Correctísimo, sin duda. Esto no hacía falta ni decirlo.
Aquí de lo que estamos hablando es de la mala administración del dinero. Tú, que diriges una compañía, imagina que el director financiero que tengas en vez de aprovisionar las partidas necesarias para el correcto desarrollo de la labor de tu empresa, se gastara la pasta en un letrero del copón de la vela que cubriera todo el edificio, en que los baños de tu empresa fueran de mármol de Carrara, en un Picasso para la entrada, que te entramparas para que el uniforme de la de las de la limpieza fuera un diseño de Chanel, para poner alfombras de pelo de yak de las nieves en los pasillos y en suscripciones mensuales al Club de Campo para todo perro pichichi de la empresa y todo por ahí seguido, de tal manera que se gastara los beneficios y también todo el crédito en estas cosas y que un día llega un mes regular de facturación y tienes que echar a la mitad de la plantilla y hasta declararte en quiebra. Pues bien, esto mismo lo hacen muchas familias en España. ¿Qué le dirías al artista que se ha gastado millones en fruslerías sin tener asegurada la viabilidad de la empresa?
No estoy hablando de quien no ahorra porque no puede, porque con lo básico se le come el sueldo. Esta gente no entra en esta historia. Tampoco creo que haga falta decir esto, ¿o sí? Porque con vosotros no se sabe.
No, si te entiendo. Pero mezclas cosas en tu argumento que hay que matizar.
Las empresas (las buenas, claro), funcionan con presupuestos anuales. El presupuesto para cualquier tipo de gasto que se vaya a producir a lo largo del año, se calcula ANTES de iniciar el año. Todos esos gastos del ejercicio van condicionados a unos resultados de ventas, también previstas.
Una vez empieza el año, se van revisando y ajustando los gastos previstos en función de las ventas (ingresos) efectivas mes a mes, por lo que en una empresa bien gestionada, no hay opción de salirse del tiesto financieramente hablando.
Por otro lado no existe ningún problema en poner mármol de Carrara o tener un Picasso en la entrada de la oficina si la empresa tiene unos beneficios que se lo permita. Además ese tipo de cosas, lo que hace no es empobrecer la empresa, sino todo lo contrario, le añade valor (una oficina con baños de Carrara tiene mas valor que otra con baños de terrazo y el Picasso tiene un valor como inversión que posiblemente hará que valga mas a futuro que su precio de compra).
Por tanto ese tipo de "gastos" que nombras, para la empresa son "inversiones" que hacen que hacen mas valiosa a la empresa. De echo contablemente ni siquiera son gastos, ya que son compra de inmovilizados y lo que contabilizaremos como gasto tan sólo será su pérdida de valor contable a través de su amortización.
Es mas, ese tipo de actuaciones que pones como ejemplo tiene dos efectos muy positivos en la empresa. Por un lado minora el reparto de beneficios entre los accionistas (que no son mas que unos chupones), y por otro minora el pago de impuestos a Hacienda (ya que como sabes se pagan en función del beneficio obtenido y esas compras lo disminuyen). Por tanto un win / win de manual. Haces mas rica la empresa de cara al futuro, evitas repartir dividendos y pagas menos impuestos de manera completamente legal.
Otra cosa distinta es vestir de Chanel a las limpiadoras o las suscripciones mensuales al club de campo para los empleados. Esos si son gastos puros y duros, que no añaden ningún valor económico a la empresa. Esos si conviene evitarlos. Pero aún con todo, si la empresa da mucho beneficio, yo sería mucho mas partidario de repartirlo entre los empleados con ese tipo de gastos (premios por productividad, objetivos, beneficios sociales para ellos, suscripciones y demás), que llegar al final del ejercicio y repartir 300 millones del beneficio, primero a Hacienda, y luego lo sobrante a los accionistas sin que los empleados reciban un duro extra.
Y tu te preguntarás, ¿porqué entonces el Sr. Blood no sube directamente los salarios a los empleados para evitar repartir ese dinero y así el beneficio va al bolsillo del empleado para que él lo gaste en lo que quiera y no a través de otras cosas que no siempre le interesa al empleado? Pues sencillo, primero porque una subida salarial no va a ser directamente aprobada en un consejo de administración y segundo, porque toda subida salarial aprobada luego no tiene marcha atrás y si vienen años malos, te la comes con patatas, sin embargo si no quieres darle a los empleados una suscripcion, un premio, o cualquier otro extra que se te ocurra, puedes hacerlo sin problema.
Como resumen, mi director financiero no puede gastar nada que no esté previamente aprobado por mi y por el consejo de administración en los presupuestos del año y si un gasto está previamente aprobado, es porque la empresa se lo puede permitir o si no no se habría aprobado en presupuestos.
Si las familias hicieran exactamente eso en su vida, todos los problemas financieros se habrían terminado.
Ingresos familiares 2019 de la pareja = 40.000 €
Ingresos familiares previstos 2020 = 42.000 € (porque Manolo tiene un par extras previstos en 2020)
Presupuesto de gastos 2020 = 37.400 €
hipoteca = 12.000 €
luz = 700 €
comida = 3.600 €
seguros = 1.500 €
gimnasio = 400 €
letra coche = 3.000 €
colegio niños = 2.400 €
gasolina = 1.200 €
comunidad = 1.000 €
viajes = 2.000 €
telefonos + internet = 700 €
salir de juerga = 3.000 €
revisiones coches = 600 €
vacaciones = 3.000 €
extras = 3.000 €
total gastos 37.400
ahorro = 4.600 €
Y ahora, cada mes, al cobrar vamos apartando las cantidades de gastos del año y depositandolas previamente en cada gasto presupuestado, al tiempo que vamos comprobando que los ingresos del mes son los esperados. No se podría hacer ningún gasto no presupuestado de antemano.
¿Qué nadie hace eso? Pues claro, pero es la solución.