendas y tardé más en acabarmelo. Estaba acostumbrado a ver fumar porros a mi viejo y a todo dios en la calle, también tenía conocimiento de la farlopa, pero nunca había visto tan de primera mano el ritual y los efectos del caballo; aquello me dejó estupefacto.

Ni que decir tiene que aquellos cuatro amigos de la adormidera llevan years muertos. Además hacía un calor tremebundo aquel día, ayudando a que la escena fuese todavía más aplastante. Mucho sudor, el mal olor del derribo, ratas, heroína, sangre y vómito (porque dos de ellos potaron, ahora que me acuerdo). Siempre me acuerdo de esos tíos, hasta de la ropa que llevaban incluso, cuando escucho esta canción:

Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.
 
Quizá haya sido el recientemente pasado puesto que he trabajado menos y follado más que en los cuarenta anteriores.
Conocí a una tía dando clases de equitación a principios de Julio. Excepcionalmente guapa (impresionantes las fotos profesionales de los concursos hípicos en los que participaba) pero
más bruta que un saco de martillos.
Se le podía perdonar.
Todo el mes de Agosto y Septiembre montando semejante yegua no tiene punto de comparación a las mierdas de veranos anteriores pasados en el pueblo sudando como un animal de granja junto a los cuatro desgraciados que no teníamos medios para pasarlos como la mayoría de gente.
Que por otra parte, tampoco me parece haberme perdido gran cosa a tenor de las historias infantiloides de golfadas que venían contando a la vuelta.
Quitando tal vez el verano de 2003 en el que por puro desquite hice un tour por Europa del que solo guardo buenos recuerdos.
 
Última edición:
Yo un verano me pasé del Delta Force. También encontré unas revistas guarras que guardaba mi padre detrás de los aparejos de mantenimiento del coche. Climax, creo que eran. Fue la primera vez que veía que a una moza la empujaban la mierda pa dentro, y ella sonreía. "Disimuladamente lesbiana" se titulaba el relato que acompañaba las fotos. Ahora, no me preguntes el cumpleaños de mis padres, que no me acuerdo.
 
Nunca he veraneado, aunque haya gente aquí que viva en su burbuja y no pueda entenderlo ni aceptarlo. Todos necesitamos un verano mágico para que eclosione nuestra personalidad completa, como las flores necesitan su mes de abril. Aunque no todos seamos de primaveras, como la Puya Raimondi. Me queda el consuelo de que todos vuestros recuerdos de amores adolescentes y veraneos especiales son la carnaza que servirá de cebo para el alzheimer que os devorará a la postre.
¿Habéis visto esa esquiva estrella fugaz que surca el cielo de agosto y que apenas dura unas fracciones de segundo antes de desaparecer para siempre? Pues ese es vuestro verano mágico, una estela de recuerdos cada vez más débiles e imprecisos. Yo todavía puedo alzar la vista del suelo y contemplar el cielo estrellado a la espera del astro relampagueante que por derecho me corresponde y me ha sido prometido. Pero ya pa qué.
 
Esos concetos foriles:
- Prender la linterna
- El elevado sentido de la ética de un yonki.

Buenos relatos, buen hilo, y poco que contar.
Ka®ma y ¶vacaciones de ver-ano para ti ¶
 
Quizá haya sido el recientemente pasado puesto que he trabajado menos y follado más que en los cuarenta anteriores.
Conocí a una tía dando clases de equitación a principios de Julio. Excepcionalmente guapa (impresionantes las fotos profesionales de los concursos hípicos en los que participaba) pero
más bruta que un saco de martillos.
Se le podía perdonar.
Todo el mes de Agosto y Septiembre montando semejante yegua no tiene punto de comparación a las mierdas de veranos anteriores pasados en el pueblo sudando como un animal de granja junto a los cuatro desgraciados que no teníamos medios para pasarlos como la mayoría de gente.
Que por otra parte, tampoco me parece haberme perdido gran cosa a tenor de las historias infantiloides de golfadas que venían contando a la vuelta.
Quitando tal vez el verano de 2003 en el que por puro desquite hice un tour por Europa del que solo guardo buenos recuerdos.

