etaxys
Veterano
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Acabo de llegar de La Noche Blanca, una amiga sin derecho a roce me ha dicho - tienes que ir al medico de cabecera a que te inyecte - me he quedado sorprendido ¿por que tía? - para que te baje el deseo sexual, siempre estas pensando en lo mismo...me he descojonado gratamente.
Y ahora os cuento la versión original de lo sucedido hace algunas noches, os pongo en antecedentes.
La conozco desde hace año y medio aproximadamente, solo la veo en bar donde me gusta tomar café y bizcocho casero. La primera vez que nos miramos aun la tengo grabada en mi memoria, aunque ahora es como una película con más imágenes, sus ojos se quedaron fijamente en los míos sin ninguna vergüenza manteniendo mi mirada, no los apartaba,yo estaba saliendo del servicio y me apoye en la barra frente a ella. Hemos coincidido varias noches, siempre a partir de las doce, le he pillado la hora y los días que va. Ella con su cerveza y nunca fallamos ¡nos miramos intensamente!. En otras circunstancias y otro lugar ya la hubiese entrado, ¡si! os confirmo que este es el bar donde me enrolle y me folle a la camarera francesa y que luego me mando a la mierda, es el bar donde me estoy enrollando con la camarera nueva ¡pero esta busca marido!. Que me salgo del tema ¡disculpar! ¿por que no la entro? si esta tan claro, lo entenderéis en la última linea por que yo soy un señor y respeto algunas cosas.
La describo para entrar en materia, cuarenta años ¡ya sabéis mi afición por las maduras!, pelo corto como rubio estropajo, nariz aguileña de esas de loro, cuerpo...como diría ni fu ni fa, ya sabéis...que si que no, culo un poco fondón y cara cansada. Este aspecto era al principio de empezar a mirarnos. Pasaron unos meses y deje de verla, hará aproximadamente tres que volvió por el bar, ¡joder! no lo vais a creer ¡increíble!, su pelo de un color rubio precioso y más largo con un corte moderno, el culo prieto ¡no miento! estaba prieto, la ropa ajustada, la nariz operada, cintura estrecha ¡me cago en todo si hasta esta buena!, lo que hace el dinero es acojonante. Ahora me atraían más cosas de ella, pero sigue siendo prioridad ¡su mirada!, intentare explicarla en dos palabras ¡vicio y morbo!.
Bueno pues sigo, una noche empezó ha ponerse a mi lado cada vez que yo entraba y pedía un vaso de agua, parece cosa de adolescentes ya lo se, pero es como paso y así lo escribo. Recuerdo que estaba dentro de mi coche y paso una latina de esas de diez, me la quede mirando mientras cruzaba por delante y escucho - pues yo no tengo nada que envidiarla - y algo parecido a - con lo buena que estoy ahora. Mire y era ella que iba hacia su coche rojo. Otra noche que estaba a su lado la escuche - pues yo con él lo iba a pasar de puta madre, él conmigo no lo se. Como lo escribo, al salir me dije ¡la próxima vez la entro!, si la cago marcha atrás y ha tomar por culo.
Esa noche se puso a mi lado y pidió un vaso de agua justo a la vez que yo pedía, le digo al camarero (por que también hay un camarero pero a ese no le entro que es tío),- atiende primero a la señorita - me dice - gracias que educado eres, me la quedo mirando -no te creas ha veces soy un maleducado, sonriendo me dice - también me gustan así...nos empezamos a reír y ya me solté, aunque siempre con prudencia dejándole a ella llevar la iniciativa. Bebimos juntos y cambie el café por cervezas, sobre las dos de la mañana quedamos en ir a su casa, tres calles mas abajo en San Enrique, fui detrás de ella con mi coche. Ella ya lo dije un coche rojo, pero ahora cuento que es de esos con matricula de ciclomotor, los que utilizan los que son incapaces de sacarse el carnet.
Subimos a su apartamento, yo todavía estaba un poco cohibido, creo que a todos nos pasaría igual. Subíamos al cuarto y ya en el ascensor me metió la mano por encima del vaquero agarrándome toda la polla - no te cortes no pasa nada. Empecé a meterla mano en las tetas, confirmado operadas, cuando estaba comiéndoselas en el salón le vi las marcas de la operación por debajo. No la bese en ningún momento, ni ella a mi, ni hicimos intención de morrearnos, eso si me comió todo la muy guarra. Ya en su dormitorio saco un vibrador pequeñito y se lo colocaba en su clítoris, la mujer chillaba como loca. Se corría y entonces paraba y me la chupaba colocándome su vibrador por la polla y pasándomelo por el culo. Cogió mi mano me echo lubricante en el dedo y se lo metió en el culo. La escena era acojonante ¡mi dedo en su culo, su vibrador pegado a mi culo y su boca en mi polla!. No se cuanto estaríamos, se la metía la sacaba, la tía sabia darme placer con ganas con muchas ganas, el morbo rondaba en el dormitorio, me corrí en toda su lengua y no nos besamos ni una vez.
