Vecinos

Registro
3 Feb 2005
Mensajes
2.897
Reacciones
2
savater3.jpg


¡Hola tropaaaaaaa!

Soy el
j
o
d
i
d
o
MASTAH AND COMANDAH DE

F:25E:78R:88N:131A:139N:141D:143O S:130A:152V:149A:100T:49E:80R

¿A que parece que te estoy mirando? Pues no ¿A que parece que ahora no? Pues ahora sí...jauajaiajiaja...déjame que te taladre el ojal imaginariamente mirándote al trasluz de mis purple glasses mientras me cago en ETA pacíficamente.

El caso es que yo he escrito cincuenta libros, soy un jodido genio, el paradigma de transgresor, un pensador como pocos que se unió a la figura de Rosa Díez para sentarme por una vez al lado de mis inferiores. Un puto Dios reencarnado, vamos.

Pero como siempre he practicado la filosofía de la sencillez, todo el dinero que gano por las polladas abstractas que me invento y que la gente se cree lo he donado a la asociación que rehabilita las oxidadas tumbas de v-u-e-s-t-r-a-s--p-u-t-a-s--m-a-d-r-e-s, por lo que no tengo mucho dinero y he de vivir en un barrio de mierda de una ciudad cualquiera.

Al estar rodeado de chusma sucia y deleznable, me he dado cuenta de mi superioridad, aunque para tal fin haya tenido que ser interrumpido por gañanes de todo tipo, que en medio de la celebración de extraños ritos tribales y paganos, más propios de un lupanar que de una ciudad de la UE, han coartado algunas de mis más brillantes ideas sobre conceptos como la libertad, la verdad, la ética, la política, el alma o la fimosis.

Fernando%20Savater.jpg

-Retire el prepucio a su hijo desde pequeño para que no le tape el glande. De lo contrario, hay tremendas posibilidades de que su psiquis asocie el concepto piel con el de Belcebú.

A continuación, describo algunos de los vecinos que he tenido a lo largo de mi vida:

(Las historias que a continuación se incluyen son 100 por cien verdad)

-LA ESQUIZOFRÉNICA QUE PASEABA LA BOMBONA: Se llamaba Carmen, tenía gafas, el pelo cardado anaranjado, era de complexión fuerte y apenas poseía curvas propias de mujer. Siempre vestía con ropa deportiva forrada, mallas ajustadas y gafas de sol de colores.

Según me confesó, de joven tuvo un accidente y vio morir a la amiga que viajaba a su lado. Desde ese día, desarrolló una extraña enfermedad mental que le hacía ver cosas que no existían, y para que le pusieron un fuerte tratamiento que escondía su verdadera personalidad.

El problema vino cuando comenzó a beber en exceso. Todos los días se le veía subir con bolsas cargadas de botellas de vino barato, las cuales salían al día siguiente completamente vacías en otra bolsa de retorno al contenedor.

Mientras estaba ebria, se olvidaba de tomar las pastillas, por lo que era como un caballo desbocado. Recuerdo oír desde la cama cómo paseaba la bombona por el descansillo por la noche, pensando que era su hijo. No pocas veces acudió la policía alertada por sus vecinos, que temían que la loca del quinto hiciese explotar todo con sus excursiones furtivas nocturnas.

También recuerdo la noche en la que le entró la tentación suicida, llamó a la puerta de mi casa, me dio unas esclavas de oro y, agarrándome la mano con fuerza, me rogó que me quedase con ellas, que era la herencia que me legaba dado que se iba a morir esa misma noche.

Desde hace unos años su vida dio un giro y se trasladó a vivir con una amiga suya que, por el paso del tiempo, se quedó minusválida. La una cuida del físico de la otra, mientras la otra controla la mente de la una. De vez en cuando se da una vuelta por su casa para comprobar si hay algún grifo picado o algún nido de cucarachas.

Una de las últimas veces que la vi, en la que me confesó que antes del accidente se había llegado a prostituir, y que no lo recordaba, pero quizá fuese la causa de su enfermedad mental. Quién sabe.

filosofo_Fernando_Savater.jpg

-Si te comes un gofre y luego una galleta del Príncipe de Beckelar, te va a saber de puta madre si mientras introduces un falo de unos diez centímetros en tu ano recubierto de guirlache. TE LO GARANTIZZZO.

