Misógino Empedernido
El de los "cupiditos"
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Vaya por delante que me planteo la pregunta porque he sido despojado por @Max_Demian, que tuvo a bien preguntarme por mi pareja cuando reaparecí por el foro. Ahora retorno a la soltería tras 15 años viviendo con una mujer.
La ilusión por la vida se va reduciendo con la edad, nos volvemos más cínicos, nos han hecho más daño y prevemos el lado negativo de todas las cosas. Con la pérdida de la inocencia y a base de experiencia se alcanza un conocimiento que revela la ausencia de brillo en la existencia.
Esto sucede mucho más aun en lo referente a las relaciones de pareja. Tras muchos años conviviendo se tiene la certeza de las miserias que trae lo cotidiano, el aburrimiento que emana de la repetición, la necesidad de nuevos horizontes. Muchas parejas eluden la cuestión por deferencia a sus hijos, pero las infidelidades demuestran que se trata de una pulsión latente en cualquier matrimonio de largo recorrido.
Siendo libre, el dilema es el siguiente: ¿merece la pena volver a emparejarse? ¿Venderías el aroma de la independencia por el calorcito de un abrazo en el lecho conyugal? ¿El miedo a la soledad te llevaría a tragarte de nuevo los sinsabores de la convivencia?
Quienes lo hayan vivido, que lo cuenten, que nos digan si se puede recuperar la ilusión de emparejarse.
La ilusión por la vida se va reduciendo con la edad, nos volvemos más cínicos, nos han hecho más daño y prevemos el lado negativo de todas las cosas. Con la pérdida de la inocencia y a base de experiencia se alcanza un conocimiento que revela la ausencia de brillo en la existencia.
Esto sucede mucho más aun en lo referente a las relaciones de pareja. Tras muchos años conviviendo se tiene la certeza de las miserias que trae lo cotidiano, el aburrimiento que emana de la repetición, la necesidad de nuevos horizontes. Muchas parejas eluden la cuestión por deferencia a sus hijos, pero las infidelidades demuestran que se trata de una pulsión latente en cualquier matrimonio de largo recorrido.
Siendo libre, el dilema es el siguiente: ¿merece la pena volver a emparejarse? ¿Venderías el aroma de la independencia por el calorcito de un abrazo en el lecho conyugal? ¿El miedo a la soledad te llevaría a tragarte de nuevo los sinsabores de la convivencia?
Quienes lo hayan vivido, que lo cuenten, que nos digan si se puede recuperar la ilusión de emparejarse.