Se ha celebrado en días pasados la final del torneo de fútbol llamado
Copa del Jefe del Estado Espanyol. Advertimos de entrada que este trofeo, el día del triunfo final, pasaremos a llamarle
Copa del Camaradísimo Iosif, y que los componentes de ambos equipos lo jugarán completamente vestidos de rojo. El árbitro también.
La celebración de este evento deportivo ha venido marcada este año por la legítima actitud de protesta y de repulsa que los aborígenes cataláunicos y baskos, en este último caso añádase “y baskas”, han manifestado por el insoportable yugo del estado espanyol al que se ven sometidos. La protesta consistió en un cívico abucheo acompañado de tocada de pito al Jefe del Estado espanyolés y a la interpretación del himno del estado, y no porque desafinase la orquesta.
Nosotros los estalinistas no podemos sino apoyar la justa reivindicación de estos pueblos aborígenes oprimidos y aprobar sus métodos tan parecidos a los nuestros. La doctrina a seguir en asuntos indigenistas nos la marcó el proceder de los padres fundadores en la gloriosa
Revolución Rusa. Primero se hizo propaganda para que las naciones bajo el yugo del imperio zarista se levantasen por su libertad y así debilitar al régimen. Luego una vez debilitado e ido por el sumidero de la Historia, tal y como establece el materialismo histórico, triunfamos nosotros a raíz de lo cual el padre fundador
Lenin y el
Padrecito les enseñaron no lo que valía un peine sino un hecho diferencial, en los centros didácticos de
Siberia. Así pues como nos conviene apoyamos la lucha de los indigenistas ibéricos.
Variadas reacciones hemos visto a esta cívica tocada de pito. Los hay que muy simplistamente proponen que si los aborígenes cataláunicos, y los baskos y baskas, no están de acuerdo con el estado espanyol y su Jefe, no participen en dicha competición y se dediquen al levantamiento de piedras y a los castells. Análisis simplista como decíamos: los camaradas indigenistas participan en la competición no para ganarla, sino para llegar a la final y allí mostrar su protesta tocándole el pito al que sea.
-Pues si es así que no recojan el trofeo.
Otro craso error. El trofeo no lo recogen como símbolo de victoria, sino por su valor en euros, con la intención de juntar varios y subastarlos luego en el burgués
eBay, para cobrar algo de la deuda histórica que tiene el estado espanyol con ellos por haberles explotado durante siglos.
Otras declaraciones lamentables han sido las del aborigen basko
Iñaki Anasagasti, que ha llegado a afirmar:
Declaraciones que nos plantean algunas dudas:
Primeramente, si solo estaba prohibido tocar el pito en el franquismo ¿por qué no consta que le tocasen el pito a
Alfonso XIII o al presidente de la República? ¿Es que estaban entonces menos explotados que ahora por el estado espanyolés? ¿O es que los indigenistas de entonces hicieron dejación de sus deberes revolucionarios y no se atreve a reconocerlo?
En segundo lugar tal parece que
Iñaki vea con buenos ojos que ahora se pueda tocar el pito libremente. La capacidad de elección y decisión es burguesa y por tanto censurable, pues se empieza por permitir tocar el pito libremente y se acaba opinando de política, ¿no será lo que les ha pasado en su tierra irredenta, que de tocar el pito se ha pasado a opinar de política, y de ahí a que los baskos y baskas acaben votando a ese
López?
Esperamos que el indigenista
Anasagasti nos aclare estas dudas que plantea su discurso, que se aclare él mismo, y que haga la pertinente autocrítica, tocándole el pito a la gente que haya que tocárselo pero con claridad y sin hacerse un lío.

Delante de un batzoki Anasagasti le toca el pito al opresor estado espanyol con un “Don Nikanor tocando el tambor”.