-LOS YONKIS: Él está cuadrado, para qué nos vamos a engañar. En caso de emergencia, me tumbaría a la mínima. A veces llama a la madre de ella, de nombre Juana, para advertirle de la nefasta situación a la que ha llegado su hija a pesar de lo mucho que él la ha cuidado.

Consumen heroina, eso se nota. Esto es así porque muchas veces, a través de la pared, se escuchan voces y música y, de repente, la conversación cesa y la música se queda puesta durante horas ante un silencio sepulcral que se prolonga hasta el día siguiente.

Sin embargo, a primeros de mes la cosa cambia. Llueva, nieve o haga sol, no falla. La primera semana del mes, siempre hay una mañana en la que los dos llegan en un estado lamentable y se ponen a dar voces por la ventana, en las que blasfeman, llaman a la comisión de atentados terroristas y glorifican la droga. Los tripis hacen de las suyas y garantizan a mis adorables vecinos un colocón que siempre supera las 15 horas.

Él tiene un mono controlado. Apenas unos cuantos gruñidos y algún que otro golpe a la pared. Ella es distinta. Le vocea y golpea hasta que él decide salir a la calle para conseguir veneno, aunque no esté con el mono. Mientras vuelve, ella sale nerviosa a esperarle en la escalera, donde se sienta mientras fuma infinitos cigarros.

No pocas veces se ha chutado en el portal o en el descansillo incapaz de llegar a su casa y me la he encontrado tirada con cara de felicidad. Pero es su vida, es lo que quiere y hay que respetarla. Es su decisión: autodestruirse con la droga. Bueno, con la droga o con una pelea que mantuvo con unos indigentes y por lo que fue detenida por un destacamento que acudió a su casa para llevársela al cuartelillo.


-LA GORDA QUE GRITA: Pesaba aproximadamente 250 kilogramos y era como un oso: durante el invierno nadie sabía de ella, pero en verano salía de su cueva para hacernos la vida imposible.

Se sentaba en un banco, lo que significaba que sólo una persona más podía utilizarlo, pues sus gordas y moradas piernas parecían dos Godzillas gigantes que ocupaban el 80 por ciento del espacio.

Nunca he llegado a odiar algo con tanta intensidad como a su varonil voz proyectándose durante horas, desde que se ponía el sol hasta la madrugada. Pasara quien pasara, la gorda de mierda le daba conversación y yo, que intentaba concentrarme en mi habitación en mis tareas superiores intelectualmente, tenía que lidiar con sus graznidos.

Suerte que ya no sea un problema, pues hace dos años murió durante una operación de reducción de estómago. Me alegro, sinceramente.


-LA PANCHI QUE SE FUGÓ:
De adquisición reciente. Recuerdo el día que me cambié de casa. Me subí al ascensor y una espectacular mujer sudamericana lo hizo a la vez. Llevaba un pantalón extremadamente corto y una camiseta rosa abierta que me puso más berraco que Labuat comiéndose a un niño mientras se mete un Maxibon por el ano.

No supe más de ella hasta que su madre, una panchita con gafas, pelo rizado y gesto torcido, subió a mi casa una tarde para preguntar si su hija estaba allí. No sabía nada de ella desde la noche anterior, en la que había salido a dar una vuelta con unas amigas con la previsión de volver pronto.

Durante unos días estuvo desaparecida. Entre los vecinos, el tema de la zorra andina era el protagonista y todos llamaban a la puerta de la panchita anciana para decir que denunciase su desaparición. Extrañamente, nunca lo hizo.

Todo el revuelo terminó cuando regresó a casa dos semanas después. Al parecer, cuan niñas de Alcasser, se había montado en la furgoneta con unos militares y se había ido a Valencia. Allí, se la follaron todos y la dejaron tirada, ante lo que tuvo que buscarse la vida para volver, acción en la que tardó una semana y media en la que estuvo mendigando por allí.

Todo esto me lo contó una tarde de verano en la que nos quedamos encerrados en el ascensor. No la he vuelto a ver, pero todavía me sigo masturbando pensando que me corto con una barra de hierro y muto cuan espaiderman en el violador del ascensor.

-EL VECINO SINDRÓMICO: También de la nueva hornada vecinal. Le vi por primera vez el día de la mudanza, mientras sujetaba con ambas manos dos tiestos. No me había percatado de su presencia hasta que algo enano, seboso y con el pelo a lo fraile cuan cebolla cojonera dijo: "fodezhh, fodezhhh, laz plantaz tieded forezhh".