El marido igual que en el bar y su casa, se mantuvo al margen ¡callado y con esa sonrisita asquerosa!, sin hacer nada ¡solo mirando!.
Un saluo.
Y ahora os cuento la versión original de lo sucedido hace algunas noches, os pongo en antecedentes.
La conozco desde hace año y medio aproximadamente, solo la veo en bar donde me gusta tomar café y bizcocho casero. La primera vez que nos miramos aun la tengo grabada en mi memoria, aunque ahora es como una película con más imágenes, sus ojos se quedaron fijamente en los míos sin ninguna vergüenza manteniendo mi mirada, no los apartaba,yo estaba saliendo del servicio y me apoye en la barra frente a ella. Hemos coincidido varias noches, siempre a partir de las doce, le he pillado la hora y los días que va. Ella con su cerveza y nunca fallamos ¡nos miramos intensamente!. En otras circunstancias y otro lugar ya la hubiese entrado, ¡si! os confirmo que este es el bar donde me enrolle y me folle a la camarera francesa y que luego me mando a la mierda, es el bar donde me estoy enrollando con la camarera nueva ¡pero esta busca marido!. Que me salgo del tema ¡disculpar! ¿por que no la entro? si esta tan claro, lo entenderéis en la última linea por que yo soy un señor y respeto algunas cosas.
La describo para entrar en materia, cuarenta años ¡ya sabéis mi afición por las maduras!, pelo corto como rubio estropajo, nariz aguileña de esas de loro, cuerpo...como diría ni fu ni fa, ya sabéis...que si que no, culo un poco fondón y cara cansada. Este aspecto era al principio de empezar a mirarnos. Pasaron unos meses y deje de verla, hará aproximadamente tres que volvió por el bar, ¡joder! no lo vais a creer ¡increíble!, su pelo de un color rubio precioso y más largo con un corte moderno, el culo prieto ¡no miento! estaba prieto, la ropa ajustada, la nariz operada, cintura estrecha ¡me cago en todo si hasta esta buena!, lo que hace el dinero es acojonante. Ahora me atraían más cosas de ella, pero sigue siendo prioridad ¡su mirada!, intentare explicarla en dos palabras ¡vicio y morbo!.
Bueno pues sigo, una noche empezó ha ponerse a mi lado cada vez que yo entraba y pedía un vaso de agua, parece cosa de adolescentes ya lo se, pero es como paso y así lo escribo. Recuerdo que estaba dentro de mi coche y paso una latina de esas de diez, me la quede mirando mientras cruzaba por delante y escucho - pues yo no tengo nada que envidiarla - y algo parecido a - con lo buena que estoy ahora. Mire y era ella que iba hacia su coche rojo. Otra noche que estaba a su lado la escuche - pues yo con él lo iba a pasar de puta madre, él conmigo no lo se. Como lo escribo, al salir me dije ¡la próxima vez la entro!, si la cago marcha atrás y ha tomar por culo.
Esa noche se puso a mi lado y pidió un vaso de agua justo a la vez que yo pedía, le digo al camarero (por que también hay un camarero pero a ese no le entro que es tío),- atiende primero a la señorita - me dice - gracias que educado eres, me la quedo mirando -no te creas ha veces soy un maleducado, sonriendo me dice - también me gustan así...nos empezamos a reír y ya me solté, aunque siempre con prudencia dejándole a ella llevar la iniciativa. Bebimos juntos y cambie el café por cervezas, sobre las dos de la mañana quedamos en ir a su casa, tres calles mas abajo en San Enrique, fui detrás de ella con mi coche. Ella ya lo dije un coche rojo, pero ahora cuento que es de esos con matricula de ciclomotor, los que utilizan los que son incapaces de sacarse el carnet.
Subimos a su apartamento, yo todavía estaba un poco cohibido, creo que a todos nos pasaría igual. Subíamos al cuarto y ya en el ascensor me metió la mano por encima del vaquero agarrándome toda la polla - no te cortes no pasa nada. Empecé a meterla mano en las tetas, confirmado operadas, cuando estaba comiéndoselas en el salón le vi las marcas de la operación por debajo. No la bese en ningún momento, ni ella a mi, ni hicimos intención de morrearnos, eso si me comió todo la muy guarra. Ya en su dormitorio saco un vibrador pequeñito y se lo colocaba en su clítoris, la mujer chillaba como loca. Se corría y entonces paraba y me la chupaba colocándome su vibrador por la polla y pasándomelo por el culo. Cogió mi mano me echo lubricante en el dedo y se lo metió en el culo. La escena era acojonante ¡mi dedo en su culo, su vibrador pegado a mi culo y su boca en mi polla!. No se cuanto estaríamos, se la metía la sacaba, la tía sabia darme placer con ganas con muchas ganas, el morbo rondaba en el dormitorio, me corrí en toda su lengua y no nos besamos ni una vez.
El marido igual que en el bar y su casa, se mantuvo al margen ¡callado y con esa sonrisita asquerosa!, sin hacer nada ¡solo mirando!.
Un saluo.