Verruga se cree alguien porque ahora gana dinero. The return of the junkman

Ahora estoy comiendo un bocata que he llegao tarde de trasegar y esta tarde más, estamos el compadre y yo a tope de curro. Pero bueno, así a vuelapluma, me parece un sitio hostil. Según iba llegando al norte de Toledo ya cambia el paisaje, todo se vuelve más feo, más industrial, más impersonal. Aluego te vas metiendo por desvíos y salidas de carril, infinitas. Rotondas ycruces donde los putos coches van como locos, mi cerebro rupestre no puede asimilar el flujo de vehículos y entra en colapso.
Te bajas del bus, la puta estación de autobuses son como laberintos, ahí me pierdo y es cuando me sale el ramalazo de pueblo. No sé ni pa dónde tirar, entre mirar de reojo por si se me acercan a quitarme la cartera, mirar los putos carteles indicativos, y mirar a las putas zorras que van marcando empanadilla y mirando al horizonte como modelos de pasarela. Pues ahí que estoy yo con mi maleta y mis canasto con los pollos del pueblo, en mitad de un pasillo de transito mirando con pena por si alguien se apiada de mí y me ofrece ayuda.
Vas en el apestoso metro y no ves nada más que gente callada, gente en su mundo, gente que mira con cara de estar en otro sitio. Gente rara, gente de otras putas razas de mierda, gente deforme, gente que se ve a la legua que son enfermos, gente ridícula, gente chunga, putas repintajeadas, putas arregladas, putas haciendo de putas, putas haciéndose las dignas.

En Diego de León hice transbordo con la línea 5, y hay un puto pasillo infinito donde vamos todos los putos borregos circulando como zombis. Me recordó a las mangas de manejo de ganado que hay en mi pueblo, me sentí como un esclavo, como un ser diminuto manejado por los que viven en las azoteas de los grandes edificios. Como esa puta escena donde van los trabajadores andando a la fábrica todos con la cabeza agachada y con cara de estar muertos en vida.

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Todo muy estresante, muy cutre, le pregunto a uno en Príncipe Pío que si sabe donde está la estación de autobuses, que me había ido a la de Renfe y no me aclaraba, y me dice que no sabe. El hijo de puta, y tenía un puto chaleco de esos fosforitos de trabajar allí. ¿Se puede ser más hijo de puta? Me dieron ganas de reventarle la puta cabeza.
Bueno, a mí también me preguntó una rumana que si no sé qué de por dónde se iba a tal, pero pasé de ella no fuese a ser que fuera de esas carteristas.
Se montaron un grupito de zorritas de unos 15 años, algunas con tetas ya, otras no. El caso es que no se cortaban en las conversaciones, se enseñaban fotos de chavales y decían que si estaba bueno, que si lo le soportaba, que si tal y que si cual. Y no solo eso, sino que ni siquiera se inmutan cuando te las quedas mirando fijamente, aunque las hagas un escáner de arriba a abajo, la tías te ignoran y ni se ruborizan ni se incomodan. Es acojonante, pierden muchos putos porque se las va parte del encanto.

Todo allí está pervertido, todo. Mucha mezcolanza de razas, negros, moros, rumanos, rusos, panchitos, indios, indígenas venidos directamente de las selvas del mundo, gente rara, gordos que se ahogan al respirar, subnormales con barbas, gente de tez tan blanca que parecen enfermos, gente con la mirada rara, viejos, pobres mendigando, malotes mazados con gafas de sol en el metro, pero bueno, no quiero alargarme.
Respecto a todo el post,
:feels:.
 
En mi época hunibersitaria también hacia el transbordo en diego de león y la escena que ha puesto me parece acertadísima. Todo además era aderezado por una mujer del este que tocaba canciones tristísimas con un violín.
 
Atocha por las mañanas es impresionante también, parece un hormiguero humano. Ante esas aglomeraciones de personas uno se siente agredido y le es más fácil deshumanizarlos que admitir que todos ellos son lo mismo que uno con un lugar al que ir, un otro al que amar, un algo que hacer.
 
Atocha por las mañanas es impresionante también, parece un hormiguero humano. Ante esas aglomeraciones de personas uno se siente agredido y le es más fácil deshumanizarlos que admitir que todos ellos son lo mismo que uno con un lugar al que ir, un otro al que amar, un algo que hacer.
Nos ha jodido. Es que todos semos gente paseando cada nuestra inherente y mísera existencia corpórea entre cacas de perro y anuncios de ropa kül con modelos con cara de haber vendimiao más bien tirando a poco.
 
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