Al ver a esa cosa roja, como un Critter, hablar escupiendo, tuve que contener la risa durante unos segundos, aunque para quedar bien delante de su madre, atusé un poco su pelo con la mano, algo que casi hizo que se me cayera el puto ficus encima de su mermada cabeza.

Cuando lo comenté en mi casa todos me tacharon de cruel, y me dijeron lo mismo de siempre: "son niños muy cariñosos, muy capaces y muy trabajadores, y verás cómo nos llevamos bien con esa familia y no dan ningún problema".

Afortunadamente, el tiempo me ha dado la razón, pues son habituales sus rabietas en las que da sonoros golpes con su cabeza en la pared y profiere gritos de gorrino en la matanza cuando su madre le obliga a hacer algo que no quiere.

Cuando veo que se monta en el ascensor, opto por subir o bajar andando, y las veces que no, intenta juguetear conmigo como un jodido galgo, dándome ligeros golpecitos en el pecho.

Es un pervertido sexual el maldito downey, pues cuando se ha encontrado con alguna vecina en el ascensor, se ha quedado paralizado mirando sus pechos. Yo, que estoy un eslabón por encima del estado actual de la evolución humana, luego me he masturbado pensando que ella acepta y mantiene relaciones sexuales con el retardado, enseñándole los entresijos de un buen polvo.

Le he visto hace pocos días por aquí. Al parecer, le han considerado dentro de los homo sapiens hábiles y le han dejado hacer la comunión, pues el otro día me le encontré vestido de marinero. Una imagen que difícilmente se borrará de mi mente.

f007eh01.jpg

-Me metí el puño por el ojete, le abrí dentro y salió cacaolat.

Estimados foreros. Espero que este espacio sirva para que vosotros contéis vuestras hazañas y desventuras con vuestros vecinos más hijos de puta y, en el caso de que estéis tan hasta los cojones como un servidor, ideemos entre todos una nueva bomba casera para destruirlos.


 
A saber donde vives.
Yo como vivo en una zona residencial de las Rozas, todas mis vecinas estan buenas y todos mis vecinos son ejecutivos.
 
El vecino ejemplar: Es aquel de conducta intachable, frecuentemente presidente de la comunidad de vecinos, casado, con hijos, asociado a alguna O.N.G., viste siempre impecable, sus costumbres son aparentemente siempre las mismas, etc. Al que llega un dia en que se descubre que le pone los cuernos a su mujer, pero no se los pone con cualquiera, no. Se los pone con un tio, que puede ser de su alto standing o no. Aqui termina el reinado de la fachada y se puede oir un grito de ultratumba que resuena por las esquinas del edificio y que intenta incluso colarse en las casas de cada uno: Viva el aparentar!!!
 
Señor Sabater, siempre me había caido mal, pero hoy me cae aún peor, porque estaba mascando cómo poner este hilo.

Mi comunidad cuasientera es de tarados, hace ya casi un año que no tenemos ascensor (realmente parece un elemento meramente decorativo) y el otro día al entrar por el vestíbulo me percaté que una pareja había discutido en la entrada y él, visiblemente cabreado, había roto el cristal de la puerta.

Pero en mi comunidad tengo 2 vecinos a destacar:

el homogayer y su perrito:

Vive justo a mi lado y, por suerte, trabaja en un hotel rural por lo que aparece de uvas a peras. Está amargadíiiiiiiisimo porque no le gusta el piso, ni la comunidad ni nada de nada y encima tiene puesta la cama justo al lado de mi casa, con lo que prácticamente no puedo ni verla cuando está (suerte que casi ni está ni la miro) porque si lo hago golpea la pared cuál la masa pasada de coca y las paredes, finas de por sí, temen por su integridad. Éso sí, no le importa que su mierda perro que no mide lo que mi puño olisquee por todo el rellano e incluso entre en las casas con parqué a destrozarlo. ¡Ah! Aparte es como una mujer en el aspecto de que espera que hagas tú todas las gestiones de la finca, como si fueras su casero o algo así

el viejo porreta ex-mujeriego:

vive encerrado con sus cintas de la creedence y la lía parda en cada reunión vecinal. Su casa huele a una mezcla de tierra y tabaco de liar, de hecho parece la de un hippy aunque él no lo sea. En las juntas la lía lo que puede y más y no acata ninguna decisión lógica, llegando casi a los puños con el administrador. Tolera aún menos el ruido que el gayer, de hecho me comentó un día que no llevara a mujeres con tacones a mi piso que resonaba todo (parece que el trauma le vino con unas putas que vivieron aquí unos meses). Es moroso hasta las cejas y culpa a la propia comunidad de sus impagos (ya que no se hace lo que él quiere). Una vez estando con 4 o 5 amigos escuchando música empezó a golpear en la barandilla de la terraza, lo que casi provocó que un amigo mío bajara a cantarle las 40. Varias personas la han tenido con él. Debió ser un mujeriego pero ahora es un viejo huraño al que la gente evade.
 