Cuente detalles de cómo se jincaba a la caballista, señor Verdú.
 
Cuente detalles de cómo se jincaba a la caballista, señor Verdú.
En breve, ya que ha sido por petición popular. Tuvo su Lol y algún que otro detalle que hará las delicias de la forisma.
Cabe decir que mi polla aún no se ha recuperado del todo, quicir, que tuve que ir al médico y todavía cuando me la machaco vuelvo a sentir molestias.
 
Historia número tres.

Tendríamos unos trece años. Yo y un colega, nos hallábamos sentados en un banco de una de las zonas más selectas del Parque Amate, ingiríamos ávidos unos flash de limón de estos que eran un mazacote de hielo y que costaban cinco duros. Pensamos que sería buena idea ir a pillas tres libras de grifa (para los milenials, tres libras eran trescientas pesetas, 1.80 euros), fumárnoslas y meternos otro flash embrutecido de aquellos.

Fuímos a una casa donde vendían goma y las pillamos. En el principio de aquella segunda mitad de los ochenta, los chavales se solían esconder para fumar petardos, y nosotros nos dirigimos a una casa abandonada, en aquella época todavía quedaban muchas en las ciudades.
Llegamos y nos sentamos en un montón de escombros a rularnos los canutos, que aún nos salían patateros. Cinco minutos después llegó un yonki dando tumbos.

- Niño, irse daquí, anda.

- Tú quehtá hablando, ío! Le dijo mi colega.

- Que te vaya daquí te dicho, niñooo!!

Mi amigo cogió una piedra y amenazó al yonki con chocarlo allí mismo si no se callaba. Él toxicómano le contestó a regañadientes que vale, que no pasaba nada, pero que él se iba a preparar un pico.

- Me suda la polla, dijo mi acompañante.

No pasaron ni diez segundos cuando el enganchao ya se había dispuesto, en una tabla sujetada con dos piedas a modo de mesita, todos los bártulos necesario para atravesarse la vena. Yo, que siempre he tenido miedo a la abujas, sentí un escalofrío en el pesho que todavía recuerdo con nitidez.
Mientras manipulaba la chuta, el limón, la cuchara y el mechero aparecieron tres más que increparon al primero por permitir que estuviéramos allí.

Siempre he opinado que los yonkis tienen una humanidad fuera de lo común. La mayoría son gente de ley con un alto sentido de la ética. Siempre les he visto intentar evitar que los niños vieran esas escenas tan dantecas. ¿Y en este caso por qué no lo hicieron? Porque mi colega, que tenía mucha mala hostia, les amenazó a los cuatro con lapidarles vivos si no nos dejaban fumarnos nuestro porro en paz. Entre la amenaza y el monazo que traían cual Paco en Carabanchel, se pasaron la ética por el ano y sacaron los utensilios.

Era como si estuviésemos sentados en primera fila viendo una obra de teatro. Los dos acomodados encima de una pila de escombros, y a dos metros de nosotros, cuatro tíos bombeando sangre padentro y pafuera de la chuta, y poniendo caretos como si les estuvieran haciendo una deep throat de veinte segundos. Uno se la dejó colgando del brazo mientras intentaba levantarse sin éxito, otro se la quitó del brazo dejando caer un fino hilo de sangre que terminó goteando desde el codo, otro se recostó en postura imposible mientras decía no sé qué de su hija, y del cuarto no me acuerdo, pero su foto sería muy parecida también.

Nos terminamos el canuto y nos fuimos a por el flash que nos prometimos. Mi colega, que era bástante más echao palante que yo en ese momento, se lo zampó con ansia porrera, pero yo me quedé to pillao pensando en aquellos cuatro mendas y tardé más en acabarmelo. Estaba acostumbrado a ver fumar porros a mi viejo y a todo dios en la calle, también tenía conocimiento de la farlopa, pero nunca había visto tan de primera mano el ritual y los efectos del caballo; aquello me dejó estupefacto.