Mi vecino Vicente

Vicente vivia en el piso de arriba mio. Separado dos veces, con una hija de cada matrimonio que no querían saber de él, vivia sólo con su perro. Estaba tocao del gerolo. Se dejó el perro dentro del coche, y le robaron coche y perro. Años más tarde, olvidó las llaves del coche dentro, y un policía que pasaba por ahí pensó que intentaba robarlo. Loles varios con este hombre.
Pero Vicente era un hijo de puta loco, que hacía bricolaje a las cuatro de la mañana con la radio puesta a todo trapo escuchando "hablar por hablar". Arrastraba sillas, martilleaba, varias veces tuvimos que subir a cantarle las cuarenta.
Se compró otro perro, al que intentó enseñar a bucear en la bañera, y murió ahogado.
Alquiló su piso y pretendia vivir en la azotea, adonde subió todos sus enseres. Los vecinos consiguieron desalojarlo y se fue a vivir a otra zona.

Hace cosa de tres meses murió de un infarto. Si está en el cielo, seguramente sus martillazos de madrugada no dejen dormir a vuestros antepasados.
 
Las golfas:
Son dos chicas que comparten apartamento, una un poco feota y otra muy potente, las dos muy guarras se suben a los ligues constantemente dando que hablar a las viejas de la vecindad. Una de ellas es una actriz frustrada que ha acabado haciendo anuncios de tv y la otra se rumorea que se entiende con el portero.

La maruja y el pedante:
Son los presidentes de la comunidad y se vanaglorian constantemente de ello, se lo toman muy enserio. Les gusta controlar a sus vecinos y meterse en sus vidas. El es profesor de instituto y sus alumnos se rien muchisimo de el, ella se venga de sus vecinas volcando lejía para joderles el tendido a las vecinas de abajo.

La pareja de gays:
Son muy modernos y tolerantes, uno de ellos es una locaza con mucha pluma, pero el otro es de estos de pues no diría que fuera maricón, como son gays tienen trabajos cojonudos, uno es abogado y el otro no se que de internet. Hace poco adoptaron a un crio que era hijo de uno de ellos y una lesbiana. Su apartamento esta decorado de putisima madre. (dicen)
 
Los niños de abajo

Debajo de casa vive un matrimonio con dos niños de 10 y 6 años respectivamente. El matrimonio es oscuro y triste. Como pareja y también separadamente. Los que me llaman la atención son los niños. Mi hijo mayor (qué cabrón, ¿a quién habrá salido?) les llama Frikillo y Frikillín.

El mayor lleva siempre el casco de la bici, aunque vaya andando. Es un auténtico lunático. Corre sin doblar las rodillas, lo que le hace moverse como el menda ese que sale en Padre de Familia que tiene los brazos y las piernas de palo.

El pequeño es una versión infantil del mayor. Presenta los mismos síntomas de siniestro orate que su hermano, pero aún da más grima al ser más pequeño. Ambos son delgaditos y pálidos como si escasamente estuvieran vivos.

Dan una sorprendente mezcla de pena y asco.
 
- ¿A cuál va?
- Al 4º, vivo enfrente tuya.
- Pues muy bien.

Y eso es todo lo que sé de mis vecinos.
 
Las golfas:
Son dos chicas que comparten apartamento, una un poco feota y otra muy potente, las dos muy guarras se suben a los ligues constantemente dando que hablar a las viejas de la vecindad. Una de ellas es una actriz frustrada que ha acabado haciendo anuncios de tv y la otra se rumorea que se entiende con el portero.

La maruja y el pedante:
Son los presidentes de la comunidad y se vanaglorian constantemente de ello, se lo toman muy enserio. Les gusta controlar a sus vecinos y meterse en sus vidas. El es profesor de instituto y sus alumnos se rien muchisimo de el, ella se venga de sus vecinas volcando lejía para joderles el tendido a las vecinas de abajo.

La pareja de gays:
Son muy modernos y tolerantes, uno de ellos es una locaza con mucha pluma, pero el otro es de estos de pues no diría que fuera maricón, como son gays tienen trabajos cojonudos, uno es abogado y el otro no se que de internet. Hace poco adoptaron a un crio que era hijo de uno de ellos y una lesbiana. Su apartamento esta decorado de putisima madre. (dicen)

Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.



Buen resumen...
 
Me encanta saber que la bajante de fecales que sale de mi ático, tiene un codo en medio del salón del apartamento de 2 pisos mas abajo.

Cagar es una felicidad.
 
Scandalff rebuznó:
a_winner_is_you_1024.jpg


Mis vecinos son majos, limpios, no dan mal y apenas se quejan de mi música y los frecuentes destrozos causados en los buzones por mis borracheras&frustración por no pillar. Un muermo de comunidad...

A mi el otro día la vecinita mona (está petable y parece una persona decente) me pilló en el rellano de abajo jalándome unas patatas fritas para reponerme de unos tequilazos que había bebido.

Venía acompañada. :sad:

I love you too... :oops:
 
El hikikomori.

Sabes que esta ahi porque le has visto crecer toda tu vida, pero desde que le comprarón una conexion al internec dejaste de verle.
Es forero.
 
El padre de familia en proceso de separación

Una vez fue el paradigma del matrimonio feliz. Desde que me lo encontré una noche de miércoles sentado en el rellano, ebrio y rascándose la cabeza entre sollozos, ha perdido mucho.

Me entraron unas ganas de soltarle un:

¿Pero qué esperabas? Gilipollas.

Obviamente lo ignoré para no hacerle pasar un mal trago y salí corriendo hacia el ascensor.
 
¿Tienen internet de esos? Póngame uno, ¡pero que sea de los buenos! ¿Eh?. ¿En qué colores los hacen, por cierto?
 
<style>.wysiwyg { PADDING-RIGHT: 0px; PADDING-LEFT: 0px; BACKGROUND: #f5f5ff; PADDING-BOTTOM: 0px; MARGIN: 5px 10px 10px; FONT: 10pt verdana, geneva, lucida, 'lucida grande', arial, helvetica, sans-serif; COLOR: #000000; PADDING-TOP: 0px } .wysiwyg A:link { COLOR: #22229c } .wysiwyg_alink { COLOR: #22229c } .wysiwyg A:visited { COLOR: #22229c } .wysiwyg_avisited { COLOR: #22229c } .wysiwyg A:hover { COLOR: #ff4400 } .wysiwyg A:active { COLOR: #ff4400 } .wysiwyg_ahover { COLOR: #ff4400 } P { MARGIN: 0px } .inlineimg { VERTICAL-ALIGN: middle } </style>El loco separado con dos hijos

Vive solo, ronda los 37-38 tacos, hincha del Madrid aunque tambien le gusta el tenis, el baloncesto, el criquet, el waterpolo a caballo... Todo lo que suponga deporte sin moverse del sofa le gusta. Aparenta que su vida va mucho mejor que cuando estaba casado, a pesar de que el aspecto de sus camisas sin planchar digan otra cosa. Es afable por naturaleza, su casa siempre desprende un olor a puros y coñac caracteristico. La gente cuenta de el historias poco verosimiles como que perseguia a la exmujer con un hacha, o que pego a 2 guardiaciviles y estubo 2 semanas en la carcel.
 
Tankian rebuznó:
¿Tienen internet de esos? Póngame uno, ¡pero que sea de los buenos! ¿Eh?. ¿En qué colores los hacen, por cierto?

Le hamo.:oops:

Mis vecinos son estos:

buzon.jpg


parquimetro.jpeg.JPG


1223319200920_f.jpg
 
Una horda de sudacas.
Es lo mejor que te puede pasar después de tener un hijo: que un montón de colombianos se instalen en el piso de al lado y compartir varios metros de tabique de cartón piedra. Viven como en un submarino, duermen en cama caliente; y por supuesto la música (bachata y esas mierdas que oyen los sudamericanos) a toda hostia. Lo de la música no era normal, que a dos pisos de distancia se oía. Además tienen niños asalvajados que se dedican a gritar, llorar, y tirar cosas al patio común.
También hubo bombardeos de basura; que es más sencillo tirarla por la ventana que bajar al contenedor.
En los demás pisos hay más sudamericanos. La verdad es que son la monda. Una vez vi en directo eso de la violencia de género: un tío pateándole el estómago y la cabeza a su mujer, que estaba tirada en el suelo. Una noche, antes de que eso ocurriera, a eso de las cuatro de la madrugada, la policía tuvo que venir por una disputa de esa pareja y abrir la puerta con una radial. Por supuesto, ella se negó a denunciar. Supongo que ya la habrá matado.