Ni que decir tiene que aquellos cuatro amigos de la adormidera llevan years muertos. Además hacía un calor tremebundo aquel día, ayudando a que la escena fuese todavía más aplastante. Mucho sudor, el mal olor del derribo, ratas, heroína, sangre y vómito (porque dos de ellos potaron, ahora que me acuerdo). Siempre me acuerdo de esos tíos, hasta de la ropa que llevaban incluso, cuando escucho esta canción:

Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.


Yo quiero saber la 1
 
Cuente detalles de cómo se jincaba a la caballista, señor Verdú.
Pues verá ustec:
Aunque en principio parecía de esas pijas estiradas que miran al forero medio como a un infraser, lo cierto es que era muy agradable en los primeros momentos de conocerla.
La veía a ratos, una vez a la semana que daba las clases y ella aparecía por allí para atender y montar dos caballos que tenía de su propiedad en las caballerizas esas. Ajena a todos los presentes aunque sabiendo que llamaba la atención por su más que evidente atractivo. Morena de pelo rizado negrísimo, atlética y de semblante serio. De esas tías que intimidan con solo mirarte.
Uno de esos días, cambié el horario y llegué una hora antes y coincidimos dejando los coches en el aparcamiento. Fuimos caminando juntos hasta la entrada y charlando mientras tanto con el de dónde eres, llamas, haces, blao. Así durante varios encuentros y ya nos llamábamos por nuestros nombres, bromas y caerse bien...
Somos de pueblos algo distantes pero el mío está a tiro de piedra de la aldea de El Rocío, por lo que ella dijo pasar cada semana, ya que es muy de ese rollo, atravesando mi localidad para coger una carretera secundaria que le gusta más como ruta . Pues resulta de que esa semana pasaba algo en la aldea que hacían misas a todas horas. Yo como soy ajeno a toda esa mierda ni lo sabía ni me importaba pero no hizo falta proponerle nada ya que se me adelantó diciéndome que la acompañara. A lo dos días quedamos, me recogió en su coche y me llevó a lo que fue nuestra primera cita, a escuchar misa en medio de la marisma a adorar al pastorcito divino con lágrimas en los hogos. Nos abrazamos embargados de emoción (cada uno por un motivo) y para casa.
Quedamos varias veces más y cuando, fruto de la confianza ganada, me llamó una noche que "no quería dormir sola" salí a toda hostia a su encuentro con gran jolgorio recorriendo mis carnes.
Cenamos en su casa, que era de sus padres pero estaban fuera el fin de semana y subimos a su habitación.
Mientras nos quitabamos la ropa la escaneé mientras la luz aún estaba encendida. Un pibonazo. Atlética, nada de estrías, grasa o nada reprochable a ese físico. Pechos de adolescente, ni un atisbo de vello en ningún sitio, cosa que me dió algo de pena ya que ante semejante cabellera el matojo debería de ser de órdago. "Tengo hecho el láser" me dice exhibiéndose en toda su desnudez.
Nos acostamos y yo ya con la polla como un mástil al sentir su mano tocándome me quitó el slip y ella en un microsegundo las bragas. Ni preliminares ni hostias, me coloqué en posición y para adentro con todo.
Se puso a murmurar "te tengo dentro" "estás dentro de mí"...mientras percutia como sordo a una campana.
Luego le digo que se dé la vuelta y veo que pasa su mano por debajo y me rodea la base del nabo haciendo tope con sus dedos diciéndome "no me la metas entera". Así hasta que me pide ponerse encima y ahí ya sacó a relucir su pericia montando.
Parecía poseída, dejándose caer con fuerza y soltando como mugidos mientras yo dejé de sentir placer y apretaba los dientes de dolor. No sé cuánto tiempo estuvo así hasta que se dejó caer encima tras correrse. Exhausta todavía y percatándose de que yo no me había corrido baja hasta colocarse con la cabeza entre mis piernas, se echa esa melena negrísima a un lado y empieza a mamar, succionando, hasta que me empiezan a temblar las piernas y eyaculo en su boca.
Se levanta y se dirige al baño para escupir en el lavabo aquello y vuelve a mi lado a dormir.
Lo demás ya no importa.
 
Arriba Pie