Los pisos son de nivel, lejos de su alcance debido al alto precio del alquiler. Pero todos juntos deben de pagar 20 euros mensuales.
Ahora, con el valium, lo llevo mejor.
 
Tankian rebuznó:
¿Tienen internet de esos? Póngame uno, ¡pero que sea de los buenos! ¿Eh?. ¿En qué colores los hacen, por cierto?

Ey, ahí ese dentista de 2005 levantando el foro.
 
Si tienes mucha necesidad te lo explico como si fueras un poco oligofrénico.
 
Falonicus rebuznó:
Además tienen niños asalvajados que se dedican a gritar, llorar, y tirar cosas al patio común.

En mi bloque vive una familia de ésas, bastante lejos mío, por fortuna. Pero los críos son igual de guarros e hijos de puta de lo que dices.

Uno es un puto nigga rapado, que siempre va con camisetas de colores y pantalones cortos anchos. Tiene los dientes llenos de mierda, pero como su piel es color caca, parece que brillan cuan perlas.

El otro, siendo hijo de los mismos padres en teoría, tiene color andino, el que yo llamo tierra batida. Es más amable que el otro, que es como uno de los monos de El Libro de la Selva, pero más hijo de puta.

Siempre está en el portal dando vueltas como un gilipollas y con niños panchitos hablando, y cuando come algo lo tira por ahí como un cerdo cabrón. Tras muchas veces haciendo la vista gorda, el otro día se abrió una lata de atún y tiró la tapa al suelo, tras lo que le acorralé, y con la superioridad que me da mi edad, mi altura y mi raza gitana, le monté un pollo que acabó en su (Duque de Feria style) conmigo cagándome en su madre por su permisividad ante estas acciones de babuino defecado.

Soy el jodido Eraser de mi vecindario.:57
 
toxicosmos rebuznó:
A mi el otro día la vecinita mona (está petable y parece una persona decente) me pilló en el rellano de abajo jalándome unas patatas fritas para reponerme de unos tequilazos que había bebido.

Venía acompañada. :sad:

I love you too... :oops:

Eltrio es la solución. Como mucho te hubiese costado una ostia del macaco, pero ella ya sabría que te la quieres percutir, e igual para otro momento de flojera, va y te llama...
 
El vecino sidroso terminal

Afortunadamente ya se fué, y hace mucho. Pero los últimos meses que estuvo viviendo en casa de sus padres, su habitación daba junto a la de mis padres, fuero sencillamente espectaculares.

Era mu chico y apenas recuerdo los LOLes y los gritos, pero al menos me queda uno en la recámara:

Gritándole a su madre, una anciana de 70 años y bastante tocada de la cabeza: ·que me la chupes joder, que no te voy a pegar el puto sida". Virídico
 
Los testigos de Jehová

Tengo el dudoso privilegio de tener una familia de estos justo pared con pared con mi habitación. La familia consta de una madre de avanzada edad (unos 70 o así) y un hijo de unos 45 años.
Como la pared está prácticamente de adorno se oye absolutamente todo con lo cual la intimidad es 0. Da gustos oírles discutir casi a diario, sin un "joder, coño, hostia puta, me cago en todo"... ni un solo taco.
Yo, como soy amigo del black metal y me llevo todo el santo día con la música puesta, cada vez que se cruzan conmigo en el portal bajan la mirada, ella agarra el bolso y se ponen rezar por mi alma.
La anécdota viene cuando una noche, a eso de las 4 de la mañana me despiertan 4 o 5 golpes en la pared, gritos, sollozos y sonidos guturales. Al hijo le estaba dando un ataque al corazón. Al poco tiempo ya solo se oía a la madre llorar llamando al 061. Poco después ambulancias, médicos y una frase que se me quedó grabada del tío que supongo seria el forense: "Hora de la muerte 4.10. Infarto al corazón".
La muerte estuvo en la habitación de al lado, y yo con estos pelos.
 
Arriba Pie